Bienvenido, Invitado
Nombre de Usuario: Contraseña: Recordarme
  • Página:
  • 1
  • 2
  • 3

TEMA: Cómo conseguir el libro?

Cómo conseguir el libro? 29 Sep 2016 17:37 #38302

  • DONAU
  • Avatar de DONAU
  • DESCONECTADO
  • Presocrático
  • Mensajes: 67
  • Gracias recibidas 11
Buenas,

No hay manera de que consiga "La república de los fines" en PDF sin que me pida la tarjeta de crédito.... Alguien me puede ayudar?

Muchas gracias!
El administrador ha desactivado la escritura pública.

Cómo conseguir el libro? 29 Sep 2016 18:09 #38303

Creo recordar que el profesor la facilitaba en el curso virtual, pero no estoy muy seguro. En Facebook hay un grupo que se llama "Filosofía en pdf", quizás esté por ahí.
Una vez exclamó a grandes voces:"¡Venid aquí, Hombres!". Y cuando éstos se acercaron, les golpeó con su bastón al tiempo que profería las siguientes palabras:"Hombres he dicho y no inmundicia".
El administrador ha desactivado la escritura pública.
Los siguientes usuarios han agradecido: DONAU

Cómo conseguir el libro? 30 Sep 2016 02:34 #38308

  • Conrado
  • Avatar de Conrado
  • DESCONECTADO
  • Escolástico
  • Mensajes: 5941
  • Gracias recibidas 4773
DONAU escribió:
No hay manera de que consiga "La república de los fines" en PDF sin que me pida la tarjeta de crédito....

Eso es como si alguien pregunta: "¿no hay manera de conseguir una Xbox One sin que me pidan la tarjeta de crédito? Porque vamos, hasta ahí podíamos llegar, pagar por el trabajo de los demás, por favor...". En fin. :pinch:

Bueno, pues no, no debería haber manera de consumir (libros o lo que sea) sin pagar. A menos, claro está, que estemos pensando en volver a "legalizar" la esclavitud. Que en realidad es casi la situación en la que ya se encuentra todo un grandísimo colectivo de trabajadores: los que se dedican al mundo de la cultura (con alguna excepción puntual).

Aun así hay profesores que cuelgan sus libros en alF. Total, como se los van a robar... Es exactamente lo que pasó con el libro Historia de la Filosofía Antigua de Salvado Mas (9 míseros euros valía, y aun así había gente que lo robaba-descargaba). Circulaba de manera ilegal por Internet. De modo que al cabo del tiempo el profesor, rendido al pirateo, lo ofrecía en PDF a sus alumnos. Claro, si el libro ya estaba secuestrado y circulando a toda marcha por la Red. Ya no tenía nada que perder.
David Feltrer Bailén Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla
Graduado en Filosofía (UNED - febrero de 2016)
Estudiante del Máster en Filosofía Teórica y Práctica (UNED - octubre de 2018)
Estudiante del Grado en Geografía e Historia (UNED)
Última Edición: 30 Sep 2016 02:39 por Conrado.
El administrador ha desactivado la escritura pública.

Cómo conseguir el libro? 03 Oct 2016 17:45 #38407

  • DONAU
  • Avatar de DONAU
  • DESCONECTADO
  • Presocrático
  • Mensajes: 67
  • Gracias recibidas 11
He hecho la pregunta porque el profesor dijo (en una de las grabaciones que hay en AVIP) que podemos hacerlo.
Tengo por costumbre comprar o sacar de la biblioteca todos los libros de estudio, no robarlos.
El administrador ha desactivado la escritura pública.
Los siguientes usuarios han agradecido: Conrado

Cómo conseguir el libro? 03 Oct 2016 17:57 #38408

  • Conrado
  • Avatar de Conrado
  • DESCONECTADO
  • Escolástico
  • Mensajes: 5941
  • Gracias recibidas 4773
DONAU escribió:
He hecho la pregunta porque el profesor dijo (en una de las grabaciones que hay en AVIP) que podemos hacerlo.
Tengo por costumbre comprar o sacar de la biblioteca todos los libros de estudio, no robarlos.

