Y, ¿quién le da sentido a tus palabras? ¿Tú, también?

Zolaris:<<Representifico>> este hilo, como diría Javier San Martín en los destilados sobre el tiempo de su Antropología fenomenológica, poque los matriculados en A.F.II pudimos asistir ayer a una tutoría en la que él estaba presente, y en la misma se habló en relación con la cultura, sobre si una obra de arte como por ejemplo algún abstracto de Kandinsky, podría ser considerada como objeto cultural cuestionando si se asiste en él a una "solidaridad" por parte de la sociedad para aceptarla como tal en su cultura. Y de ahí se saltó a la más radical propuesta de Duchamp (o de quien quiera que fuera la idea) de su urinario invertido como obra artística. Cuestionando con ello el sentido del arte (y de la cultura).
Y no me puedo resistir a apuntar una intuición anterior de Soren Kierkegaard, creo que en el mismo sentido de descontextualizar un objeto y reflexionar sobre esa transgresión: Kierkegaard, en su obra Enten-Eller cuenta que preguntar a la filosofía por el sentido de la vida es como coger tu colada de ropa y llevarla a un establecimiento donde viste un cartel que ponía: Aquí se plancha. Y cuando llegas con tu ropa para planchar, el dependiente te dice que en efecto eso es lo que pone en el cartel, pero que en realidad el establecimiento se dedica a otra actividad que no es otra que la venta de objetos, y ese cartel es uno más de esos objetos que están en venta.

Y, ¿quién le da sentido a tus palabras? ¿Tú, también?

Y, ¿quién le da sentido a tus palabras? ¿Tú, también?

Es que la campanudez filosófica a veces es de traca; más grande la campana que la catedral.