Bajo mi punto de vista el resultado de las elecciones fue poco concluyente. Ninguno de los dos bloques, izquierda o derecha, logró una mayoría suficiente para gobernar.

En ambos casos la aritmética parlamentaria les obliga, tanto para una hipotética investidura como para gobernar día a día, ley a ley, a tener una cantidad de apoyos de partidos nacionalistas o regionalistas inasumible. No sólo la izquierda sería un gobierno Frankenstein con este panorama. También la derecha necesita mínimo a 3 partidos regionales para gobernar (navarros, canarios, PNV).

Después de reflexionar 48 horas aprox, mi tesis es que habrá nuevas elecciones pronto. Ya sea porque ninguna investidura prospere o porque se forme un gobierno que en unos meses caiga por alguna ley muy importante que no pueda aprobar (presupuestos?).

Es lo que hay la verdad. Esperemos que en el futuro la cosa cambie a mejor.

bolindre escribió:
Bueno, un candidato tiene que proyectar un aura de ganador. Su oficio es construir unas historias muy machaconas y muy fáciles de seguir que nos entretengan a todos y nos den un poco de sentido. A las personas les gustan los ganadores. Hoy todos comentamos el increíble genio e instinto que tiene Sánchez para sobrevivir. El mismo Sánchez ha construido toda su narrativa personal alrededor de la "resiliencia". Las personas comparten el meme "sabe más el perro sanxe por perro que por sanxe!". Igualmente, Feijóo intenta hacer lo mismo. Se presenta como un ganador que va de mayoría absoluta tras mayoría absoluta. Su trabajo ahora es repetir que el PP ha ganado las elecciones, convertirlo en una muletilla, para que todo tertuliano afín al PP, cuando haga su comentario en el magazine de las mañanas TV o en el Hormiguero, pueda repetir la muletilla "el PP, que, recordemos, fue el ganador de las elecciones, blablabla". Además, esto refuerza el mensaje que están condenados a repetir (y nosotros a oír) otros cuatro años, de que el gobierno de Sánchez es un gobierno "de Frankenstein", contra natura, y urge restablecer el orden. Y, por último, les ayuda en su mensaje de "lo natural es que gobernemos, porque hemos ganado, y si ustedes no se abstienen nos fuerzan ¡nos abocan! a pactar con Vox".

Naturalmente, si PP-Vox hubieran sacado 5 escañitos más estaríamos hablando de Sánchez no como un genio, sino como alguien acabado, alguien consumido por su propia vanidad que destruyó incluso a su propio partido en un intento desesperado de conservar el poder. Lo importante es continuar la historia con un nuevo episodio recurriendo a los recursos argumentales de la brocha más gorda que uno pueda imaginar.

Igualmente, si PP-Vox fueran a gobernar ahora mismo se hablaría de la vuelta del franquismo, de cómo Europa entera se echa las manos a la cabeza ante un país defectuoso con una incorregible tendencia retrógrada, reaccionaria, ¡hasta Von der Leyen, del partido conservador, se horroriza de las connivencia del PP con la ultraderecha! Pero con cinco escaños menos la historia que nos contamos es que en España, a diferencia de Finlandia, Polonia, Hungría y Suecia hay una mayoría que "rechazan el odio", porque Vox ha perdido 19 diputados.

Como al final el voto del que sigue al detalle hasta las triquiñuelas para asignar grupos parlamentarios y del que no tiene tiempo o ganas de la política vale lo mismo hay que construir historias muy simples, muy machaconas, que lleguen a millones y millones de alguna forma, incluso en las condiciones de transmisión más deplorables, como comentario oído en la caja del súper, como tertulia con el vecino de parcela del camping, porque el del cuarto ha puesto la tele muy alta y no podemos cerrar las ventanas... Así que no es necesario que algo como "somos la lista más votada y por tanto hemos de gobernar" tenga un sustento argumental sólido, basta con que sea algo sencillo de entender, que se pueda repetir cien, cien mil veces, para que no puedas escapar de él, porque la política no compite por nuestra atención con la Fenomenología del Espíritu, sino con la prensa del corazón y con la canción del verano y lo importante no es que se pueda o no refutar, sino que sea inescapable acabar oyendo ¡y repitiendo! ese argumentario igual que es inescapable que un día te sorprendas canturreando en el coche nocheochenteraa todalanochenteraaaa.

Yo lo que no acabo de entender es que PNV y Cc pongan líneas rojas al pacto con Vox por su supuesto "discurso del odio" y nadie las ponga a un pacto con Bildu, parte de cuyos miembros pertenecían a una banda de asesinos los familiares de cuyas víctimas aún pasean por la calle, y cuyo líder estuvo en la cárcel por colaboración con banda armada. Se ve que es menos grave matar que decir gilipolleces. ¿Eso sirve sólo para los partidos políticos o puede aplicarse también a la gente ordinaria? Curiosidad ná más.

Lo de Bildu es digno de estudio. Bildu goza de todo el respeto democrático por parte de toda la izquierda y hasta del PNV o la derecha indepe catalana. No hay líneas rojas con ellos y eso que Merche Aizpurua ponía "dianas" en el Gara...Por no hablar de sus listas, llenas de chivatos y etarras. Desde mi punto de vista si el listón de facha lo marca Vox... Qué el PNV, Bildu, ERC o Junts..no lo sean, me alucina. Solo tienen un proyecto totalitario que hasta ahora ha ido capeando Sánchez, ahora el órdago será mayor.

- PNV, a las puertas de unas autonómicas y con su "hegemonía" cuesta abajo y sin frenos no se puede permitir facilitar un gobierno del PP-VOX. Sería su acta de defunción.

