¡Ajajá! Alma, has tocado un punto primordial de la actual política española que haría las delicias de Gadamer.
Yo vivo en una comunidad monolingüe y expreso mi personalísima opinión. En estos casi 50 años de democracia, el tema del bilingüismo en las comunidades bilingües no nos ha preocupado lo más mínimo. A veces se usaba a modo de chanza (Pujol, enano, habla castellano) y referida fundamentalmente a Cataluña. Después la cosa se complicó con los modelos educativos en esa misma región, las horas que se daban en castellano o la rotulación de los mercados. Yo recuerdo que siempre decía ¿Y a mí qué narices me importa las horas que den en catalán? Si los catalanes no quieren ese modelo educativo, que voten a otros partidos.
Pero en esto llegó el procés y la cosa se complicó mucho. Los independentistas empezaron a hablar de los Paisos Catalans y se mezcló lengua con independentismo, no ya con tradiciones culturales (estoy simplificando mucho). Eso provocó que el rechazo a las lenguas de las comunidades bilingües aumentase en las no bilingües y que los partidos más beligerantes con los partidos separatistas tomasen a cualquiera que hablase la lengua no española como independentista o, al menos, como sospechoso.
Ahora bien. Elecciones del 28M. Salen todos los líderes políticos municipales y autonómicos para analizar los resultados. Ellos saben que sus palabras son retransmitidas para toda España, pero los partidos de izquierda, los separatistas, regionalistas, soberanistas, etc., hablan en las lenguas propias de sus comunidades, mientras que PP y VOX lo hacen en español. Eso lanza un mensaje a una España plural que a veces no termina de comprender la verdadera idiosincrasia de esos partidos. Por ejemplo, yo reconozco que no sé cuáles son las intenciones de Compromís, si es un partido independentista, soberanista, federalista o no lo saben ni ellos, porque además son una coalición. Y lógicamente, en la España que quiere permanecer como ahora los movimientos independentistas no son bien vistos. De ahí que para lo que un balear o un valenciano pueda resultar una tontería, en clave nacional, para muchos votantes, adquiere otro significado: los que son de fiar y los que no son de fiar. VOX no hace política autonómica (les importa poco), hacen política para el Parlamento.
Edito: para que nadie se sienta ofendido, quiero decir que a mí me parece perfecto que en cada comunidad se implante el modelo lingüístico que cada sus habitantes crean conveniente. Hago una lectura muy simplona de cómo se utiliza el tema de las lenguas políticamente.