Bien. Aclarado. ;)

Pero los del grupo de Facebook "Filosofía en PDF" sospecho que... :S

Volviendo al asunto del libro en cuestión entonces la respuesta es que el profesor lo cuelga en formato PDF en el foro oficial. Al menos así era cuando yo cursé la asignatura. Yo no me lo guardé porque, sinceramente, no me interesa demasiado.

Yo saqué del libro del profesor alguna cita para mis trabajos-examen. Pero no saqué nada en claro de este libro. También es verdad que lo cogí con bastante desgana. No es que la estética sea precisamente lo que más me interese de la filosofía. Sólo lo justo y necesario.

Saludos :)
David Feltrer Bailén Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla
Graduado en Filosofía (UNED - febrero de 2016)
Estudiante del Máster en Filosofía Teórica y Práctica (UNED - octubre de 2018)
Estudiante del Grado en Geografía e Historia (UNED)
Última Edición: 03 Oct 2016 18:00 por Conrado.
El administrador ha desactivado la escritura pública.

Cómo conseguir el libro? 03 Oct 2016 18:16 #38411

  • Ariel
  • Avatar de Ariel
  • DESCONECTADO
  • Socrático
  • Mensajes: 141
  • Gracias recibidas 149
En efecto, DONAU, como escribe Conrado, el libro, que el profesor graciosamente pone a disposición de los alumnos, se encuentra en la plataforma aLF, probablemente en la sección "Documentos", que es donde el profesor cuelga sus libros y los de otros autores que considera pertinentes para el estudio de la asignatura. Es posible que, a partir de mañana, una vez activados los foros, tengamos ya acceso franco.

PD:
Siguiendo los consejos de Conrado, me he comprado el libro en cuestión, aunque en mi caso más que por contribuir a la estabilidad de la economía de mercado, lo he hecho porque me desojo leyendo directamente de la pantalla.
A fabis abstineto
El administrador ha desactivado la escritura pública.
Los siguientes usuarios han agradecido: Conrado, DONAU

Cómo conseguir el libro? 12 Oct 2017 11:34 #41492

  • Postmodernikova
  • Avatar de Postmodernikova
  • DESCONECTADO
  • Presocrático
  • Mensajes: 60
  • Gracias recibidas 30
Mi gato se llama Guantes.
Buñuelos.
Última Edición: 06 Oct 2021 01:18 por Postmodernikova.
El administrador ha desactivado la escritura pública.

Cómo conseguir el libro? 13 Oct 2017 05:08 #41496

  • Conrado
  • Avatar de Conrado
  • DESCONECTADO
  • Escolástico
  • Mensajes: 5941
  • Gracias recibidas 4773
Postmodernikova escribió:
Hola. Andaba yo por el foro, al igual que DONAU, buscando algún alma solidaria que pudiera facilitarme un libro concreto en formato PDF, cuando me he topado con este "generoso" y "anticapitalista" mensaje de Don Conrado.

¿Don Conrado? :lol: :sick:

¿"Anticapitalista"? Me parece que no. Yo defiendo el capitalismo, que no el capitalismo salvaje. Eso es cosa de buenistas como usted, pues ya sabemos a lo que han dado lugar las dictaduras del proletariado: a las mayores concentraciones de bienes del mundo, por cuanto toda la propiedad del Estado está en manos de una camarilla de dizquecomunistas.

Si conoce un sistema político-económico que traiga mayor prosperidad para el mayor número de personas que el capitalismo, pues oiga, no lo dude y publíquelo. Y espero que no sea, como sospecho, el de los más de 100.000.000 de muertos de que se habla en El libro negro del comunismo. Y la cifra sigue aumentando día a día.

Postmodernikova escribió:
No suelo entrar al trapo en estos casos porque tengo otros menesteres mucho más relevantes que atender. No obstante en este caso haré una excepción y sin esperar respuesta por parte de nadie emitiré un juicio de valor no exento de cierta ironía:

Le confieso que no tenía intención de responderle. Pero ha dicho usted muchas mentiras, amén de incurrir en las típicas falacias ad misericordiam (p. 59 de ese documento) y victimismos buenistas tan cacareados en tertulias televisivas, vagones de metro y autobuses de línea que ya aburren sobremanera.