- Si EHBildu tuviese un proyecto totalitario, no apostaría por la política que leva haciendo en el congreso esta última legislatura. ¿Qué es un proyecto totalitario? Tal como indicáis, diría que algunos políticos de esta coalición son los más respetados por parte de la izquierda.

Siempre me resulta curioso ver cómo se ven las políticas "periféricas" fuera de su contexto. Para mi el totalitarismo lo promueven otros pensamientos que niegan la posibilidad de que exista algo que no encaje en la centralidad estatal.

Matizando la posición de Irongland, lo cierto es que no puede entenderse cómo gente con las manos manchadas de sangre o de pasados muy cuestionables sean referentes actuales de la izquierda, cuando, ya en democracia, seguían perpetrando el terror. Esos son los de Bildu y la ristra de fuerzas políticas que han ido montando hasta ahora. Antes de que se me tache de determinado color, esto es aplicable de igual modo a aquellas cabezas de segunda y tercera fila que servían al franquismo y que fueron coloreadas en décadas ya constitucionales; empezando, sin duda, por la monarquía y terminando con los pistoleros del Ejército como Billy el Niño.

Lo más paradójico de todo es ver cómo la ruptura del bipartidismo, lejos de traer alternativas interesantes, ha instalado en el seno parlamentario a franquistas y nostálgicos de la dictadura, filoterroristas (o directamente ex terroristas) y particularistas que solamente presentan como proyecto el beneficio de su territorio. Esto, evidentemente, generalizando, pero las excepciones son muy reducidas. Al final, el pacto más equilibrado va a ser aquel celebrado por el PSOE y el PP, dejando a estas fuerzas al margen. No me puedo creer que ERC juegue el órdago del referéndum cuando lo que está en juego es un gobierno de PP-VOX. Todavía se atreverán a leerles la cartilla a otros dirigentes.

Lo cierto es que no he estado muy preciso a la hora de definir 'movimiento totalitario'. Quería decir que el background de Bildu, está vinculado directamente a la violencia política, social y en algunos casos física. Fruto de esa intimidación surgió la socialización del sufrimiento, lo que redundó en hacer difícil la vida a los que no piensan como ellos. Eso no ocurrió en los años 50 o 60, pasó en los 80-90 y los 2000; las listas electorales de Bildu han estado conformadas, por asesinos, chivatos o miembros que han colaborado activamente con una banda terrorista como ETA. Que ahora, no matan, no ponen dianas o no se chivan de los itinerarios que hacían sus víctimas en su día a día, sí, eso es cierto, pero, es que ya no les hace falta porque ahora tienen buena parte del voto de la totalidad de la juventud y están a punto de desbancar al PNV, no les hace falta emplear la violencia, pero han sacado muchos réditos gracias a la violencia. Es un movimiento político que debe su éxito a la violencia, la intimidación y la manipulación de la historia, de la educación, etc. Siempre me ha resultado patético ver a Otegui en la diada de Catalunya llevar flores, cuando no había ni pedido perdón ni condenado el atentado de Hipercor, por ejemplo (luego ya vino el pacto de Carod Rovira donde ETA se comprometía a no matar en Catalunya). De ahí que Bildu goce de un escrupuloso respeto y admiración como ejemplo político por parte de la izquierda de este país, me parece algo alucinante.
Por otro lado, no creo que España sea un país muy centralista (ni falta que hace) solo hay que ver el Estado de las Autonomías o los regímenes fiscales del País Vasco o Navarra y la descentralización de importantes competencias como Educación o Sanidad a las CCAA.

JoséLunar escribió:
Puede que tengas razón y vayamos a nuevas elecciones generales, pero sería una situación lamentable a la que nos forzarían los políticos por defender sus intereses partidistas. Convocar nuevas elecciones porque a los partidos políticos no les da la gana ponerse de acuerdo me parece inaceptable. No hay que olvidar que en las elecciones generales elegimos parlamentos, no a un presidente del gobierno. La gente ha votado lo que ha votado, de ahí ha salido un nuevo congreso, y ahora la obligación de los diputados, por mandato constitucional, es elegir a un nuevo presidente del gobierno. Si no pueden serlo ni Sánchez ni Feijóo porque son inaceptables para una mayoría de diputados, pues que busquen a otra persona, siempre será posible encontrar a una figura independiente y prestigiosa que suscite el consenso de una mayoría. El problema es suyo, no de los votantes, que lo resuelvan ellos, los ciudadanos no tenemos por qué volver a votar para sacarles las castañas del fuego.

Yo creo que, sin quitarte razón, los bloques están tan alejados unos de otros que no veo de qué forma lograr un gobierno estable con esa aritmética salida de las elecciones. Solo puede gobernar la izquierda pero en franca minoría. Esta situación me recuerda a la de la República de Weimar, o a la propia situación de inestabilidad de los gabinetes de la II República española. Con la suerte de que estamos dentro de la UE y de la OTAN y eso te da bastante estabilidad como país.

Tanto unos como otros deberían bajar el tono, reconstruir puentes, llegar a unos consensos mínimos. Porque como sigan diciéndose los 'hunos a los hotros' (siguiendo el concepto de Unamuno) no ya lo malos que son, sino lo absolutamente peligrosos que son para el país, la situación puede caer a una zanja difícil de superar luego.

La gente quiere sangre y odio y enemigos, que así se desfogan de sus frustraciones. Basta verlo en redes, tv, a nivel de calle, incluso en este foro. Y los políticos dan a la gente lo que pide, para que les voten. Eso es todo.