Bueno el rojipardismo del autor del articulo es de sobra conocido, y su reivindicación de otros rojipardos, verdaderos fascistas disfrazados como Fusaro, también.
Copio y pego un hilo de tuiter sobre esta señora: (autor Mario Aguiriano)
Unas esencias de las que ellos se declaran guardianes, una "naturaleza" que defienden a capa y espada (sobra decir que estas "esencias" solo son formas creadas por una historia de lucha de clases). Su política es el "Sangre y suelo" del siglo XXI.
Ahora bien, la familia rojiparda también tiene miembros que todavía usan buenas cantidades de pintura roja. Ese es el caso de Elena Louisa Lange. Algunas notas al respecto.
Lange es una académica marxista alemana especializada también en estudios japoneses. Escribió su tesis sobre Hegel y Sartre, y ha trabajado extensamente en la crítica de la economía política. En el plano teórico, ha defendido
Una versión peculiar del "marxismo de la forma valor", subrayando la centralidad de la noción de fetichismo, y también ha reivindicado la importancia de Hegel.
Entre sus publicaciones hay artículos notables sobre Hegel y Marx, la "teoría del valor-trabajo social", críticas a la teoría de la reproducción social y a exponentes del marxismo en Japón como Kozo Uno... En este sentido, su trabajo no va mucho más allá de la marxología,
Moviéndose en general en un nivel muy abstracto.
Pero Lange tiene también un perfil político peculiar, que, precisamente por el nivel de abstracción de su trabajo teórico, no es fácil de percibir en este. En su blog y su cuenta de Twitter, sin embargo, no puede ser más explícita
Lo interesante de su caso es que, de nuevo a un nivel abstracto, sus posturas políticas podrían parecer correctas. Pero el diablo, claro, está en los detalles: en el modo en que estas críticas se concretan. Veamos.
En líneas generales, Lange podría parecer una crítica marxista de la socialdemocracia. Pone la lucha de clases en el centro, denuncia la ofensiva capitalista generalizada y el proceso de desposesión, y carga contra una "izquierda" que, en en binomio parlamentarismo-movimentismo se ha convertido o bien en una gestora servil del capitalismo o bien en un intento (cómplice del primero) de demanda de derechos sin cuestionar el sistema capitalista en su conjunto.
Ahora bien: qué responde Lange a esto? La necesidad de una organización independiente? El imperativo, que se sigue de lo anterior de reconstruir un partido comunista, como fuerza social capaz de confrontar al capital y a su representante político? No.
Lange querría que Sahra Wagenknecht, la figura más rojiparda de la Izquierda Parlamentaria alemana (Die Linke), rompiera con su partido para crear un Partido-coalición electoral con la extrema derecha!
beefheart.substack.com/p/sahra-wont-s…
La popularidad de Wagenknecht entre los votantes de Alternativa por Alemania (un 74 % afirma qje le votaría) le parece a Lange la mayor de las bendiciones. El gran partido rojipardo con el que sueña podría "hacer implosionar el sistema político alemán".
Wagenknecht, por cierto, es una socialdemócrata de manual, cuyas políticas se resumen en más Estado, una política migratoria más dura, etc. En definitiva, lo que le molesta a Lange no es la socialdemocracia, sino que esta no sea, entre otras cuestiones, abiertamente tránsfoba
Y antivacunas como es ella. Su única crítica a Wagenknecht (a quien define como decidida, fabulosamente inteligente e íntegra) es que no sea lo suficientemente valiente como para emprender la aventura socialfascista con la que sueña.
Su crítica a las políticas de identidad se acaba resolviendo en la reivindicación obrerista de una única identidad (la del obrero nacional). Esto, sobra decirlo, está en las antípodas del programa comunista por la abolición de las clases y Estados.
En definitiva, Lange intenta disfrazar de crítica marxista lo que no es sino la cantinela socialdemócrata del obrerismo reaccionario
El de Lange es por lo tanto un buen caso para recordar que la crítica de los falsos amigos es a menudo más urgente que la de los abiertos enemigos, y, de paso
Que cuando nos enfrentemos a la figura de un académico marxista, por mucho que hable de lucha de clases y comunismo, siempre hay que preguntarse de qué línea o opción política concreta participa, o cuál apoya.
No cuela.