Postmodernikova escribió:
1. "Eso es como si alguien pregunta: "¿no hay manera de conseguir una Xbox One sin que me pidan la tarjeta de crédito? Porque vamos, hasta ahí podíamos llegar, pagar por el trabajo de los demás, por favor...". Así habló Don Conrado... El problema en este primer conjunto de premisas es evidente: se trata de un argumento ad absurdum para intentar explicar (de forma un tanto desafortunada, dicho sea de paso) un hecho tan palmario y, a la par, lamentable, en nuestras sociedades "avanzadas" actuales como es el de un uso normativo y contingente, impuesto por una voraz dictadura del capitalismo de mercado, del dinero como valor de cambio para la adquisición de cualquier tipo de bien o servicio, generalmente de orden material.

Con lo que le he subrayado en negrita ya se ha confesado usted (algo que agradezco, por cierto). Resulta sintomático que hable del dinero en esos términos. Sospecho que es precisamente el dinero lo que hay detrás del falso buenismo a lo María Teresa de Calcuta que tiene usted a mal traer. Las únicas y pocas personas que conozco que realmente desprecian el dinero son todas del mundo religioso (sacerdotes y monjas). En el mundo civil, en cambio, lo que hay es mucha envidia igualitaria y resentimiento, que no sincero buenismo.

Postmodernikova escribió:
Los problemas en este segundo conjunto de premisas caen por su propio peso también: en primer lugar, resulta gravemente lesivo para la dignidad humana, a mi entender, el decir que "no debería haber manera de consumir (libros o lo que sea) sin pagar". Claro, pero entonces, de no disponer, algún ser humano cualquiera, de poder adquisitivo de orden capitalista, cabría la posibilidad de que pudiera este llegar a morir, por ejemplo, de inanición, puesto que no podría consumir víveres de ningún tipo si no es adquiriéndolos con dinero.

¿Hablaba usted de falacias? Pues bien, pone usted en mi boca conclusiones que no se derivan de mis premisas, incurriendo con ello en la famosa falacia non sequitur o de conclusión desmesurada (vaya a la p. 23). Yo no he hablado de la situación de alguien que se esté muriendo de hambre. Ni ese ejemplo es siquiera comparable al de alguien que no desea pagar por un buen libro.

Pero, ya que lo menciona, y si es el caso, antes deberíamos averiguar si la desgracia del susodicho muerto de hambre ha sido debida a la lotería natural o, por el contrario, perfectamente merecida por holgazanería (¿ninis?), aun teniéndolo el victimista todo a su disposición para ser una persona de provecho. Ante lo primero, nada que objetar: por prejuicios cristianos (no soy católico, pero sí cristiano) soy partidario de ayudar a quienes la desgracia les ha asaltado de manera fortuita. A fin de cuentas, eso le puede pasar a cualquiera. En cuanto a lo segundo, mire usted, quien por su culpa muera nadie le llore. El dinero público, siempre tan escaso, no está para desperdiciarlo con aquellos que se han buscado se propia desdicha. Ya sé que a lo mejor usted creerá que los recursos son ilimitados. Pero no lo son. Si alguien, a pesar de tenerlo todo a su disposición, prefiere holgazanear, pues oiga, luego que no se queje de que el capitalismo le oprime. A veces, no lo olvide, la culpa de las desgracias de uno la tiene única y exclusivamente uno mismo, y no el otro (una persona) o lo otro (una ideología político-económica). Ya está bien de echar la culpa a los demás de las desgracias que uno mismo se ha buscado. Recuerde que las personas no somos todas iguales (y no me refiero al ámbito jurídico, por supuesto). Ni tenemos por qué serlo. Las hay más trabajadoras y más holgazanas, aun a pesar de partir de las mismas condiciones iniciales. Soy partidario de una igualdad de condiciones iniciales. Pero a partir de ahí, cada cual que se busque las habichuelas como pueda. El Estado no es una madraza que deba estar para resolver la vida de nadie.

Por favor, si tiene tiempo e interés, lea Del socorro de los pobres, del humanista español Juan Luis Vives. Verá que la idea de clasificar a los pobres en pobres por lotería natural y pobres por merecimiento es una idea antigua pero que sigue vigente hoy en día. Y ya hace mucho tiempo que el humanista español se percató de que hay mucho espabilado que prefiere parasitarear el Estado social y vivir a cuenta del trabajo y el esfuerzo de los demás echando la culpa de todos sus males a terceros.

