ibaranga escribió:
Compañeros, os habéis ido del hilo muchísimo.
Me ofenden como usuaria del foro ciertas afirmaciones que leo, a las que ni de lejos voy a entrar a discutir (no con este grado de violencia, no en este espacio, no ahora).
Buenos días, Ibaranga:
Te pido disculpas por la parte que me toca.
Quisiera aprovechar la coyuntura para efectuar un apunte y reconducir esto de manera filosófica remitiéndome a los textos de estudio básicos. Tengo la sensación de que tenemos idealizado el diálogo filosófico. Sin embargo, la tradición filosófica está llena de escritos donde no se ahorra en violencia dialéctica ni en insultos. El Padre Albarado, alias el "filósofo rancio o filósofo de antaño" lo más suave que decía de los pensadores extranjeros era que eran poco más que unos "esbirros de Lucifer que importaban a España las heréticas ideas de la Revolución francesa". Esto se encuentra en Descargas, en mis resúmenes de Historia del Pensamiento Político Español.
Y otro que tamopoco ahorraba en descalificaciones fue Karl Marx. Según T. Urdánoz de sus invectivas sólo se libró Engels, pero no sus otros amigos de la izquierda hegelania.
Los ejemplos se podrían multiplicar. Si esos pensadores quisiesen escribir sus ideas a día de hoy en este foro, sencillamente no podrían, pues estarían constantemente faltando a la regla número uno de este espacio: el respeto.
Más vale que nos vayamos desengañando. La historia de la filosofía no es la historia de la tolerancia ni del respeto hacia el que piensa distinto. Vamos, que lo de la situación ideal de habla de Habermas y lo de la comunidad ideal de comunicación de Apel es, como se ha califado (también está en Descargas, en mis resúmenes de Ética II, es decir, en el manual básico de la asignatura), una ensoñación trascendental.
¿Significa eso que nosotros debemos seguir el mismo ejemplo en plan
Historia magistra vitae? Pues claro que no. Pero que conste que muchos de los filósofos que figuran en todos los libros de historia de la filosofía y que estudiamos no ahorraron, en demasiadas ocasiones, en descalificar y despreciar a otros.
Y en cuanto a lo que mencionas del sectarismo, y como se ha comentado muchas veces por estos foros, ésa es la tónica general de la mayoría de departamentos de la universidad pública. La maldita endogamia que Victoria Camps ha reconocido que tiene aquélla. Pero no de ahora, sino desde siempre.
Tal vez por todo lo dicho dice G. Fraile que a José Gaos le parecía que la nota característica de la filosofía era la soberbia.