Os propongo un pequeño juego literario. Tenéis que haceros una pregunta. Esta es la siguiente: ¿Cuál sería vuestra lista ideal de los libros escritos en español más señeros de toda la historia?
Yo os diría, por poner los tres primeros únicamente, que los míos son El Quijote de Miguel de Cervantes, La Celestina de Fernando de Rojas y en tercer lugar El Criticón de Baltasar Gracián.
Me gustaría detenerme en el tercer libro de los referidos. Tengo que decir que pocos libros me han entusiasmado tan vivamente como El Criticón, su lectura ha sido un feliz descubrimiento y recorrer sus páginas una deleitosa y provechosa actividad. No deja de sorprenderme, es realmente insólito, a que lugar tan relegado de la fama ha sido condenado este autor tan sobresaliente en España: el donaire de su arte, la donosura de sus chanzas, la prodigalidad de su verbo, la facundia extraordinaria de sus parlamentos, la riqueza expresiva, la originalidad temática y conceptual, la profundidad abisal de sus reflexiones, el dilatado ingenio de sus metáforas… cada cosa de suyo y todo tomado en global visión, hacen de El Criticón un singularísimo ejemplo de obra de arte sublime, algo incomparable en su conjunto.
Su lectura anticipa brillantes y famosas reflexiones posteriores en otros filósofos más celebrados en sus patrias y por la crítica de todos los tiempos. Rescatarlo del olvido es tarea de todos, que sus enseñanzas no caigan en el saco roto de la desidia por parte de los españoles del presente es labor que hay que desarrollar para poner a este autor en el lugar que se merece, entre los mas insignes y preclaros filósofos y literatos españoles de todos los tiempos.