Postmodernikova escribió:
Recomiendo a Don Conrado que imagine un mundo en el cual él mismo, por las circunstancias que sean, no dispusiera de poder adquisitivo de orden capitalista suficiente como para consumir cualquier tipo de alimento, o agua quizá, que es peor aún. Es evidente que en este nivel de necesidades la cuestión por la supervivencia anula toda normatividad posible y razonable en rededores del uso del dinero como valor de cambio, y por lo tanto la dignidad humana y su poder normativo anula por completo la validez lógica de esta primera premisa.

Nuevamente, una y otra vez, el mismo antiargumento ad misericordiam.

Nótese, además, cómo de manera capciosa se intenta poner en plano de igualdad el consumo de cultura (y más adelante incluso el de la electricidad) con el de algo tan básico como agua: "los libros, como el agua, deberían ser gratis", dice el buenista. Pues no. Los libros son fruto del trabajo de alguien. Ya sé que eso a usted le da igual. Y el agua, por cierto, también se puede consumir "gratis" en fuentes públicas. Yo tengo una al lado de caso y por las noches siempre hay gente llenando garrafas. Sepa usted que en el caso del agua lo que se cobra el es trabajo de canalizarla hasta su casa; o el embotellamiento, en el caso del agua mineral. Pero no el líquido en sí mismo que, efectivamente, es de todos.

Lo que ya no es de todos son las ideas que uno pueda tener y querer plasmar en forma de libro. Y no está de más que paguemos por un trabajo bien hecho, ¿no le parece? Pues claro que no, qué pregunta. Hasta ahí podíamos llegar, ¿verdad? Eso de pagar debe ser cosa de neoliberales.

Postmodernikova escribió:
Cuando la problemática se aborda desde el prisma de la producción cultural, el problema deviene aún más evidente: NADIE debería "pagar" por la información, repito, NADIE, puesto que el libre flujo de información que no implica PROPIEDAD PRIVADA INTELECTUAL es justamente lo que permite que las sociedades humanas se ilustren, se desarrollen científicamente y crezcan hacia una evolución sostenible de la especie. Ya se sabe: LA CIENCIA ES DE TODOS.

Nótese lo tramposo de este antiargumento que equipara la información o el saber con el trabajo de ponerlo a disposición de los demás en forma de libro o de cualquier otro tipo de publicación. No se paga tanto por la información, que también, como dice usted, sino por el TRABAJO de ponerla a disposición de los demás en forma de libro o de paper. En las editoriales hay gente trabajando para hacer llegar la cultura a aquellos que deseen adquirirla en forma de libro. ¿Trabajaría usted gratis? Venga ya.

Nuestra amiga (o amigo, tanto da) confunde la ciencia con los libros de ciencia. También confunde el agua con las botellas de agua. Usted es muy libre de esperar a un día de lluvia y beber la infecta agua que cae del cielo. Pero si desea que le lleven el agua a casa perfectamente depurada, tendrá que pagar a los trabajadores por el trabajo que eso supone. Con los libros de ciencia sucede lo mismo. El saber, dicho en general, no es de nadie. Pero otra cosa son los libros de ciencia, que son el fruto del trabajo de las editoriales. Usted es muy libre de buscarse la vida intentando a hallar manuscritos originales de ciencia. Pero si prefiere la comodidad de tener la ciencia perfectamente encuadernada, tendrá que pagar por el trabajo realizado.

Y lo mismo pasa con la vivienda, la electricidad y un largo etcétera de productos y servicios. Uno es muy libre de vivir en una cueva o cazar sus propios peces como, de hecho, hacen algunas sociedades de esquimales. Pero si deseamos que otros nos "cacen" la comida y la limpien y nos hagan llegar la electricidad hasta nuestros domicilios (como el agua o los libros), habrá que pagarles por su trabajo. O así pensamos los liberales.

Y por cierto, con respecto a la información, lo que usted está diciendo es que no hay que pagar por las ideas. Es decir, si yo tengo una gran idea y la plasmo en forma de libro, película u obra de teatro, entonces para usted eso he de hacerlo "gratis". Y todo para que luego, alguien como usted, se beneficie de mi esfuerzo. En fin, no perderé más tiempo con esto.

