Entelequia escribió:Pues acabo de leer lo del grecobudismo y me he quedado anonadado.
Como estudiantes de Filosofía que somos, choca el hecho de que nos enteremos de estas cosas por vías extra-académicas, ¿verdad?
El comercio de ideas entre los filósofos griegos y los orientales es evidente. Por ejemplo, en las hipóstasis de Plotino se pueden identificar conceptos fundamentales de la tradición hindú, como
prakriti (naturaleza primordial no evolucionada, indiferenciada, pura potencialidad);
vishesha (elementos o formas específicos, en acto, completamente definidos);
chitta (mente, consciencia) o
purusha (alma, energía); o la conversión hacia el Uno o
samadhi.
Giorgio Colli destaca la vencidad entre la ontología de Parménides y ciertas enseñanzas de la filosofía hindú:
aquí.
Tres ejemplos no tan menores:
Pirrón, el malhadado
Anaxarco o el filósofo cínico
Onesícrito de Egina habían recibido respectivamente las influencias de los filósofos hindúes: Pirrón aprendió la απάθεια (
apátheia) de los yoguis quietistas. Onesícrito había tenido contacto con una secta fatalista no brahmánica famosa por el voto de desnudez y el ascetismo más extremo: Estrabón refiere este encuentro en la región de Taxila; y (si no recuerdo mal) llama βραχμανες (brahmanes) a los integrantes de la secta; pero en realidad no eran brahmanes, sino sarmanes o místicos.
Cuando Averroes, comentando a Aristóteles, afirma que el intelecto es lo inteligido, las palabras del filósofo andalusí parecen coloreadas por el célebre adagio sánscrito:
Tat Tvam Asi.
Una curiosidad:
Existe una antigua obra india de astronomía, de origen occidental, que lleva por título:
Romaka Siddhanta o
Doctrina de los romanos, elaborada sobre la base de trabajos científicos de la época bizantina.
La permeabilidad es total.
Un saludo