bolindre escribió:
Lo que me ha sorprendido es el discurso de Feijóo. Dijo que en España siempre había gobernado la lista más votada y pidió la abstención del PSOE, cuando todos sabemos la múltiples repeticiones electorales que ha habido en los últimos años al no dejar formar gobierno al partido más votado.
Bueno, un candidato tiene que proyectar un aura de ganador. Su oficio es construir unas historias muy machaconas y muy fáciles de seguir que nos entretengan a todos y nos den un poco de sentido. A las personas les gustan los ganadores. Hoy todos comentamos el increíble genio e instinto que tiene Sánchez para sobrevivir. El mismo Sánchez ha construido toda su narrativa personal alrededor de la "resiliencia". Las personas comparten el meme "sabe más el perro sanxe por perro que por sanxe!". Igualmente, Feijóo intenta hacer lo mismo. Se presenta como un ganador que va de mayoría absoluta tras mayoría absoluta. Su trabajo ahora es repetir que el PP ha ganado las elecciones, convertirlo en una muletilla, para que todo tertuliano afín al PP, cuando haga su comentario en el magazine de las mañanas TV o en el Hormiguero, pueda repetir la muletilla "el PP, que, recordemos, fue el ganador de las elecciones, blablabla". Además, esto refuerza el mensaje que están condenados a repetir (y nosotros a oír) otros cuatro años, de que el gobierno de Sánchez es un gobierno "de Frankenstein", contra natura, y urge restablecer el orden. Y, por último, les ayuda en su mensaje de "lo natural es que gobernemos, porque hemos ganado, y si ustedes no se abstienen nos fuerzan ¡nos abocan! a pactar con Vox".
Naturalmente, si PP-Vox hubieran sacado 5 escañitos más estaríamos hablando de Sánchez no como un genio, sino como alguien acabado, alguien consumido por su propia vanidad que destruyó incluso a su propio partido en un intento desesperado de conservar el poder. Lo importante es continuar la historia con un nuevo episodio recurriendo a los recursos argumentales de la brocha más gorda que uno pueda imaginar.
Igualmente, si PP-Vox fueran a gobernar ahora mismo se hablaría de la vuelta del franquismo, de cómo Europa entera se echa las manos a la cabeza ante un país defectuoso con una incorregible tendencia retrógrada, reaccionaria, ¡hasta Von der Leyen, del partido conservador, se horroriza de las connivencia del PP con la ultraderecha! Pero con cinco escaños menos
la historia que nos contamos es que en España, a diferencia de Finlandia, Polonia, Hungría y Suecia hay una mayoría que "rechazan el odio", porque Vox ha perdido 19 diputados.
Como al final el voto del que sigue al detalle hasta las triquiñuelas para asignar grupos parlamentarios y del que no tiene tiempo o ganas de la política vale lo mismo hay que construir historias muy simples, muy machaconas, que lleguen a millones y millones de alguna forma, incluso en las condiciones de transmisión más deplorables, como comentario oído en la caja del súper, como tertulia con el vecino de parcela del camping, porque el del cuarto ha puesto la tele muy alta y no podemos cerrar las ventanas... Así que no es necesario que algo como "somos la lista más votada y por tanto hemos de gobernar" tenga un sustento argumental sólido, basta con que sea algo sencillo de entender, que se pueda repetir cien, cien mil veces, para que no puedas escapar de él, porque la política no compite por nuestra atención con la Fenomenología del Espíritu, sino con la prensa del corazón y con la canción del verano y lo importante no es que se pueda o no refutar, sino que sea inescapable acabar oyendo ¡y repitiendo! ese argumentario igual que es inescapable que un día te sorprendas canturreando en el coche nocheochenteraa todalanochenteraaaa.