Es posible que el problema no esté bien planteado.
Meloni no es antiliberal o tal vez ha mutado. Tras su nombramiento ha elaborado un riguroso plan presupuestario con destacados recortes en el gasto social, trabaja activamente para ser merecedora del plan de recuperación, es pro OTAN, Ucrania y nada crítica con las posiciones de la UE, incluso se hace carantoñas con Ursula von der Leyen, (de esta no me atrevería a decir que tiene nombre de vedette porque me empaqueta).
Respetados los principios de austeridad y atlantismo, para casa ya puede ser una macarra con el movimiento LGTBIQ, xenofoba y el azote del feminismo.
Por otra parte, la oposición a la gestación "subrogada" del feminismo tiene que ver con la explotación del cuerpo de la mujer. Ya solo el término "subrogación" es un eufemismo para darle ínfulas de negocio jurídico, así podemos ver el ataque al libre mercado pero es que tampoco está legalizada la venta de órganos, solo su donación. Me está viniendo a la cabeza una escena de El sentido de la vida de Monty Phyton, la del donante de órganos en vida. No la pondré para no salpicar todo de sangre.
En cuanto a A. Varcárcel, no la sigo aunque temo que ella reproduce un defecto clásico en el ser humano. Ante la defensa de los derechos de un colectivo, siente terror a perder los propios.