Anuska- escribió:
Falcón 6969 escribió:
Veo respeto. Nada que objetar. Sabina. Mi Sabina.
El tema viene porque hace unos días iba con mi hija (14 años) y salió una canción en la radio que empezó a seguir, a tararear. Era reggaeton y le dije lo tremendamente “machista” que me parecía esa música.
En nuestro quid pro quo particular solemos pasar ratos seleccionando música en el coche. Puse un CD de Sabina (vale mi coche tiene 20 años y no sabe qué es Spotify ni historias) y al salir esta canción me dice…
- ¿ Y esto? ¿esto no te parece machista?
Ni siquiera intenté razonar con ella, tiene suficientes recursos para desmontarme y la canción se presta a ello.
En el tema que he puesto (a mi me parece precioso) para dar contexto a la situación que trata de recrear, Sabina intenta pagar los servicios a la supuesta prostituta, le dice “gilipollas” cuando ella rechaza el dinero, le pone el sombrero y ella trata de evitarlo, etc. etc.
A lo que voy.
Tú ves respeto, es posible que gran parte de nuestra generación (los que vimos barrio sésamo, yo tengo 45) también, pero obligatoriamente NO todos lo vemos así.
Imagina personas que, aún siendo de nuestra generación, (o de la mía, no sé tu edad) no comulguen con Sabina. Lo declaran machista. Imagina otras generaciones, con otros gustos, lo declaran machista.
Lo que en mi opinión puede llegar a trivializar el feminismo (el feminismo por el que tanto se ha luchado y, como bien tú dices, tanto ha avanzado) es que cada cual, a su libre albedrío, tome determinados actos concretos como “machismo”, Macro o Micro. Si, además, esa persona tiene algún tipo de poder mediático, hemos visto en este y en otros temas parecidos cómo puede arrastrar de las masas, deseosas (aunque ese sea otro tema) de condenar lo que sea o a quién sea.
Desconozco cómo enderezar una situación en la que cada uno (las redes sociales invitan a esto) puede dar una opinión sobre cualquier cosa que le dé la gana. Eso es fantástico, nos da una idea de la libertad de país en el cual vivimos. Pero no podemos negar que también es peligroso, normalmente escribimos sin pararnos a pensar lo que publicamos ni lo que podemos influir o dañar a los demás. Ahí entra mi epojé.
Las campañas, ya no contra Rubiales, sino contra todo aquel que no lo condene públicamente (insisto, no sus actos, que no admiten dudas y todos condenamos, sino a él como acosador o abusador), no deberían producirse.
En mi opinión, deberíamos dejar que la condena (si finalmente se hace efectiva) la impongan los jueces, toda vez que se haya celebrado un juicio “justo” para ambas partes.