Llegados a este punto hable con franqueza y dígalo claramente: a usted no le sale de las narices pagar por el trabajo de los demás (canalización de agua, alimentos, libros o lo que sea). Y los que piensan como usted luego encima van de buenistas por la vida. Intuyo que usted querrá cobrar mucho por su trabajo y no pagar nada por el de los demás. Y para justificarlo recurrirá a todo tipo de subterfugios victimistas y falacias ad misericordiam. Todo muy oído ya.

No conozco peor salvajada ultracapitalista que la que defiende usted: parasitarear el Estado social y vivir a costa del esfuerzo y el mérito de los demás. Que los libros sean gratis y, en general, casi todo. Es decir, robemos a los trabajadores el fruto de su trabajo.

Postmodernikova escribió:
La propiedad privada intelectual no es más que la expresión inequívocamente egocéntrica de los ánimos narcisistas que proliferan por doquier en Occidente a la luz del surgimiento de los movimientos burgueses ilustrados y su soberbia forma de ensalzar al YO como el centro del Universo...

Curiosos los antioccidentalistas que viven y se benefician de la sobreabundancia y la opulencia de esas sociedades a las que tanto critican como otrora hicera el bueno de Herbert Marcuse. El "jefe de la revolución" que, una vez pisado suelo capitalista, liberal y occidental norteamericano, ya no le quedaron más ganas de volver a la Alemania de la que tuvo que salir huyendo.

Vaya, ahora resulta que eso de cobrar por trabajar es cosa gente "egocéntrica y burguesa" (más quisiera yo poder decirme burgués). Sin embargo, nada más ultraindividualista que querer esclavizar al trabajador del sector editorial (y muchos otros) porque a uno no le viene en gana pagar por el trabajo de los demás. Y no, no tengo nada que ver con el mundo editorial.

Postmodernikova escribió:
¿Y si las personas que no disponen de cierto capital desean informarse, precisamente para SER LIBRES, pero no pueden hacerlo porque no tienen dinero? ¿Es "legal" negarles ese derecho a autorrealizarse, más aun si hablamos de estudiar para sacarse una carrera, por el simple hecho de no tener... dinero? ¡Uf! Tu argumento me produce escalofríos.

¿Has oído usted hablar de las bibliotecas públicas? Que yo sepa cualquiera es libre de ir a una biblioteca pública e hincharse a leer libros hasta que el cuerpo aguante. Y no sólo eso, sino también de disfrutar de conexión a Internet "gratis". Así que no me venga con que para leer hay que gastarse dinero. Se lo gastará quien quiera y/o lo tenga. Pero bibliotecas públicas y acceso a Internet "gratis" hay ya por todas partes a día de hoy.

La biblioteca pública y el acceso a Internet pueden suplir las ansias de saber de aquellos que no pueden pagar una matrícula de universidad o comprar un libro. Pero eso sí: para alcohol, tabaco, estupefacientes y vacaciones parece que casi nunca falta dinero. En fechas vacacionales y puentes como el actual del Pilar están casi todos los hoteles y playas llenos. Pero oye, para libros, ni un céntimo, que eso es cosa de gente de mala fe.

Son patentes tanto el resentimiento como la envidia igualitaria que anidan detrás de perfiles como el suyo. Eso sí que produce escalofríos. Y condenar a todo un sector de trabajadores a la esclavitud manifiesta, también.

Postmodernikova escribió:
3. Ya me he cansado de escribir sobre esto, es suficiente. A modo de sucinta conclusión: que hayan profesores a los que no les importe compartir su obra intelectual con los demás, para favorecer gratuitamente el libre flujo de información, es una buena nueva, un hecho dichoso para aquellos quienes solo pensamos en estudiar y no tenemos una mentalidad arrolladoramente capitalista,

No, capitalista no, esclavista más bien.

Postmodernikova escribió:
sino un tanto más humana, más solidaria, más abierta y menos polémica.

¡Ay, qué me parto! Usted sostiene lo que sostiene por DINERO, resentimiento y envidia igualitaria. Lo que hay que leer. A otro perro con ese hueso. A estas alturas el discurso buenista en plan sacerdote de la iglesia del pueblo ya no cuela. En todo caso, me lo creo si lo dice un sacerdote o una monja, pues normalmente obran con el ejemplo. Pero no creo en el discurso buenista que se profiere desde en el mundo civil, con las debidas excepciones de rigor, que las habrá (y es curioso que los buenistas ataquen a la Iglesia, de la que sin duda han tomado su discurso). Aunque yo no conozco ninguna.

