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TEMA: Hegel. Fenomenología CapIV. La verdad de la certeza de sí mismo. Parte 4ª.

Hegel. Fenomenología CapIV. La verdad de la certeza de sí mismo. Parte 4ª. 19 Dic 2023 02:48 #80627

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"Esta conciencia desdichada, escindida dentro de sí" dado que la contradicción es de su esencia "se es así una única conciencia", pero en cuanto llega al reposo en su unidad se ve de nuevo expulsada de ella, "su retorno verdadero hacia sí misma, o su reconciliación consigo, expondrá el concepto del espíritu que ha llegado a ser vivo y ha entrado en la existencia". Es en el espíritu ¡solo en el espíritu! donde "la única conciencia indivisa, es una conciencia doble". ¿Comprendes? Ella misma -la conciencia indivisa que es una conciencia doble y que puede ser así en el espíritu- no es todavía esencia misma y unidad de ambas "es tan solo la unidad inmediata de ambas, pero ambas... contrapuestas, a saber, la simple e inmutable" que es la esencia y la otra que es "múltiple y mudable" que es lo inesencial. Ella misma, por ser la conciencia de la contradicción "se pone de lado de la conciencia mudable y es lo inesencial". La inmutabilidad y esencia simple ha de "liberarse de lo inesencial, esto es, de sí misma".

Prosigue el filósofo su argumento: "la conciencia, es solo el movimiento contradictorio en el que lo contrario no llega a reposar en su contrario, sino que vuelve a generarse de nuevo en él como contrario". "Se trata... de una lucha contra un enemigo... la victoria es más bien un sucumbir" y alcanzar lo Uno es más bien perderlo en su contrario: "la conciencia de la vida, de su existir ahí externamente y de su actividad no son más que el dolor por ese existir y ese hacer, pues ella -la conciencia de la vida- solo tiene en esto la conciencia de su contrario como esencia -¿el dolor?- y de la propia nulidad. De ahí pasa a la elevación hasta lo inmutable".

Aquí hay que decir que no se sabe si eso es la materia y la forma de la Vida. La vida y su conciencia, creo yo, siempre la habíamos entendido nosotros como un poco al margen de todas esas cuitas. La vida es algo neutro, como los planetas y las estrellas, un fenómeno cosmológico, no es ni bueno ni malo, ni deseo ni dolor, ni femenino ni masculino. La existencia como lo que hay al lado de la vida, es también algo neutro: la luz no sufre ni se complace, el viento no goza ni sufre, las rocas no se duelen ni disfrutan, solo están ahí para existir, para mantenerse y para desaparecer. También las cosas de la vida, de la biológica y orgánica, entendidas como existencia están ahí para eso, para mantenerse y más tarde desaparecer. Lo vivo tampoco sufre ni se complace, tan solo vive. El pensar, incluso, es algo neutro, no es dicha ni dolor, solo piensa.

"En la experiencia... descubre la conciencia... ese brotar de la singularidad EN lo inmutable, y de lo inmutable EN la singularidad". Ahora el modo triple: "primero es una cosa inmutable, contrapuesta a lo singular en general, luego es ello mismo singular contrapuesto a otra cosa singular, y finalmente es uno con ella -con la cosa inmutable-". Nosotros pensamos que es así lo que quiere decir el filósofo, pero también podría ser que una cosa singular es uno con la otra cosa singular. En fin. Pero esto es aún para nosotros, y solo se ha originado la inmutabilidad como inmutabilidad de la conciencia que no es la verdadera "sino que arrastra todavía algo opuesto y no se ha originado lo inmutable en y para sí mismo". Por eso, "la conciencia inmutable guarda dentro de su configuración misma el carácter y el fundamento del ser-escindido y del ser-para-sí frente a la conciencia singular".

