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TEMA: Teología de la Liberación (Breves reflexiones)

Teología de la Liberación (Breves reflexiones) 01 Mar 2019 20:07 #48726

  • elías
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En principio cabría pensar que un teología cristiana (católica y protestante) estuviera bien vista dentro del seno de la iglesia católica ( sólo me voy a referir en lo sucesivo a la iglesia católica) mientras que no estaría bien vista, o no tan bien vista, si no se formara parte de ningún tipo de Iglesia. Pero paradójicamente ocurre justamente lo contrario.

¿Cómo se podría estar en contra de una teología, ya sea dentro o fuera de la iglesia, cuyo opción preferencial fuera los pobres? Sería tanto como estar en contra de una organización no gubernamental, se fuera o no creyente, si su opción preferencial fueran los pobres. Porque en principio todos estaríamos a favor de una opción preferencial por los pobres, al menos, mientras no nos toquen nuestros bolsillos, que en contra. ¿Cómo íbamos a estar en contra de ayudar a los más necesitados y más desfavorecidos?

Es por ello que un no creyente puede ver con buenos ojos, al menos hasta cierto punto, y ya diré cuál es ese punto, una teología de la liberación aunque no fuera creyente en Iglesia o en religión alguna. Lo que más llama la atención es que el mayor rechazo provenga precisamente de la propia iglesia en el seno de la cual nació.

Por supuesto, y no es adelantar ningún acontecimiento, que el problema de la teología de la liberación se da cuando acoge en su seno tesis marxistas.

Si nos ponemos fuera de la creencia en Iglesias o en Dios una persona no tendría por qué ver con buenos ojos a la teología de la liberación, pero al menos, tampoco tendría por qué verla con malos ojos. Es decir, podría considerar que no hace falta recurrir a ningún tipo de teología para realizar esa opción preferencial por los pobres. Pero tampoco tendría que ver con malos ojos, y aunque se apoyara en teologías en la cual el no cree, que una persona desee ayudar verdaderamente para alcanzar la liberación de los pobres y oprimidos. Eso sí, habría un punto, y es ese “punto” al que me referí con anterioridad, que contribuiría a poder verla con muy malos ojos. Pero no por lo teológico sino por lo marxista. Es decir, una persona que fuera atea, por ejemplo, pero fuera capitalista, podría perfectamente estar en contra de la teología de la liberación porque consideraría, y por marxista, que más que liberar a los hombre lo que haría es encadenarlo aún más. Pero insisto, más por marxista que por teológica. Huelga decir que un ateo marxista precisamente no vería con malos ojos dicha teoría de la liberación.

Pero qué ocurre si nos ponemos en el marco de la Iglesia Católica. ¿Por qué ese rechazo, cuáles son las razones?

En primer lugar decir que los ojos con que se vea dicha teología de la liberación depende de dónde se encuentra dicha Iglesia. Es que no es lo mismo si dicha iglesia se encuentra en Europa que si se encuentra en Latinoamérica ( no utilizo el término Hispanoamérica porque incluyo a Brasil). Es que los “ojos” con los que se la verá serán bien diferentes. En los sucesivo haré referencia a Iglesia de Europa (Vaticano).

¿ Cómo es posible que el Vaticano vea con malos ojos precisamente una opción preferencial por los pobres? En primer lugar, y porque es necesario matizar, no es que vea con malos “ojos” una opción preferencial por los pobres, sino la forma de alcanzar tal liberación.

¿ Y cuáles son esas razones? Intentaré ser lo más objetivo posible sin entrar a valorar lo acertado o equivocado de tales tesis. Y me centraré únicamente en cuestiones estrictamente teológicas.

He defendido, acertada o equivocadamente, que el marxismo constituye una inversión del cristianismo. Seculariza las categorías cristianas “bajándolas” a la tierra.

Pues bien, desde ese sistema de referencia, se acusa a la teología de la liberación, y en el plano teológico, de que precisamente acaba por interpretar la salvación, es decir, la liberación, como una cuestión estrictamente política. Lo cual lleva, y todos habremos escuchado la expresión, que se gesta en el marco de la teología de la liberación, de que Jesús fue un “revolucionario”. Es decir, acaba perdiendo su esencia divina para convertirse en un “revolucionario”. Todo lo bueno que se quiera, pero al fin y al cabo, un hombre. Y claro, y como es natural, y al margen de valoraciones, que para una teología católica es inasumible que la salvación, es decir, la liberación, se puede ejercer únicamente en el plano político, y además, que Jesús, o mejor dicho, Jesucristo, acabe por ser desdivinizado. Insisto, intento moverme en el plano de la coherencia teológica, más allá de las valoraciones personales.

En Europa se dio un movimiento anterior al de la teología de la liberación llamado el de los curas o sacerdotes obreros. Fue un movimiento que nació en Francia en torno a los años 40, dentro del catolicismo, y que también llegó, y entre otros países, a España y que consistió en que los sacerdotes se “incorporaban” al mundo o movimiento obrero viviendo como tales. La experiencia, que unos juzgarán como positiva y otros como negativa, mostró que una gran cantidad de ellos acabó saliéndose de la iglesia y casándose. Es decir, acabaron por no necesitar a Dios y por considerar que había otras vías mejores para vivir y ayudar en el mundo.