Hay que ver la superioridad moral que se arrogan siempre los buenistas. Está por ver qué ha hecho usted por nadie que no sea usted mismo.

Postmodernikova escribió:
Si a Nikola Tesla se le hubiera permitido desarrollar y PRESTAR (pues esa era su intención) aplicaciones para instalar redes de energía desbordada, gratuita, hoy la electricidad sería más limpia, más sostenible y sobre todo, GRATUITA.

Eso, otra vez el mito de lo gratis. Entérese: usted, cuando dice que casi todo ha de ser gratis, lo que está proponiendo es la explotación salvaje del trabajador. Entiendo que a usted le gustaría que el agua, la comida, los libros, la electricidad y un todo lo que necesite para vivir fuese "gratis". Es decir, que fuésemos todos sus esclavos para que tuviésemos a buen satisfacer sus necesidades materiales e "intelectuales". Pero mire, yo es que para esto soy, aunque cueste creerlo, hasta un poco marxista: estoy empeñado en que todo el mundo cobre lo máximo posible por un trabajo bien hecho. Ya ve, todos tenemos secretos que confesar. A fin de cuentas, quien esté libre de pecados que levante la mano.

Postmodernikova escribió:
P.D.: Así habló Libertad.

No, así habló un perfil anónimo de Internet en busca de la esclavitud de los demás. Es decir, donde empieza su libertad parece que ha de terminar la del resto, que estamos obligados a trabajar gratis para usted. Cuesta creer que del discurso de la dictadura del proletariado se derive ningún tipo de libertad, precisamente.

A los liberales de hoy en día, por cierto, les han insultado, vilipendiado, agredido y hasta disparado. Ése si es el precio de la libertad.

En definitiva, no me venga con lecciones en plan católico-buenista, por favor, a menos que sea usted sacerdote o monja. No conozco ni un solo buenista que no obre por mor de su propio y único interés ultraindividual. La hipocresía elevada a la máxima potencia. El victimismo y el recurso a las falacias ad misericordiam están ya muy oídos. Lea Del socorro de los pobres, como le sugerí más arriba, y aparque su resentimiento y envidia igualitarias.

Lo peor del hipócrtia discurso buenista que acabo de criticar (sin mucho esmero, por cierto) no es que haya gente que lo profiera. Que haya quienes quieran vivir del cuento y a costa del esfuerzo de los demás no tiene nada de nuevo ni de particular. Lo peor, sin duda, es que ese discurso incluso haya calado entre algunos sectores liberales. Hay gente más o menos liberal que ha terminado por sucumbir a las falacias y resentimientos de aquellos que consideran que que ganarse la vida trabajando honradamente, con esfuerzo y mérito, es cosa de gente de mala fe. Resentidos liberticidas antioccidentalistas les han convencido de que vivir bien, aun a base de no poco esfuerzo (que otros se ven incapaces de imitar), es algo muy malo. Fue Ludwig von Mises quien ya en su escueto libro La mentalidad anticapitalista (1956) hacía hincapié en estas ideas a mediados del siglo XX.

Los que van de buenistas por la vida apoyan las dictaduras comunistas, que por supuesto, y a nivel de ideología obrera, tienen de comunistas lo que Gil Robles. Únicamente mantienen el totalitarismo político. A nivel económico continúan como auténticos señores feudales. A ellos les dedico la siguiente cita extraída del libro de Mises:

"La economía de mercado, cuando no se halla saboteada por la arbitrariedad de gobernantes y políticos, resulta incompatible con aquellos grandes señores feudales y poderosos caballeros que, otrora, mantenían sometido al pueblo, imponiéndole tributos y gabelas, mientras celebraban alegres banquetes con cuyas migajas y mendrugos los villanos malamente sobrevivían."

Mises se preguntaba

"¿por qué [a los buenistas] les repugna tanto el capitalismo? ¿Por qué añoran siempre los «felices tiempos pasados»? ¿Por qué lanzan furtivas si bien deseosas miradas a la miserable condición del obrero soviético, mientras a la vista tienen el bienestar que sistema capitalista [profiere] sobre los trabajadores occidentales?"

