Onofre escribió:¿Estáis de acuerdo con esta perspectiva de Adrados?
Sí.
Donald Kagan afirma que la Guerra del Peloponeso fue comparable a la Gran Guerra. Sigue la opinión de Tucídices, que asegura que el destrozo fue tal, que incluso hizo más daño a los bárbaros la guerra entre los griegos que las anteriores batallas entre atenienses y persas (Termópilas, Salamina y Platea).
La guerra consumió los recursos atenienses: se fundieron las estatuas de bronce dedicadas a los dioses de la ciudad para sostener los gastos de la contienda.
Acabada la guerra, la crisis agraria, la defección de los esclavos y de los artesanos, la ausencia de un mercado interno, sobre todo, y los cambios de poder y de riqueza que ello comportó, aceleró el proceso de destrucción.
Luego, con la vuelta de los esclavos y su mano de obra barata, la pólis acabó por desestabilizarse del todo: el empobrecido ciudadano griego vendía su fuerza de trabajo al mismo coste que la de los esclavos. Para mantenerse, muchos griegos se enrolaron como mercenarios en los ejércitos de los persas (los Diez Mil).
A los efectos económicos de la guerra hay que agregar los sociales y políticos derivados de la imposición de las decarquías espartanas, que despersonalizó Atenas al situar guarniciones de diez espartanos favorables a la monarquía al frente de cada ciudad.