¡Hola!
Lo primero perdonadme por haber puesto la cita tan descontextualizada, así suelta no dice tanto como leída en su sitio original:
“Podría haber hablado de este grupo de los dadá en la sección del capítulo precedente dedicada al primitivismo. Allí mencioné (pág. 586) la carta de Gauguin en la que decía sentir que tenía que retroceder más allá de los caballos del Partenón, hasta el caballito de madera de su infancia; y las sílabas infantiles da-da pueden simbolizar un juguete semejante. Ciertamente, era deseo de aquellos artistas transformarse en niños y darle una higa a la solemnidad y la pompa del Arte con A mayúscula. No resulta difícil comprender tales sentimientos, pero a mí siempre me ha parecido un tanto incongruente registrar, analizar y enseñar estos gestos del antiarte con la misma solemnidad, por no decir pompa, que ellos se habían propuesto ridiculizar y abolir. Pese a ello, no me puedo acusar de haber desechado o ignorado los sentimientos que animaron aquel movimiento. Traté de describir el estado de ánimo en el que las cosas de la vida cotidiana de un niño pueden adquirir un significado vivido (pág. 585). Es verdad que no preví hasta qué punto el retorno a la mentalidad infantil acabaría por esfumar la diferencia entre las obras de arte y otros objetos hechos a mano. El artista francés Marcel Duchamp (1887-1968) adquirió fama y notoriedad en base a coger cualquier objeto (al que él llamaba ready-made [ya-hecho]) y firmarlo; y otro artista mucho más joven, Joseph Beuys (1921-1986), que siguió sus pasos en Alemania, sostenía que él había ampliado la noción de arte.
Espero sinceramente no haber contribuido a esta moda —pues pronto se puso de moda— abriendo estas páginas con el comentario de que «No existe, realmente, el Arte» (pág. 15). Lo que yo quería decir, claro está, es que la palabra arte ha significado cosas distintas en épocas distintas. En Lejano Oriente, por ejemplo, la caligrafía es la más respetada entre todas las artes. Pero he aducido también (pág. 595) que hablamos de arte cada vez que algo está tan superlativamente bien hecho que hasta olvidamos preguntar qué es, de tanto como admiramos el modo en que ha sido realizado.” (Gombrich, La Historia del Arte, Editorial Diana, decimosexta edición, 1999, p. 601-602)
Cuando leí en la biblioteca esa sentencia, “Espero sinceramente no haber contribuido a esta moda”, solté una carcajada. Aunque admito que posiblemente en mi mente haya magnificado el significado que Gombrich quería transmitir. El resto del capítulo, no se muestra tan incisivo contra (cierta parte del) arte posmoderno. Pero he rastreado un poco por internet, y me encuentro con la siguiente entrevista, en la que Gombrich, sin la cautela que imagino habrá que mantener al escribir algo tan serio como una “Historia del arte” (aunque la de Gombrich como bien habéis señalado, es –gratamente- subjetiva), decía que en esta entrevista se expresa un poco más libremente contra el arte posmoderno.
La entrevista a la que me refiero es “E. H. Gombrich, (with Martin Gayford) The Knowing Eye: Interview with Martin Gayford, Modern Painters, Vol. 5 (4), 1992, pp.68-71 [Trapp no.1992M.1]”
gombricharchive.files.wordpress.com/2011/04/showdoc103.pdf
Allí podemos leer por ejemplo como equiparan el arte de Bridget Riley a “arte alienígena”
) (que si no me equivoco en cierto sentido es a lo que se refiere Nolano cuando achaca al arte moderno la pérdida de "claves compartidas que ambos, artista y espectador" posean y posibilite la apreciación y comunicación de las obras)
También, en boca del propio Gombrich: “I am very sceptical about certain things which have happened in twentieth-century art. Why is there this need to assign a place, and even a place of honour, to Marcel Duchamp? You can put it in a different way: what made people so excited about someone who painted a moustache on the Mona Lisa and sent a urinal to an exhibition? It is rather awful that all this played such a great part.”
Destacar además cuando le preguntan: “But how about Andy Warhol and his successors?” y él responde: “I'm sure they are cynical. They find it amusing to see how far they can go. It is a kind of superhoax.” O cuando habla del cubismo: “Cubism - although it's sometimes amusing, even nice - is a spoof.” es una parodia.
Gombrich se refiere a muchos artistas posmodernos diciendo: “It is so easy to cheat, although I would not say they are all cheating, because there are so many who really believe in what they are doing. They are deluded rather than cheating.” No creo que estén hacienda trampas, creo más bien han sido engañados…
Parece que en esta entrevista Gombrich deja ver más claramente su posición respecto a cierto arte modernista, ¿no os parece?
¡Un saludo y buenos pensamientos!