Y la respuesta que dio ya hace varias décadas resulta tan incómoda y políticamente incorrecta como realista (la negrita es mía):

"Puede el sujeto, en una sociedad estamental, atribuir la adversidad de su destino a circunstancias ajenas a sí mismo. Le hicieron de condición servil y por eso es esclavo. La culpa no es suya; de nada tiene por qué avergonzarse. La mujer, que no se queje, pues si le preguntara: «¿Por qué no eres duque? Si tú fueras duque, yo sería duquesa», el marido le contestaría: «Si mi padre hubiera sido duque, no me habría casado contigo, tan villana como yo, sino con una linda duquesita. ¿Por qué no conseguiste mejores padres?».

La cosa ya no pinta del mismo modo bajo el capitalismo. La posición de cada uno depende de su respectiva aportación. Quien no alcanza lo ambicionado, dejando pasar oportunidades, sabe que sus semejantes le juzgaron y postergaron. Ahora sí, cuando su esposa le reprocha: «¿Por qué no ganas más que ochenta dólares a la semana? Si fueras tan hábil como tu antiguo amigo Pablo, serías encargado y viviríamos mejor», se percata de la propia humillante inferioridad.

La tan comentada inhumana dureza del capitalismo en eso precisamente estriba; en que se trata a cada uno según, de momento, haya contribuido al bienestar de sus semejantes. El grito marxista «a cada uno según sus merecimientos» se cumple rigurosamente en el mercado, donde no se admiten excusas ni personales lamentaciones. Advierte cada cual que fracasó donde triunfaron otros, quienes, por el contrario, en gran número, arrancaron del mismo punto de donde el interesado partió. Y lo que es peor, tales realidades constan a los demás. En la mirada familiar lee tácito reproche: «¿Por qué no fuiste mejor?». La gente admira a quien triunfa, contemplando al fracasado con menosprecio y pena.

Se le critica al capitalismo, precisamente, el otorgar a todos la oportunidad de alcanzar las posiciones más envidiables, posiciones que naturalmente pocos alcanzarán. Cuanto en la vida consigamos nunca será más que fracción mínima de lo originariamente ambicionado.

Tratamos con gentes que lograron lo que nosotros no pudimos alcanzar. Hay quienes nos aventajaron y, a su respecto, alimentamos subconscientes complejos de inferioridad. Tal sucede al vagabundo que mira al trabajador manual; al obrero ante el capataz; al empleado frente al director; al director para con el presidente; a quien tiene trescientos mil dólares cuando contempla al millonario. La confianza en sí mismo, el equilibrio moral, se quebranta al ver pasar a otros de mayor habilidad y superior capacidad para contentar a los demás. La propia ineficacia queda de manifiesto.

Justus Moser inicia la larga serie de autores alemanes opuestos a las ideas occidentales de la ilustración, del racionalismo, del utilitarismo y del laissez faire. Le irritaban los nuevos modos de pensar que hacían depender los ascensos, en la milicia y en la pública administración, del mérito, de la capacidad, haciendo caso omiso de la cuna y el linaje, de la biológica edad y de los años de servicio. Insoportable sería, decía Moser, la vida en una sociedad donde todo exclusivamente dependiera de la individual valía. Proclives somos a sobreestimar nuestra capacidad y nuestros merecimientos: de allí que, cuando la posición social viene condicionada por factores ajenos, quienes ocupan lugares inferiores toleran la situación —las cosas son así— conservando intacta la dignidad y la propia estima, convencidos de que valen tanto o más que los otros. Varía, en cambio, el planteamiento si sólo el personal mérito decide; el fracasado se siente humillado; odio y animosidad rezuma contra quienes le superan.

Pues bien, esa sociedad, en la que el mérito y la propia ejecutoria determinan el éxito o el hundimiento, es la que el capitalismo, apelando a la mecánica del mercado y de los precios, extendió por donde pudo.

Moser, coincidamos o no con sus ideas, no era, desde luego, tonto; predijo las reacciones psicológicas que el nuevo sistema iba a desencadenar; adivinó la revuelta de quienes, puestos a prueba, flaquearían.