Se suceden ahora unas secuencias de aspecto hipostásico que recuerdan mucho los afanes del alma universal para unirse con el Uno expuestas por Plotino en las Enéadas. Dice Hegel que en la configuración de lo inmutable el momento del más allá permanece y se consolida. Tal momento, ahora, está frente a la conciencia "en el modo de un Uno sensible... la esperanza de llegar a ser una con él tiene que seguir siendo esperanza... quedar sin cumplimiento y sin presencia, pues entre ella y su cumplimiento se yergue justamente la contingencia absoluta -yo mismo o Hegel- o la indiferencia inmóvil".

"La conciencia escindida... perseguía cancelarse en cuanto singular y llegar a ser conciencia inmutable", ahora su afán "cancela su relación con lo inmutable puro no configurado, y se da a sí... la referencia a lo inmutable configurado", "el que lo singular y lo inmutable sean Uno es a sus ojos, a partir de ahora, esencia y objeto". La conciencia inesencial que persigue este ser-uno es un movimiento triple: "primero como conciencia pura, luego como esencia individual... deseo y trabajo; y tercero como conciencia de su ser-para-sí".

Esto es lo que Hegel quiere tratar y explicar a continuación.

"Considerado como conciencia pura, el inmutable configurado -ecce homo expositus o Xto, como aseguran los comentaristas que Hegel se refiere- en tanto que es para la conciencia pura, parece venir puesto tal como él es en y para sí mismo..., cómo sea él en y para sí mismo, es algo que..., todavía no se ha originado. Que él estuviera dentro de la conciencia..., es algo que tendría que partir de él, más bien que de la conciencia", su presencia aquí solo se da a través de la conciencia, pero esta conciencia no es perfecta ni es de veras, está lastrada de imperfección o de una oposición.

Aquí, pues Hegel ha cambiado en su idioma el género neutro por el personal masculino y ha fabricado el Inmutable Configurado. Pero para mí -que no es esto- no me cae bien el Xto, pero sí lo hace "Ecce Homo Expositus" y podría hacer de éste, y de Xto por supuesto, una unidad, cosa que no puedo hacer con la conciencia ya que debe seguir siendo una conciencia doble.

Dice Hegel que "Sin embargo, la conciencia desdichada", aunque no pueda ser el inmutable configurado "está por encima del pensar puro" según que esto es el pensar abstracto del estoicismo y el pensar inquieto del escepticismo... "ella está más allá de ambos -alemán el tío- congrega y mantiene juntos el pensar puro y la singularidad", pero no se eleva todavía al pensar donde "la singularidad de la conciencia está reconciliada con el pensar puro mismo. Antes bien se halla en este término medio...".

He aquí pues el auténtico "ecce homo expositus" que nos propone la "nueva filosofía alemana, el Inmutable Configurado. Existe, no obstante aquí, una serie de curiosas connotaciones paleoantropológicas, incluso se podría llamar divertidas connotaciones paleoantropológicas, algo que pudiéramos visualizar o performar si en lugar del INRI, en lo alto de la cruz de Xto ponemos otro cartel que diga: HOMO SAPIENS. Buena pues la formó también Linneo, otro chico del norte, llamándole a la sola especie humana "homo sapiens". Recordemos que Jesucristo aparece sin más en un lugar por excelencia de configuración de la especie Homo Sapiens, y que es un homo sapiens al que han pillado precisamente en eso, en su sabiduría.

Ya ven pues ustedes, señoras y señores, que los chicos del sur también sabemos decir burradas. Hay que canalizar esto. Yo personalmente estoy orgulloso de mis raíces neandertales cavernarias de la península ibérica. Parafraseando a Ortega, podríamos decir, no solo de mí, sino de cualquier paisano, que "yo soy yo y mis características".

Además, ¿qué otra manera de ecce homo expositus podría advertirse como Inmutable Configurado que no fuese el Xto-Homo Sapiens? Pues el homo neanthertalensis cavernario. Hegel es un neanthertal que le está diciendo a sapiens que es más listo que él.

