Hola Abel. Casi se me pasa tu respuesta.
(Gracias por no ser muy duro conmigo).
Bueno, es obvio que me faltan unos cuantos lustros para alcanzar tu capacidad reflexiva, pero si me permites la osadía, no puedo estar de acuerdo contigo en lo referente al libre albedrio en los animales.
En mi corto entender, tal como apuntaba al inicio del “tormentoso hilo” cerrado, no acabo de tener clara la equiparación de conceptos entre Libertad, (que no se la niego al resto de animales), y libre albedrio.
Si bien la libertad podríamos incardinarla en un plano social o político, (en el que en cierta medida también transitan los animales), el libre albedrio yo lo entiendo más en el plano electivo de la moral.
Es palmario, como tu comentas, que los animales tienen capacidad de innovar, incluso de crear utensilios para adaptarse al medio y con ello cubrir necesidades, pero ello no les otorga una capacidad reflexiva y tampoco una elección consciente, condicionantes ambos, en mi opinión, necesarios para poder hablar de “libre albedrio”.
Las “elecciones” de los animales nacen de sus impulsos de supervivencia, (individual o de especie), pero no de la reflexión. A menudo podrán elegir entre dos impulsos pero no pueden realizar elecciones morales, es decir, no pueden elegir entre un instinto y un acto moral o unos valores.
El tema seguro que da para mucho más y nuestras compañeras del foro, Aina y Alma, seguro que podrían ponerme a “Fall from a burro”, cuando de animales se trata.
Sea como fuere, me resulta fascinante…