Al hilo de lo que comentáis, se me ocurren algunas reflexiones. Los exámenes tipo test, para los profesores tienen una gran desventaja y una enorme ventaja que creo que les compensaría hacerlos. La desventaja es que hay que currárselo mucho para hacer un buen examen tipo test que mida el trabajo realizado y lo aprendido. La gran ventaja es que se corrigen en un santiamén. Yo creo que en ese sentido les compensaría.
Pero la verdad, no creo que los profesores de este grado sean partidarios de ese tipo de examen. Y sinceramente, yo, para la mayoría de las asignaturas, no los veo. Entre otras muchas razones porque para los alumnos, hacer muchos exámenes de tipo test, haría que no adquirieran capacidades imprescindibles en un alumno de filosofía, de humanidades, o de otras muhas disciplinas, como son la capacidad de explicar un tema, de exponer unas ideas, de redactar, de sintetizar, etc. Imaginad a un alumno que durante todo el grado sólo ha hecho test; ¿cómo afrontaría después un TFG?, ¿un TFM?, ¿una TESIS doctoral?
Es más, podríamos llegar a la situación de que en unos años, si los profesores se les acaba la imaginación y se cansan de pensar preguntas, las repitieran, como suele ocurrir también con las de desarrollo, y el estudio se convertiría en memorizar las respuestas a unos centenares de preguntas realizadas en años anteriores, posiblemente sin comprender bien lo que se está respondiendo. Es cierto que esto ya ocurre con buena parte de los exámenes actuales, en que se memorizan temas sin entenderlos bien. Pero esto ya es un problema de no plantear preguntas adecuadas. Creo que en parte es debido a que a la hora de corregir exámenes, es más fácil ese tipo de preguntas que no dejan mucho margen a la "creatividad" y la "imaginación" del alumno. Y los profesores, cuando deben corregir centenares de exámenes, pues imagino que intentan ceñirse a esquemas muy básicos.
Respecto a lo de la ortografía, seré muy breve: llegan a la universidad muchos alumnos con una ortografía deficiente o sencillamente desastrosa. Y la mayor parte de culpa no es de ellos, supongo que es del sistema educativo. Y eso lleva a que ya se vean profesores con problemas de ortografía. Y vemos manuales de texto con faltas de ortografía, de gramática, redacción penosa, etc. Se me ocurre que la proliferación de los exámenes de tipo test no ayudaría en este sentido, al contrario, acabaría agravando estos problemas.
He de decir, para acabar, que mis opiniones se basan sobre todo en mi experiencia de exámenes de otras titulaciones (Historia e Historia del Arte), pues en este grado estoy prácticamente recién llegado. Pero sospecho que me voy a encontrar pocas diferencias.