Alma: El otro día me encontré con esta carta al director que obviamente me llamó la atención. En Holanda ya todos confinados. No digo que el confinamiento total sea la solución, pero tal y como están los casos que se vuelva a la presencialidad... El virus sabe que somos tontos y se aprovecha de ello. Bajan un poco los casos, aumentan unas décimas los porcentajes de vacunados, y ya vemos todos el cielo abierto: aquí no ha pasado nada, todos de juerga como en los viejos tiempos. Que por suerte con las vacunas haya disminuido la ratio de hospitalizaciones por contagio no lo arregla todo. Debe de ser muy poco gracioso torcerse un tobillo (por no decir cosas más graves) y que en el centro de salud no te atienda ni dios porque hay enfermos de covid en todas direcciones.
Creo que la vacunación no va a frenar el contagio aunque se afronta con recursos. En Madrid tenemos transmisión comunitaria de Omicron desde hace más de dos semanas. El contagio es exponencial. El viernes dieron el dato de 500 por 100.000. Siempre va con retraso. La idea te la haces en función de la cantidad de gente que conoces infectada. Encontrar a alguien que no conozca a nadie es un trébol de cuatro hojas, es un tigre blanco. Así que, puesto que ya se ha anunciado que a cepa nueva medidas antiguas, es decir, no medidas, lo fiamos a la responsabilidad de cada uno. Se han agotado los test de antígenos en las farmacias y las colas para pcr dan la vuelta a los centros de salud, donde los médicos se contagian como críos de piojos en el cole. Pues nada, medidas antiguas, es decir, no medidas, no se cierren las discos que el 22 acaban las clases y luego la fiesti del 24 y la del 31, todas entre cenas con papis y abuelitos. Lo vamos a petar en los hospitales. "Ahora cuando subas al transporte público te aprietas la mascarilla ahí, en la nariz" y cruza los dedos, dale.