Además es que ahí al formalizar el inmutable configurado ha habido un asesinato, un crimen de algo y de las dos premisas del silogismo lógico, solo una de ellas puede seguir adelante para que sea lo verdadero y esté vivo. En este caso entre conciencia y el inmutable configurado lo que sigue es pues la conciencia.

Esta situación, no obstante, en el silogismo lógico no es de ahora mismo, sino que viene lastrada desde los inicios, desde su misma consideración aristotélica. Solo uno de los dos enunciados en el silogismo lógico puede seguir adelante y estar vivo, más ¿qué sucede o sucedió con el otro?, pues que está muerto, debe quedarse atrás y morir o permanecer para siempre en su mansión de Negación Absoluta. Es pues necesario para que haya justicia, para aniquilar para siempre la "ley de Talión", devolverle la vida al muerto. Lo que va a hacer Hegel, pues, y lo que ha hecho y va a hacer a lo largo de la Fenomenología es devolverle la vida al muerto de la otra premisa del silogismo lógico. Para hacer la justicia, ¡su justicia!.

Si pues lo inmutable configurado es lo otro de la conciencia y lo que sigue es la conciencia ¿qué es lo que sucede ahí con el inmutable configurado? ¡es el muerto!, algo a lo que hay que devolver la vida para hacer la justicia en el silogismo, y algo que permanece ahí, esperando desde siglos a que alguien como Hegel llegue a rescatarlo.

Ahora Hegel, una vez hecha su justicia, se pone de parte de las víctimas, al estilo de los abogados, es una de ellas, como integrista, protestante y alemán. Pero es que él ¡es el inventor del protestantismo!, puede decirle lo que quiera al resto de las gentes que hacen el universo protestante. Dice que: "Ahora ella -la conciencia pura-, por así decirlo, tan solo se dirige al pensar y es devoción", "un pensar musical que no llega al concepto, el cual sería el único modo objetual inmanente". Este sentir infinito, puro e interior no entra como concepto sino como algo extraño, "lo que hay aquí es el movimiento interior de un ánimo puro que se siente a sí mismo, pero dolorosamente, una nostalgia infinita que tiene la certeza de que su esencia, es ese ánimo puro, pensar puro que se piensa como singularidad". "Esta esencia es el más allá inalcanzable que al atraparlo huye, o mejor dicho ya ha huido. Ya ha huido...". "Allí donde se lo busque, no se lo podrá encontrar, pues se supone que es justamente un más allá, un ser tal que no puede ser encontrado".

Hay que preguntarse pues si el Inmutable Configurado está bien configurado. Habría que conseguir para él una unidad que represente, una unidad en la que juntar la diversidad de las autoconciencias, incluida la autoconciencia libre, presentes en el hecho y arriba hacia la máxima apercepción de las cosas que es la vida, conseguir para él la experiencia de algo simple que está ahí, no que sufra o deje de hacerlo. El Inmutable Configurado, al igual que el Xto, es algo también a considerar como fin y término de las cosas, algo que solo consigue su liberación con la muerte. No es ni más ni menos que un mal fin y término para una existencia, un fin y término sorprendente y fuera de lo normal. Hubiera sido mejor que esa existencia, en el caso del Xto, una existencia de luz y sabiduría, hubiese alcanzado un desarrollo ideal y se hubiese cumplido y envejecido en una casita al lado del Lago Tiberíades. Hubiese sido mejor que la existencia del inmutable configurado se hubiese originado tal como es él, en y para sí mismo, y que el hecho de que estuviera o no dentro de la conciencia no partiese de él mismo, sino de la propia conciencia.

"Por eso a esta conciencia -la conciencia desdichada se entiende- lo único que puede hacérsele presente es el sepulcro de su vida", pero que como esto es una realidad efectiva "y va contra la naturaleza de esta el consentir una posesión duradera, esta presencia del sepulcro no es más que la lucha de un esforzarse de lo que se ha de salir perdiendo".
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