Hola, Zolaris:
El premio Angulema siempre asegura que el cómic tiene un nivel alto, tanto en ilustración como en el guión. De hecho, 'La balada del mar salado' tuvo el premio Angulema.
Casualidades de la vida, el contexto de la frase 'la diferencia entre la ironía y el sarcasmo es la misma que la del suspiro y el eructo' está relacionado con este hilo.
A quien le interese, el argumento del cómic está en wikipedia:
es.wikipedia.org/wiki/La_balada_del_mar_salado
La trama se sitúa en los mares del sur, en la época previa a la I Guerra Mundial. Slütter, capitán de marina alemán, es forzado por orden de sus superiores a colaborar con piratas. Muestra su disconformidad pero no puede denunciarlo porque están muy lejos de Alemania y no sabe si eso es una decisión del alto mando o de sus superiores directos.
Constantemente hace ver a piratas y oficiales la bajeza en la que caen, que están llevando a cabo una guerra sucia. Aunque quisiera, no puede desertar.
No voy a estropear la historia, por si alguien se anima a leer esta joya del noveno arte. No obstante, desde el comienzo se intuye un mal augurio para el capitán alemán. Un oficial australiano se mofa del desdichado alemán. En respuesta a esa falta de consideración, otro oficial le responde esta frase porque sabe que, a pesar de haber colaborado con piratas, Slüter tiene verdaderos valores castrenses y no ha podido evitar que el mando alemán decidiera batallar colaborando con piratas (cosa por otra parte habitual antaño en Holanda, Inglaterra...)
Cabe reflexionar sobre la libertad del oficial alemán, qué podía hacer y, por otra, lo que comentaba en otro hilo sobre la ofensa y el insulto, que son expresiones de la crueldad humana, aunque sea en forma de burla o en tono de humor.
Saludos
PD: la última vez que estuve en el Prado fue durante un viaje de negocios. Las reuniones acabaron antes de lo previsto y en lugar de adelantar el AVE me fui para allá. Dos horitas en la sala de El Bosco. La próxima vez me iré dos horitas o las que sean a Goya. Ya lo hago así, para no acabar como decía la canción
El Museo de las siempre grandes y superiores Vainica Doble