Abro nuevo hilo para tratar las objeciones que rdomenech31 me expresó en uno de sus mensajes en el hilo de oscuridad. Para no mezclar a Sokal con Deleuze, prefiero usar este otro espacio. Al principio había pensado escribir un solo mensaje de respuesta, pero o contestaba de manera escueta e incompleta, o bien me alargaba en exceso. Como las objeciones de rdomenech me parecen interesantes, me gustaría que se debatiesen de manera pausada.
Con permiso de rdomenech copio aquí sus réplicas (si hay algún problema, me lo dices y cambio el formato del hilo). En siguientes mensajes, de manera separada (o no) se pueden ir tratando cada una de esas objeciones u otras que puedan surgir. No creo que sea necesario haber leído el libro de Sokal y Bricmont para opinar. En todo caso, es fácil de obtener en tienda o por internet. Llamaré a los autores SB para abreviar como si fuesen una sola persona.
Sobre el "Escándalo Sokal", que consistió en la publicación de un artículo sin sentido en la revista ”Social text”, véase en Wikipedia
Escándalo Sokal
Futaki escribió:
Pongo mis cartas sobre la mesa. No soy contrario a la oscuridad del lenguaje en Filosofía. Pero antes de entrar en materia, dejadme reflexionar un momento acerca del libro que cité ayer (Intellectual impostures), de Alan Sokal y Jean Bricmont. Solo me ha dado tiempo a leer la Introducción (bastante jugosa) y los dos primeros capítulos dedicados, respectivamente, a Lacan y Kristeva.
Esta obra es una crítica al pensamiento posmoderno y al relativismo. En él se critica que determinados pensadores acudan a conceptos matemáticos o leyes físicas que no dominan con suficiencia. Según los autores, los emplean con el objeto de "impresionar al lector con una terminología rebuscada que no comprende" (el entrecomillado se refiere a Kristeva). A pesar de que tanto Lacan como Kristeva nos advierten de que emplean esos conceptos de manera metafórica, Sokal y Bricmont se empeñan en desvirtuar sus textos.
Los propios Sokal y Bricmont reconocen que los autores advierten de ese uso metafórico, pero se quejan de que no se aclare en ningún momento que significado se le está dando a dichos términos. Si uso un término que tiene un significado normal y lo empleo con otro significado, tendré que explicar como lo uso. A no ser que no quiera ser entendido, o que no quiera ser entendido del todo.
Pero más allá de eso, en la Introducción se enarbola la bandera de la superioridad de las ciencias formales o naturales sobre las sociales o humanas. Y eso sí me parece preocupante.
No recuerdo que esto fuera así, ¿podrías citar algún fragmento donde se vea esto?
¿Cómo un lingüista, u semiólogo o un psicoanalista se atreve a servirse de ejemplos matemáticos para exponer sus ideas? Simple oscurantismo y deseo de notoriedad.
Si no cuantifican nada ni emplean realmente las matemáticas para expresar regularidades, apelar a las matemáticas está de más. Es como si yo formalizo (pongo en el lenguaje de la lógica) una poesía cuando lo que pretendo analizar no es su coherencia lógica sino su estilo literario. El lenguaje de la lógica no sirve para eso, así que si yo lo hiciera sería lícito sospechar que lo hago solo por pedantería, para impresionar a mis lectores con mis conocimientos técnicos aunque estos no sean pertinentes para el tema tratado.
Personalmente. el oscurantismo de Lacan no lo veo en su uso de las matemáticas, sino en la presuposición de que su auditorio conoce con soltura las ideas de Freud, Klein, Jung o cualquier otro psicoanalista anterior. Y es lógico porque muchas de sus obras publicadas son seminarios.
Freud (aunque a mi me parece que lo que hace es pseudociencia) no es en absoluto oscuro. Lacan sí que lo es, y no porque use terminología técnica procedente del psicoanálisis, sino porque inventa términos nuevos sin definirlos en ningún momento y porque emplea términos de otras disciplinas sin aclarar el sentido que les da y sin que su sentido normal sea pertinente. Por ejemplo, cuando usa figuras topológicas para describir la "estructura" de enfermedades mentales. Cuando hace eso no puede estar hablando literalmente (ya que ello sería absurdo), pero no nos aclara cómo debemos entender lo que dice.
Por otra parte, Sokal y Bricmont cifran la impostura únicamente en el campo de las ciencias sociales y en el postmodernismo, cuando el fraude en las publicaciones es generalizado.
Es que lo que hacen es criticar un tipo concreto de fraude que no es habitual en otros campos. Sokal tiene otro libro (Creo que titulado Más allá de las imposturas intelectuales) en que critica las pseudociencias y explica cómo algunas creencias pseudocientíficas se originaron en casos de fraude científico. Un libro que critica las malas prácticas científicas en la investigación médica sin caer en teorías conspiranoicas es Mala farma del psiquiatra Ben Goldacre.
Personalmente cualquier libro de Física me parece indescifrable debido a mi total ignorancia sobre esta rama del conocimiento, salvo que sea muy sencillito (nivel 1º ESO). Por tanto, me sería imposible deducir si todos o la mayoría de los físicos son claros y precisos. En todo caso, ya no estamos en los tiempos de Aristóteles; ni siquiera en los de Leibniz. Vivimos en tiempos altamente especializados y cada ciencia o rama del conocimiento emplea su jerga y sus estilos. Ignoro si en Física, en Matemáticas, en Química, etc., es posible valerse de la oscuridad de la que se valen algunos filósofos. En mi opinión, en Filosofía sí es posible.
Yo veo una clara diferencia entre textos que son difíciles por los conocimientos que presuponen y aquellos que lo son por estar inundados con términos extraños de los que nunca se aclara el significado (por no hablar de que en los textos técnicos de físicos o matemáticos se respeta la gramática).
Pongamos el ejemplo de las feministas. ¿No es lógico que algunas de ellas traten de subvertir el lenguaje si pretenden subvertir la orden social establecido? ¿Que en lugar de hablar de machismo hablen de "falocentrismo", "sociedades patriarcales" y mil términos más? ¿Que se desprendan de los términos que, según ellas, han sido impuestos por los hombres? Podremos estar de acuerdo o no, pero diría que es coherente.
Yo soy ateo y cuando me desespero mucho (cuando trato de leer a Deleuze o a Derrida, por ejemplo) uso expresiones como "Dios mío". Ello no me hace menos ateo. Nuestro lenguaje refleja la historia de nuestra cultura. Cuando la cultura cambia, también lo hace el lenguaje y suelen quedar restos de elementos culturales pasados que no pasan de ser meras curiosidades. La de si cambiar el lenguaje contribuye a cambiar el orden social es una cuestión empírica, y los datos empíricos no parecen respaldar esa idea. De hecho, si pretendemos cambiar las ideas de alguien, seguramente tendremos más éxito si nos entiende con facilidad.