Yo fui de los que quedaron gélidos.
El primer año que me matriculé en la UNED lo hice de UTA, ITL, HFA de Oñate, HFA II y las dos historias. La sensación con las tres primeras resultó algo frustrante.
En cuanto a UTA, me sorprendió como el "arte¿? contemporáneo" criticaba a los museos por ser depósitos estáticos que decidían injustamente lo que es arte. Sin embargo, los gurús de turno, unos iluminados que dicen que un tío cortándose las uñas es arte, esos sí que están capacitados para señalar al verdadero artista.
Tengo que decir a favor de la asignatura la disposición del equipo docente en el foro oficial, así como que la mayoría de las lecturas eran de por sí interesantes.
Ahora bien, como yo no comulgaba mucho con el adoctrinamiento se me hizo un poco cuesta arriba. Y eso que no es difícil de aprobar; como llevas todo el material al examen, tan sólo tienes que meter, aunque sea con calzador, alguna de las ideas transmitidas en las lecturas. Y sobre todo, en el análisis de la obra propuesta, señalar como representa una lucha/protesta contra el malvado capitalismo imperante y el asqueroso liberalismo. Da igual cuál sea la obra, con ese tipo de comentarios siempre aciertas.
En definitiva, lo que aprendí, además de lo que leí de Foucault, Adorno, Benjamin, etc., fue que ahora el arte es sinónimo de provocación. Cualquier protesta provocativa contra la sociedad occidental es arte, y el que la realiza un artista (aunque su concepto no tenga cabida en ninguna de las seis acepciones que recoge el
DRAE)