Pero hay una cuestión que me resulta sumamente interesante y que apenas se conoce en relación a dicha cuestión. Y es la relación entre la teología de la liberación y la teodicea. En realidad está implícita en lo dicho anteriormente pero considero que no se resalta lo suficiente.

Hoy en día se considera, y con razón, que la “roca” del ateísmo es el problema de la teodicea. El de la justificación de Dios. Porque Dios debe de ser justificado ante el sufrimiento existente en el mundo, o mejor dicho, por el excesivo sufrimiento y mal en el mundo. Ya no vale únicamente con unos silogismos , con un argumento cosmológico o con un argumento ontológico para argumentar a favor de la existencia de Dios. Tales argumentos palidecen ante el sufrimiento en el mundo. Desde la teología se han realizado serios intentos para dar dicha justificación, pero la tónica general es que dichos intentos son parciales y desde luego, y por tanto, están bastante alejados de ser definitivos. Pues bien ese excesivo e injustificado (¿injustificable?) sufrimiento en el mundo es en la actualidad el argumento más poderoso de los ateos. Es la “roca” donde pueden apoyar firmemente los pies los ateos sin temor a caerse.

Pues bien, algunos teólogos consideran que la teología de la liberación debe de ser superada precisamente porque acaba escamoteando el problema del mal en el mundo. Acaban desplazando el problema de la justificación de Dios. La teología de la liberación, y al escorarse hacia tesis marxistas, acaba por considerar que el mal y el sufrimiento en el mundo, y al deberse a estructuras político-económicas injustas, puede por tanto ser superado liberando al hombre de dichas estructuras. Por tanto, y para estos teólogos, lo que logra la teología de la liberación, sin pretenderlo, y estando de acuerdo en que toda estructura política-económica injusta debe de ser abolida, es cargar sobre los hombres una pesada cruz cuando es precisamente a Dios a quien correspondería cargar con dicha pesada cruz.
Última Edición: 01 Mar 2019 21:53 por elías.
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Teología de la Liberación (Breves reflexiones) 07 Mar 2021 00:14 #61523

  • Pepi
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elías escribió:

¿ Cómo es posible que el Vaticano vea con malos ojos precisamente una opción preferencial por los pobres? En primer lugar, y porque es necesario matizar, no es que vea con malos “ojos” una opción preferencial por los pobres, sino la forma de alcanzar tal liberación.

Voy a omitir los problemas obvios que tuvieron los cristianos con respecto al comunismo. Kruschev declaró en 1962 que la liquidación del cristianismo tenía que estar terminada en Rusia para 1980. La Paulus Gesellschaft convocó varios encuentros, en Múnich y Salzburgo para establecer un dialogo internacional entre marxistas y cristianos, en el 64 y 65, donde debatieron si eran conciliables ambas posturas.



elías escribió:

Hoy en día se considera, y con razón, que la “roca” del ateísmo es el problema de la teodicea. El de la justificación de Dios. Porque Dios debe de ser justificado ante el sufrimiento existente en el mundo, o mejor dicho, por el excesivo sufrimiento y mal en el mundo. Ya no vale únicamente con unos silogismos , con un argumento cosmológico o con un argumento ontológico para argumentar a favor de la existencia de Dios. Tales argumentos palidecen ante el sufrimiento en el mundo. Desde la teología se han realizado serios intentos para dar dicha justificación, pero la tónica general es que dichos intentos son parciales y desde luego, y por tanto, están bastante alejados de ser definitivos. Pues bien ese excesivo e injustificado (¿injustificable?) sufrimiento en el mundo es en la actualidad el argumento más poderoso de los ateos. Es la “roca” donde pueden apoyar firmemente los pies los ateos sin temor a caerse.

El ateísmo niega cualquier dios, por definición no debería argumentar el por qué Dios permite sufrimiento en el mundo, sino argumentar el por qué saben que no hay Dios, pregunta que nos planteamos tanto cristianos como agnósticos. Por otra parte si quieren argumentar con conocimiento de causa quizás deberían preguntar antes a qué concepto o qué Dios nos referimos, y ya entonces después pueden postularse, lo que algunos definen como "Ignosticismo", el cual podría debatirse si es conciliable con el ateísmo que por defecto ya niega la existencia de cualquier deidad.
Otro problema del ateísmo es que como es lógico no tiene un concepto propio de Dios, entonces para los que tienen una deidad física de dios como la naturaleza costará un poco negar.

A diferencia de los ateos, que se supone saben que no hay Dios, los que se definen a si mismos como creyentes no tienen que probar la teodicea, a no ser que consideres que creencia implica conocimiento los creyentes pueden ser perfectamente agnósticos, con una postura válida y probada, pues sin pruebas aquí por argumentos no se llegan a conclusiones (herencia del principio dialéctico de la verdad), es decir no estamos en posesión de tal conocimiento; y la verdad que abrazan es que prefieren creer que sus seres queridos se encuentran en un lugar mejor y que como seres humanos rechazan la muerte y prefieren cobijarse en la idea de que haya algo después, creencia implica que si analizan sus sentimientos encuentren eso en su interior. Otra cosa distinta es los que dicen que saben y se basan en la "razón o procedimiento científico"
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