Yo eso de la felicidad colectiva no lo veo, pero es que yo no creo mucho en los sujetos colectivos. Es como cuando después de unas elecciones el político de turno dice que el pueblo ha decidido. No, el resultado de unas elecciones no es la expresión de la voluntad del pueblo, sino una suma de decisiones individuales no coordinadas, habiendo votado cada uno según sus propias ideas e intereses.
Con respecto a la definición de felicidad, voy a dar la mía. Será una definición vitalista, así que puede que no sea del gusto de todos. Yo distinguiría como mínimo entre placer, alegría y felicidad.
El placer es sensorial y está asociado a la satisfacción de funciones biológicas básicas como la alimentación o la reproducción.
La alegría es la experiencia de un aumento de nuestras capacidades vitales. Por ejemplo, cuando se gana un premio de lotería. La alegría es un sentimiento de poder, como muy bien vio Nietzsche. No de la cantidad de poder, sino de su incremento (de la función derivada, por así decirlo). No es tan puntual como el placer, pero tampoco puede durar mucho, porque no podemos estar aumentando constantemente nuestra potencialidad.
La felicidad es el sentimiento de que nuestra vida va por buen camino, de que nuestros proyectos vitales se van cumpliendo. El grado de felicidad es el resultado de una evaluación del estado de nuestra vida, no se trata por supuesto de una evaluación consciente, sino intuitiva, de un sentimiento global. Es más general y de más largo recorrido que el placer y la alegría. Por tanto, y en contra de una idea muy extendida, creo que la felicidad sí existe, pero también creo que es rara, porque es muy difícil una vida completamente conseguida. De todas formas, la felicidad tampoco es algo de un sí o un no, sino una cuestión de grado. La felicidad depende de imponderables, de los muchos obstáculos que nos vamos encontrando, pero también depende mucho de nosotros mismos, de la habilidad para desarrollar nuestros proyectos, y sobre todo del acierto en la elección de nuestras metas. Aquí encaja muy bien la idea de Savater que ha citado Falcon6969: si tienes unas metas complicadísimas y unos recursos mentales limitados (la mayoría de la gente según Savater) te estás apuntando a una infelicidad casi segura.