Me parece muy oportuno el mensaje de Ksetram. Como miembro de Arjaí intervine en la discusión que mantuvimos sobre el "caso Alma", y asumo en la parte que me toca la decisión que se adoptó.
Es un clásico en el foro que cuando se adopta alguna medida disciplinaria respecto de algún usuario, siempre hay alguien que discrepa. No creo que esto se pueda evaluar en términos de error o acierto en la decisión. El error es un defecto del conocimiento, no un asunto moral. Lo que ocurre es que la Administración del Foro evalúa los intereses en juego de una forma distinta a como lo hacen algunos otros miembros del foro.
La cuestión es antigua en Filosofía, y así aparece la paradoja del fiat iustitia et pereat mundus. Muchos, llevados por la pasión justiciera, por la intransigencia ante la injusticia, claman: "¡Que se haga la Justicia, aunque eso suponga que perezca el Mundo!". Sin darse cuenta de que, si perece el Mundo, ¿dónde tendrá lugar esa Justicia que desean tan apasionadamente? Si el Mundo desaparece, desaparece con él el sustrato donde debería tener lugar la Justicia. El dilema es el mismo que el que planteó Max Weber al contraponer la "Ética de la convicción" y la "Ética de la responsabilidad".
Como bien expone Ksetram, el interés principal de la Administración y la Moderación del Foro es que el Foro subsista, como sustrato previo a que tengan lugar los debates, los intercambios de opiniones y la libertad de expresión de los usuarios del Foro. Porque si desaparece el Foro, ¿dónde iban a tener lugar los debates?
Evidentemente, otros Foros hay a montones. Pero ahí entra en cuestión la "libertad de expresión" que reclamó Falcón6969. No es posible dentro del ámbito limitado del Foro cercenar la libertad de expresión de nadie; no se violenta a nadie ni se le pone una mordaza, porque tranquilamente puede expresar su opinión en otro sitio que, como digo, los hay a montones. La expulsión no conlleva violación de ningún derecho humano, sino simplemente decirle a alguien que no es bienvenido en nuestra pequeña comunidad. ¡El derecho a la libre deambulación de las personas no me obliga a dejar entrar a cualquiera en mi casa!
Pero, aunque así no fuera, sigo pensando que hay unas prioridades a la hora de evaluar los intereses en juego al tomar decisiones. Y algunas prioridades son básicas y previas a todas las demás. Pongo un ejemplo, tomado de la película "Malditos bastardos", que casi todo el mundo habrá visto. El granjero francés del principio tiene escondidos debajo del suelo de su casa, a una familia de judíos. ¿Se le ocurriría a alguien pensar: "¡qué tío más cerdo, tener a unos judíos viviendo bajo el suelo en condiciones insalubres! ¡Qué violación del derecho humano a una vida digna!" Pero creo que nadie pensaría eso: la vida a secas de los judíos es previa a la vida en condiciones dignas de habitabilidad.
Pues lo mismo: antes de reclamar un derecho de libertad de expresión en este Foro, debe existir el Foro y no ser puesto en peligro. Eso es prioritario, me parece.
Finalmente me gustaría hacer un comentario más sobre la expulsión de Alma. Cuando adoptamos la decisión, previa discusión y votación (que no fue unánime), igual que hacemos cuando adoptamos otras medidas sancionadoras, procuramos dar la mínima publicidad posible al asunto para no perjudicar al sancionado. Me parece que una vez que la cuestión ha salido a la luz pública y han aparecido los "defensores" de Alma creo que flaco favor se le ha hecho a esta usuaria, si es que es la misma Aina, que eso yo no lo sé. Basta leer los últimos mensajes de esta para darse cuenta de que ante un observador imparcial, esta persona no sale bien parada, en muchos aspectos. Que esos ardientes "defensores" de Alma evalúen si con sus intervenciones le han hecho un favor o han contribuido a que muestre un perfil bastante cuestionable desde el punto de vista moral.
Léase el Capítulo III de la Primera Parte de El Quijote (escena de Juan Haldudo y su criado Andrés), que es muy ilustrativo de cómo a veces, queriendo hacer el bien de buena fe, empeoramos la situación del "beneficiario" de nuestros actos bondadosos.
Un saludo.