Ayer le eché un vistazo por curiosidad. No lo conocía. Aunque el libro es cortito, solo he leído la mitad (los cinco primeros capítulos). Si lo termino, será por mera curiosidad.
Para juzgar el libro ,lo primero es pensar a quién va dirigido. En el Prefacio se indica que está destinado a un público universitario que carezca de competencias suficientes para elaborar un buen texto argumentativo. Por otra parte, es un manual prescriptivo, no descriptivo. Poco o nada tiene que ver con un estudio mínimamente serio de la argumentación.
Dicho lo dicho ¿cumple su función? Diría que a duras penas. Sucede muchas veces que un libro afirma estar dirigido a un público universitario y su nivel real es superior. Aquí sucede lo contrario, parte de un nivel excesivamente bajo y emplea un lenguaje infantilizado.
Por otra parte, aunque no tengo nada que objetar a la serie de capítulos propuestos, su desarrollo es mejorable (al menos, los que he leído). No se hace una presentación en condiciones del texto argumentativo. No se realiza una buena definición de sus partes y elementos ni de sus estructuras más habituales(quizás en algún capítulo posterior se incida en lo último). Tampoco se indica cuál es su lugar con respecto al resto de tipos de texto,. Esto es muy importante, porque es un tipo de texto transversal, ya que todo texto o enunciado puede ser considerado como argumentativo.
Debería especificar de vez en cuando que su libro solo es válido para trabajos académicos. Por ejemplo, se rechaza la argumentación emotiva cuando esta puede ser mucho más eficaz en determinados contextos (por ejemplo, un adulto que trate de convencer a un niño para que no cruce la carretera).
Los capítulos concretos no los desarrolla de manera plena. Así, en el capítulo dedicado a la ejemplificación solamente advierte de los peligros de poner malos ejemplos y cómo mejorarlos ,pero no se incide en la importancia de la ejemplificación tanto para ilustrar conceptos generales o abstractos como para demostrar al docente una buena comprensión de los mismos. Además, muestra una excesiva predilección (en todos los capítulos) por argumentos de tipo estadístico.
El tema de las analogías lo desarrolla algo mejor, aunque resulta algo pobre. En el que trata la relación causa-efecto se repite demasiado.
De todo lo dicho se puede deducir que, en mi opinión, no termina de cumplir con los objetivos que se propone (al menos en esos 5 primeros capítulos). Con todo, parece ser un libro exitoso e imagino que habrá docentes que lo consideren útil para su práctica diaria. Si termino el libro, comentaré algo más.
