Johano K escribió:
Mucha Estética, mucha Metafísica, pero lo que nos gusta de verdad es la bronca.
Así es, pero no porque “la bronca” sea antifilosófica, sino porque es esencial.
Había 40 personas que lo leyeron antes que yo y nadie dio su apoyo ni su rechazo. Pues bien, con la crítica que le hice, las personas que me leyeron se sintieron: o mal porque mi respuesta les pareció “injusta”, “visceral”, “ chulesca”, o lo que fuera. Eso obliga a posicionarse, porque es extremo. Porque es sentimental. No nos posicionamos por razones, sino por sentimientos.
Y luego, una vez que ya hubo respuestas, es decir, una vez que los demás lectores se ven obligados a responder (incluso el propio que había hecho la propuesta), se llega a razones de más peso. Y lo quise agitar aún más con cosas como “deberías darme las gracias”, etc.
Y aquí (muchas veces espero que alguno más se dé cuenta y haga la lectura) aquí lo filosófico: Es decir, ¿hasta qué punto lo extremo, lo abrupto por así decirlo (una crítica extrema, incluso agresiva), obliga a las demás posiciones a tomar forma y salir a la luz?
Pasa constantemente en la vida: los grandes sistemas sociales buscan el conflicto cuando necesitan apoyos o sacar fuerzas (ejemplo, ahora en Catalunya), y cuando se quiere al pueblo aborregado, pues se aplica la no alteración, el no peligro, etc.
En fin, Johano, que así es, has comprendido el movimiento
Un saludo.