Hola, no me resigno y os escribo lo que había redactado para el hilo del libre albedrío.
¿Qué es esa tendencia de nuestra razón a darle el título de “objetivo”, enlazando conceptos, a algo que es puramente subjetivo? ¿Qué es esta ilusión engañosa, tan natural en nosotros, que no puede evitarse? Inferimos alejados de la experiencia y queremos reducir multiplicidad de conocimientos al mínimo número de principios, por economía, pero ahí acecha nuestra subjetividad. ¿Ilusos, ilusiones? Todos estamos alcanzados de ellas ¿todos ilusos en última instancia? A ilusiones, incluso el más sabio, consciente de ello, está expuesto y, pese a nuestros intentos de no caer en el engaño, nuestra subjetividad se sube sobre nuestro entendimiento y quiere gobernarlo. ¿Es acaso esto una forma determinismo en cuanto al conocer? Oiga, que es algo propio del vulgo que quiere enseñorearse el ir de la pluralidad a la simplicidad, asimilar lo nuevo a lo antiguo, simplificar lo complejo, pasar millas de lo contradictorio… más, más, también ignorar, aislarse, dar por falso lo extraño, vuelta a dejarse engañar. Buscamos seguridad en nuestra vida, estabilidad en nuestro conocer, lo fijo, la verdad, lo quieto y lo convertimos en convicción, en fe, en un reforzar nuestro yo frente a lo incierto. ¿Estamos determinados por ese carácter que nos constituye? ¿No hay cura contra esto? Cuando dialogamos (oral o escrito) ¿Alcanzamos a poner en tela de juicio todo eso que sabemos o sólo repasamos con hilo muy grueso las costuras de nuestro traje de ideas, prejuicios, axiomas, autos de fe… elaborado con mimo durante tantos años? ¿Estamos determinados por esa disposición nuestra también en esto del conocer? ¿No ofrecía Spinoza el conocimiento como una rebeldía a ese determinismo ineludible? Ay ¿Qué tienes Sophia que nos muestras tus labios y nos entra la fiebre de tenerte y nos enajena y nos lanza como perros unos contra otros? Quizá aun no estemos preparados.
No he conseguido entender la “eliminación” de todo un hilo con aportaciones muy interesantes por alguna salida de tono que supongo que, entre adultos, se habría resuelto. La discusión tiene a veces palabras gruesas y tonos bruscos pero ella sola se iba reconduciendo o eso me parecía. “Eliminar” la expresión de ideas… de pronto qué frío entra.