Vistos los ítems que evalúa la ONU, coincido con los mensajes anteriores. Más que la felicidad se analiza el estado de bienestar de cada país. Junto a las cuestiones emocionales, se analizan muchos otros como la educación el trabajo, la salud, la economía, etc., que al final da un ranking de ese estado de bienestar.
Hace años vi un programa de Punset en que se hablaba de la felicidad. Unos expertos (No recuerdo quienes) decían que en sus trabajos hipotetizaban que la felicidad de los niños africanos que viven en condiciones miserables no son menores que la de los niños de países desarrollados. Simplemente porque no tienen con qué comparar su modo de vida. Lo mismo sucede con las gentes del pasado, que no eran más infelices aunque careciesen de agua caliente, antibióticos o satisfayers.
Yo concibo la felicidad desde un poco de vista más estricto, no como la ha definido Altair, sino más bien en un sentido freudiano, que considera que la felicidad es un momento de placer especialmente intenso y breve que no se puede mantener en el tiempo. Lo que procuramos no es alcanzar la felicidad, sino evitar el displacer.
Desde este punto de vista, sí creo en la felicidad individual y colectiva. Individual, por ejemplo, cuando uno aprueba unas oposiciones. Colectiva, pongamos el caso, en un evento deportivo, en las antiguas fiestas dionisiacas o en las modernas discotecas valencianas de la Ruta del Bakalao. Si uno asiste a un evento deportivo la felicidad conseguida por una victoria es compartida con el resto de asistentes, siendo mayor esa felicidad colectiva que la suma de las individualidades tomadas de manera aislada. Por decirlo de otra manera, nos sentimos más felices si observamos que el resto de la gente es también feliz en esos momentos. Pero como la felicidad individual, también es breve y esporádica.
Hasta aquí mi opinión de cuñao.