A ver, lo que intento decir es que damos demasiadas cosas por sentadas y nos apresuramos a juzgar sobre cuestiones de las que no tenemos ni idea. Ni la tendremos. ¿Cuántos seres humanos han muerto en la convicción de que la Tierra era plana antes de que se asumiera que el (juro que iba a escribir bocadillo) giro copernicano estaba justificado? ¿Cuántas personas habrán sido ejecutadas a lo largo de la Historia siendo inocentes, y su inocencia no saldrá a la luz jamás? Y los ejemplos pueden multiplicarse. Esto es un antiElogio de la razón humana, simplemente. Y una deconstrucción (buenos días Xna, ahora hablo contigo) de la extrañísima y sin embargo parece que asumida afirmación "la verdad siempre sale a la luz".


Ps. Xna, creo que no te ha gustado mi mensaje pero el café no me ha hecho aún efecto y no tengo ni pajolera idea de lo que intentas decirme. Ya si eso, más tarde, lo releo.

ksetram escribió:
Empiezo por el final. No hablo en ese tema de la apariencia-realidad, de la duda cartesiana, sino del Principio de no contradicción. Un bocadillo no puede tener y no tener pimientos. Si el bocadillo tiene pimientos verdes fritos, entonces es un bocadillo con pimientos. Pero no puede tenerlos y, a su vez, no tenerlos.

Endispués. La idea del rebaño. El rebaño es una metáfora que, evidentemente, en el plano sagrado hace referencia a los miembros de una comunidad que comulgan con unas creencias. “El Señor es mi pastor, nada me falta”. Pero no hay que confundir a ese pastor, al líder, con los falsos profetas. Ahí es donde está el quid de la cuestión.

Los falsos profetas nos venden que su idea es la válida y los demás somos borregos. Yo opino de otra manera. Las ideas son plurales y cada uno acepta la suya dependiendo de sus experiencias, circunstancias vitales, herencia, etc. No es la idea orteguiana de la separación entre élites y masas, porque en una sociedad democrática como la nuestra, todos tenemos acceso a una cultura mínima Si hay alguien que se cree que nos implantan microchips con las vacunas, se debe a sus propias creencias fruto de su ideología, que a su vez es producto de las circunstancias anteriormente citadas.

Uno de los nombres que Xna ha citado es ejemplo perfecto del perfecto idiota (con perdón) que se cree que los demás son borregos. Houellebecq, el inconformista, el rebelde. El necio. Es típico producto de nuestra época. Un tipo con unas mínimas dotes literarias que imita en su estilo a Henry Miller, pero sin tener su talento. Que necesita ser protagonista con sus excentricidades. Que arremete contra la sociedad contemporánea para formar parte privilegiada de ese sistema. Un falso poeta maldito. Es la majorette del liberalismo, el niño malo que se forra a costa de quienes dicen no ser borregos.

Muchos hablan de los borregos y pocos reconocen serlo. Me gustaría que alguien dijese “Yo soy borrego, y me doy cuenta, porque mi Dios es Houellebecq, o Trump, u Orbán”. Pero no. Quienes tachan a los demás de borregos suelen ser iluminados, pero seres de luz opaca. Yo no me siento borrego, pero tampoco creo que sea borrego el que piensa diferente a mí.

Nada que decir sobre el principio de no contradicción, que no sé qué pinta aquí.
Tú dices que todo el mundo tiene acceso a un mínimo de educación. Pues bien, eso ya lo decía Ortega, y su teoría era que la acumulación de conocimientos no iba necesariamente aunada a un aumento del saber. Lo importante era la actitud, no bastaba con leerse todo lo referente a las vacunas Covid y al caso Rubiales.
Sobre la prepotencia del que llama borregos a los demás, quien esté libre de prepotencia tire la primera piedra. Tú acabas de defenestrar (bueno, lo has intentado) a Houellebecq, y dudo que en tu vida hayas escrito nada que le llegue a la suela de los zapatos. Lo mismo cabe decir de Drieu La Rochelle, un, para mí, excelente escritor.
Bueno, os dejo, que he de mejorar unos párrafos del Quijote. Lo sobrevalorado que estaba Cervantes, si ni sabía escribir.

Has acertado. No me ha gustado ni un poco tu mensaje y mira que a veces te he leído cosas muy buenas pero èsto es quizá lo más grosero que hayas escrito.

No creo que la edad autorice a nadie a insultar a otros. Lanzas el mensaje al aire pero te cubres tratando de desactivar una posible réplica "egocéntricos y mal pensados, no va por nadie, bla, bla"... e inmediatamente pones el foco en alguien y apelas a los demás para que reparemos en ello "todos habéis visto, todos habéis leído" así que de un plumazo te echas a la espalda las dos maniobras engañosas o falacias que atribuyes e esos supuestos otros (ad hominem, ad populum).

Detesto el insulto gratuito en todo medio, oral o escrito. Hay locutores de radio que no escucho por principios (F.Jimenez Losantos, Herrera...) La supuesta superioridad moral o intelectual que se atribuyen, no la aprecio por ningún lado, tal vez la agudeza en la composición del exabrupto...? Leer a Catulo, a Juvenal..., Nada ni a la punta del zapato les llegan, solo veo vociferantes.

Creo que no has entendido nada. No era mi intención ser grosera. En todo caso, ya hace tiempo que me vienes cayendo mal y tus mensajes me parecen infumables, así que mejor no perdamos más el tiempo la una con la otra.

Un ser solitario es una bestia o un Dios, soy borrego, reconozco que necesito de los demás.

Falcón 6969 escribió:
Yo no. Soy una gata atrapada en el cuerpo de una mujer. Con que me den whiskas y agua y no me golpeen, maten ni torturen, me doy por satisfecha. Espero impaciente el día en que aprueben las operaciones de reasignación de especie.

Intuyo que hay más gente que tiene tus mismos deseos, para contigo.
A mi, no obstante, ese rollo gata “gufando” dice mi hija de la suya cuando la cabrea, no me termina de disgustar.

Yo también lo intuyo. Y me alegro. Veo en el horizonte algunas donaciones para mi operación.

Pues vaya novedad, ni nunca te han gustado mis mensajes, ni jamás te he caído bien y eso realmente es un aliciente. Tal vez no te refirieras a nadie esta vez, lo has hecho tantas veces que casi ya no lo distingo, aunque el insulto me siga produciendo dolor de oídos.

Sea entonces. Ya charlaremos cuando te lo pida el cuerpo. Yo siempre estaré receptiva, es un gen de mi familia