¡Hola de nuevo!
Meses después del primer mensaje que escribí, me reencuentro con algo similar a lo que viví con el cómic de Rwanda. Entre distintos grupos sociales franceses, pueblo que masivamente ha desoído los crímenes mantenidos hacia la población centroafricana, comienza a tener cierto eco la aparición de
Tempête sur Bangui, un testimonio ilustrado de la historia de la RCA y la última guerra -perpetua- en la que se haya inmersa.
¿Cómo está afectando la riqueza de nuestra cultura audiovisual en la recepción de los crímenes actuales en el mundo? ¿Por qué el relato ilustrado es a veces más poderoso que la noticia-fotográfica "clásica"? ¿Es posible que la frialdad-inhumanidad con que se relatan a menudo los sucesos en los mass media (despojados de causalidades y responsabilidades, descontextualizados e irreflexivos) nos esté llevando a generar lenguajes alternativos que tengan mayor acogida y promuevan una conciencia de lo presente más sólida que el mero ir y venir de "sucesos horrorosos que pasan en el mundo"? ¿Es la ilustración el arma de empoderamiento que está permitiendo sacar a la luz cuestiones que, de otro modo, por aburridas para el lector medio-saturado de informaciones y textos, habrían permanecido estancadas...? Me fascina constatar cómo la capacidad de comunicar lo humano se reinventa, cómo la necesidad de que los gritos no sean ya más desoídos se plasma en actos creativos que, de forma transfronteriza, puedan expresar a cualquier otro humano que lo asista la emergencia de acabar con tales horrores...
Gracias por vuestras aportaciones. Cuervo ingenuo, muchas gracias por la mención a Juan Antonio Ramírez, me ha ayudado a asomar la cabecilla en terrenos desconocidos para mí. Estoy aprendiendo mucho con vuestros comentarios y aportaciones, y eso siempre es de agradecer
Un saludo y feliz tarde.