Bolindre:No estamos en el caos total donde no existen significados. El signo sigue ahí: significante-significado. Pero la lengua está viva, el texto está vivo, el mundo está vivo. No hemos llegado a la negación total del significado. Unos significantes pueden adquirir nuevos significados. Puedes recibir influencias de otros textos y puedes alterar la norma, transgredirla. Así se suceden los movimientos literarios, artísticos...
Pues creo que en esto que dices se encuentra una posible respuesta a la necrológica de Alma.
Alma: El caso es que tengo que interpretar las palabras de un autor que lleva siglos muerto y del que se ha dicho de todo.
Sí, el autor ha muerto pero no desde que se apagó su vida sino desde el momento en el que emerge su escritura. Sí con mi texto no quiero influir en la realidad sino que se deja a la deriva, se produce esa ruptura, se rompe el cabo que amarraba lo escrito a su autor. Se acabó el despotismo de la autoría.
Así que yo escribo un texto lleno de símbolos y metáforas en el que narro mi experiencia de aislamiento en mi primera infección de covid, alguien que no la conoce lo lee, no puede ni siquiera sospecharlo. "Bueno yo lo que realmente quería expresar es ..." Chisss, es igual, ese texto tiene vida propia y, si no fuera mío sino de alguien más hábil, creativo, genial, ese texto hablaría por sí mismo, qué más da mi padecimiento o el alcoholismo de tal autor o el desamor de tal otro?
Para un crítico, tal vez sean datos relevantes pues recorrería la vida del autor y se detendría en aspectos anteriores al "parto" y supeditaría la "criatura" a tales amores o a tales antojos o a estos dolores del autor.
Que no deja de existir el autor, ni de contar aquello que quiso transmitir pero se distancia del texto. Ya no hay un autor, hay un escritor que nace a la vez que el texto, una mano, alejada de la voz, escribe más allá del origen.
Habéis soñado antes de despertar intensamente? Ocurre cuando uno despierta que trata de reconstruir lo soñado con sus palabras, tratando de explicar esta imagen, el porqué de tal sonido, de un sobresalto, pero ese no es el sueño sino su explicación por quien lo ha soñado. Ese sueño está suelto, con infinidad de sentidos si pudiera ser contemplado o sufrido por otros. No sé si el símil ha sido agraciado, no me ha salido otro, pero escribir un texto podría tener la categoría de emerger una ensoñación y entregarla a otros, a los lectores, como seres sin historia, sustrayéndoles todo secreto y convirtiéndolos en el espacio en el que convergen todas las referencias de sentido que tiene eso escrito.
Cervantes murió, no así el Quijote sobre el que no se ha dicho todo, ni mucho menos.