Alekhine escribió:

En efecto, y después de estarlo buscando durante un buen rato, me di cuenta, pensé que el enlace se refería a la imagen. Y lo retiré. Estas fechas que hacen estragos, Alekhine.

Moni escribió:
Me tienes liado, Moni, entre Valladolid y Salamanca; y ahora Palencia.

En Roa no sólo murió el Cardenal Cisneros; esa muerte fue muy oportuna, pues era el Mandamás en Castilla en tanto no llegara Carlos V, que estaba en Flandes. Cisneros viajaba para recibir a Carlos que venía a España y quizá sería un estorbo o una atadura para Carlos y sus ministros flamencos. La leyenda dice que Cisneros fue envenenado en Roa dándole unas truchas.

Pero en Roa también murió, ajusticiado, Juan Martín Díez, El Empecinado, el famoso guerrillero de las guerras napoleónicas, liberal convencido, natural de Castrillo de Duero, pueblo que precisamente está entre Peñafiel y Nava de Roa (aunque está apartado de la carretera general y no se pasa por el pueblo al transitar por esa carretera Valladolid-Aranda, sólo por una Venta que precisamente lleva el nombre del guerrillero). Fue apresado y, antes de llegar a Roa, la comitiva pasó por Nava, donde pasó la noche. Hay un libro de un alcalde de Roa de aquella época que narra esos últimos días de Juan Martín Díez, de gran emotividad. Fue ajusticiado públicamente en Roa, y hoy hay en una plaza de esa villa, junto a la Plaza de Toros, una impresionante estatua de El Empecinado, el torso desnudo y en acto de romper las cadenas del absolutismo que le encadenan las manos.

Estas dos fatídicas muertes han dado origen a una cierta leyenda negra de Roa entre los habitantes de los pueblos vecinos, especialmente Nava de Roa, que siempre fue de tradición liberal, y por ello incendiada por las tropas carlistas al mando del "Tigre de Fuentecén", cabecilla absolutista natural de este otro pueblo de la zona; los habitantes de Nava se refugiaron en las bodegas mientras su pueblo ardía, con excepción de la Iglesia y una casa de la plaza del pueblo, que era de un carlista y que es la única casa antigua de Nava que se conserva. Vivieron allí aterrorizados hasta que las tropas abandonaron el lugar y se fueron reconstruyendo las casas. Así que las bodegas no sólo han servido para hacer vino; también de refugio.

Aclarado el malentendido: había salido "Bloch: religión como utopía". La verdad es que no pensé que esa pregunta fuera referida a Bloch específicamente, al que no se menciona en el enunciado.
Yo al menos contesté de forma más genérica y, aunque por supuesto hice referencia a Bloch, también a la utopía marxista en su versión clásica y a la Escuela de Fráncfort. No sé si el equipo docente quería que se hablar sólo de Bloch. Por un lado, es cierto que en el programa ése es el subtítulo del capítulo dedicado a Bloch. Pero al omitir a Bloch del enunciado de la pregunta, se da a entender que la pregunta se refiere a algo más general que sólo Bloch. Ya veremos.

Este lío tenía montado el otro día con tanto lugar, tomeito, variedades y tamaños y ahora con el vino, me extraña menos. Hace un montón de años que no ando por ahí, pero Peñafiel sí que lo conozco bien. Deberían hacer los exámenes de la Uned por esas tierras, después filosofaríamos mejor, creo yo que adquriría soltura

Pulpo escribió:
Eso, eso, que convoquen un examen masivo de la UNED en el Coso de Peñafiel y que luego repartan unas cántaras para refrescar el gaznate.

Nolano escribó:

En efecto, así es, y en este restaurante-vinoteca El Empecinado, tienen una amplia gama de vinos de calidad para degustar y comprar, lo malo es que luego hay que conducir.

