Silvanus
En Nietzsche no hay "mundo real", y su crítica a la ciencia está muy distanciada de la que hace Husserl. Piensa que Husserl lo que busca, precisamente, es un sustento, un principio que no plantee dudas. Nietzsche es contrario a todo ello, y de ahí su crítica a cierta parte de la ciencia (una metafísica escondida.
Buen matiz, Silvanus. Es cierto, no es que haya un concepto explícito de “mundo real” en Nietzsche. Aunque sí una insistencia en la idea de la vida, un amar la vida y no evadirse de ella, por haber una metafísica escondida como tú dices, y en este sentido esta cita:
<<El veraz, en aquel sentido osado y último que la fe en la ciencia presupone, afirma con ello un mundo distinto de la vida, del de la naturaleza y del de la historia, y por cuanto afirma ese otro mundo, ¿acaso no tiene que negar precisamente por esta misma razón su pareja contraria, este mundo, nuestro mundo? >> (Nietzsche, La gaya ciencia, libro V)
Al decir al final del texto este mundo, nuestro mundo, eso que niega la ciencia, Nietzsche se está refieriendo ahí a la vida. En La Genealogía de la moral amplia estas ideas diciendo que tanto la ciencia como el ascetismo, constituyen una huída de la vida. Digamos el valor de lo existencial y sufriente, lo que llamamos nuestra vida. Esta insistencia en la vida como valor de lo real es muy clara, como opuesto a las metafísicas y transmundos, creo que te referías también a eso.
Husserl busca lo que no presente dudas como bien dices, y en ese sentido es opuesto al relativismo interpretativo de Nietzsche y podría confundir a algunos, tienes razón, porque Husserl busca evidencia absoluta. (Conozco mejor a Nietzsche que a Husserl).
La relación que les veo es que según Husserl la ciencia se ha alejado de los valores y del mundo de la vida. Hasta aquí es la misma idea que en Nietzsche. Pero como decimos, los dos, Husserl busca algo irrefutable, trascendental, basarse en la estructura de la intersubjetividad, de los sujetos en el mundo en el cual se producen las fundamentaciones de los sentidos de las cosas. En eso es opuesto a nuestro bigotudo anticristo Nietzsche.