Y, efectivamente, tales personas, para consolarse y recuperar la confianza propia, buscan siempre socorredor chivo expiatorio1. El fracaso —piensan— no les es imputable; son ellos tan brillantes, eficientes y diligentes como quienes les eclipsan. Es el prevalente orden social la causa de su desgracia; no premia a los mejores; galardona, en cambio, a los malvados carentes de escrúpulos, a los estafadores, a los explotadores, a los «individualistas sin entrañas». La honradez propia perdió al interesado; era él demasiado honesto; no quería recurrir a las bajas tretas con que los otros se encumbraron. Hay que optar, bajo el capitalismo, entre la pobreza hornada o la turbia riqueza; él prefirió la primera. Esa ansiosa búsqueda de propiciatoria víctima constituye reacción propia de quienes viven bajo un orden social que premia a cada uno con arreglo a su propio merecimiento, es decir, según haya podido contribuir al bienestar ajeno. Quien no ve sus ambiciones plenamente satisfechas se convierte, bajo tal orden social, en resentido rebelde. Los zafios se lanzan por la vía de la calumnia y la difamación; los más hábiles, en cambio, procuran enmascarar el odio tras filosóficas lucubraciones anticapitalistas2. Tanto aquéllos como éstos, lo que, en definitiva, desean es ahogar denunciadora voz interior; la íntima conciencia de la falsedad de la propia crítica alimenta su fanatismo anticapitalista.

Tal frustración, según veíamos, surge bajo cualquier orden social basado en la igualdad de todos ante la ley. Sólo, sin embargo, es ésta indirectamente culpable del resentimiento, pues tal igualdad lo único que hace es poner de manifiesto la innata desigualdad de los mortales por lo que se refiere al respectivo vigor físico e intelectual, fuerza de voluntad y capacidad de trabajo. Resalta, eso sí, despiadadamente el abismo existente entre lo que, en verdad, cada uno realiza y la valoración que el propio sujeto concede a su ejecutoria. Despierto sueña quien exagera la propia valía, gustando de refugiarse en onírico mundo «mejor», donde cada uno sería recompensado con arreglo a su «verdadero» mérito."

Notas:

1. Como las falacias ad misericordiam y el victimismo que Postmodernikova ha traído a colación, tan oídos y, por desgracia, sobradamente amortizados.

2. Particularmente postmodernas, como es el caso.
David Feltrer Bailén Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla
Graduado en Filosofía (UNED - febrero de 2016)
Estudiante del Máster en Filosofía Teórica y Práctica (UNED - octubre de 2018)
Estudiante del Grado en Geografía e Historia (UNED)
Última Edición: 13 Oct 2017 06:27 por Conrado.
El administrador ha desactivado la escritura pública.
Los siguientes usuarios han agradecido: TyroneSlothrop, Postmodernikova

Cómo conseguir el libro? 13 Oct 2017 06:04 #41497

  • Postmodernikova
  • Avatar de Postmodernikova
  • DESCONECTADO
  • Presocrático
  • Mensajes: 60
  • Gracias recibidas 30
Me comí los azules... su sabor es como quemar.
Buñuelos.
Última Edición: 06 Oct 2021 01:20 por Postmodernikova.
El administrador ha desactivado la escritura pública.
Los siguientes usuarios han agradecido: Conrado

Cómo conseguir el libro? 13 Oct 2017 06:12 #41498

  • Conrado
  • Avatar de Conrado
  • DESCONECTADO
  • Escolástico
  • Mensajes: 5941
  • Gracias recibidas 4773
Postmodernikova escribió:
P.D.: Si usted no está de acuerdo con nada de esto, ya sabe, siempre puede solicitar al juez de silla el ojo de halcón. Buenos días.

Así funcionan otros lugares en Internet, no éste. Es usted muy libre de decir lo que le venga en gana. Lo único que le van a pedir es que cumpla con unas sencillas normas de convivencia.
David Feltrer Bailén Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla
Graduado en Filosofía (UNED - febrero de 2016)
Estudiante del Máster en Filosofía Teórica y Práctica (UNED - octubre de 2018)
Estudiante del Grado en Geografía e Historia (UNED)
El administrador ha desactivado la escritura pública.
  • Página:
  • 1
  • 2
  • 3
Tiempo de carga de la página: 0.236 segundos