Ya veo que te conoces bien la historia de estas tierras. Así pienso que fue lo del Cardenal Cisneros, mientras acudía a recibir al futuro emperador Carlos. Pero, posiblemente, la gente de esas tierras pretendan incluir al vino en dicha leyenda con el objeto de resaltar, más si cabe, la relevancia de su producto rey, aunque se reste fuerza a la historicidad.


No hay motivo para tal lío. Soy salmantina, como sabes, viví y sigo teniendo familia en Valladolid, y me voy a examinar, cuando las obligaciones me lo permiten, a Palencia. En Madrid, alguna vez me he examinado en el CA de Las Tablas o en el de San Sebastián de los Reyes, y es un follón, pero cuando no hay más remedio, ahí están.

Pulpo escribió:

Y te lo aclaré, Pulpo. Pero, bueno, con la cantidad de personajes interesantes que tenemos en nuestra Filosofía y andáis con estas pequeñeces. Ya está bien, ¡a estudiar!

Nolano escribió:
Claro, para que luego la gente salga diciendo "el mundo es todo lo que es el Coso"...

Moni escribió:
Bueno, eso depende. La venta está a unos tres kilómetros de Nava de Roa. Yo he ido muchas veces en bicicleta, cuando era joven. Incluso se puede ir andando. Así que, por mi parte, ningún problema con el vino.

Es curioso lo de las leyendas locales, ya que hablas de la "historia lugareña". Son esquemas bastante repetitivos. Por ejemplo, muy cerquita de la Venta de El Empecinado el río Duero tiene un angostamiento y pasa por una especie de barranca. Ese lugar lo llaman por la zona el "Salto del Empecinado", porque cuentan que lo saltó el héroe a caballo.

Pero esa misma leyenda se puede leer en otras culturas locales, como en las "Rondaies mallorquines" donde se atribuye un salto parecido con su caballo al Rey Jaime I el Conquistador en el cortado de Alaró. O en la leyenda navarra, en el lugar llamado La Barranca, cuyo salto se narra en la novela de Navarro Villoslada "Amaya o los vascos en el siglo VII" (no recuerdo en este momento qué personaje daba el salto, creo que era Amagoya).

Alekhine escribió:
Pues te garantizo que si nuestro amigo Ludwig hubiera especulado estando en las fiestas de la Virgen y San Roque, en los encierros de Pañafiel que terminan en el Coso, en vez de en una asquerosa trinchera de la Primera Guerra Mundial, la filosofía occidental contemporánea hubiera sido muy diferente

Sí, así es, a mí me encanta llegar a cualquier sitio del mundo, y oír lo que tienen que contar los oriundos de ese lugar. Ya que estamos con D. Miguel de Unamuno, aquella entrañable 'intrahistoria', forjadora y testigo mudo de la Historia con mayúsculas, a la que tan deliciosamente él se refería en su obra En torno al casticismo:

"Todo lo que cuentan a diario los periódicos, la historia toda del "presente momento histórico", no es sino la superficie del mar, una superficie que se hiela y cristaliza en los libros y registros, y una vez cristalizadas así, una capa dura, no mayor con respecto a la vida intrahistórica que esta pobre corteza en que vivimos con relación al inmenso foco ardiente que lleva dentro. Los periódicos nada dicen de la vida silenciosa de millones de hombres sin historia que a todas horas del día y en todos los países del globo se levantan a una orden del sol y van a sus campos a proseguir la oscura y silenciosa labor cotidiana y eterna, esa labor que, como las madréporas suboceánicas, echa las bases sobre las que se alzan los islotes de la Historia. Sobre el silencio augusto, decía, se apoya y vive el sonido, sobre la inmesa humanidad silenciosa se levantan los que meten bulla en la Historia. Esa vida intrahistórica, silenciosa y continua como el fondo mismo del mar, es la sustancia del progreso, la verdadera tradición, la tradición eterna, no la tradición mentida que se suele ir a buscar en el pasado enterrado en libros y papeles y monumentos y piedras".