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TEMA: Kant. Estética Trascendental.

Kant. Estética Trascendental. 07 Dic 2022 19:52 #74093

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En donde se intenta que en Kant estética trascendental sea lo mismo que revolución copernicana. Hume fue el primero en decir que Espacio y Tiempo son lugares de la mente.


La Doctrina Trascendental de los Elementos es la parte más amplia de la Crítica, la otra es la Doctrina Trascendental del Método. La Doctrina Trascendental de los Elementos se divide en dos partes, la primera es la Estética Trascendental, ínfimo lugar de unas pocas páginas y la segunda es la Lógica Trascendental que es la parte más extensa y constitutiva de la Crítica.

Dice Kant en la Estética que: "la intuición es el modo por medio del cual el conocimiento se refiere a los objetos", que tal intuición "tiene lugar en la medida en que el objeto nos es dado". "La capacidad de recibir representaciones... se llama sensibilidad... y ella es la única que nos suministra intuiciones". Ningún objeto se nos puede dar de otra forma. Estética Trascendental es: "una ciencia de todos los principios de la sensibilidad a priori".

"Hay dos formas puras de la intuición sensible como principios del conocimiento a priori, es decir, espacio y tiempo". Ahora describe ambos y hace de los dos, primero, una exposición metafísica y después una exposición trascendental. Dice que: "La exposición es metafísica cuando contiene lo que nos muestra el concepto en cuanto dado a priori". Y aquí se dice que hay un problema de expresión pues no se sabe como algo metafísico, que está más allá o que viene después, puede mostrarnos el concepto como dado a priori.

Decir aquí, en relación con esas dos formas de intuición pura, el espacio y el tiempo, que antes en la historia del pensamiento y la ciencia se habría pensado que el espacio es una mera cualidad de los cuerpos u objetos, que estos determinaban y constituían el espacio. Así el universo como cuerpo y objeto constituía y hacía existir el espacio. Pero Kant dice que no, que eso no es así, y que "por medio del sentido externo... nos representamos objetos como exteriores a nosotros y como estando todos en el espacio". Así, los cuerpos y objetos están en el espacio, el espacio, entonces, es antes y anterior a los cuerpos, objetos y universos. También se había pensado desde siempre que el cambio y movimiento, su inicio y principio había sido la causa del tiempo y que éste sería su medida o constatación. Pero dice Kant que no, que eso no es así, sino que "nuestro concepto del tiempo explica, pues, la posibilidad de todos los conocimientos sintéticos a priori que contiene la teoría general del movimiento". Así el cambio y movimiento aparecen en el tiempo. El tiempo es antes y anterior al cambio y movimiento. Esto es la revolución copernicana que propone I. Kant. Esto es precisamente lo que él quiere que nosotros le comprendamos.

Hume, bien es verdad que en base a postulados anteriores, es el primero en la modernidad en asumir espacio y tiempo como presupuestos de la mente. Ahora Kant les hará a priori y trascendentales.

Comienza pues la exposición del Espacio. Dice el filósofo prusiano que: "el espacio es una necesaria representación a priori que sirve de base a todas las intuiciones externas", "el espacio no es un concepto discursivo... sino una intuición pura". "El espacio es esencialmente uno". Y termina la exposición metafísica de Espacio: "el espacio se representa como una magnitud dada infinita", que "la originaria representación del espacio es, pues, una intuición a priori, no un concepto", ya hecho, ya pensado o conceptuado.
Dice que: "Entiendo por exposición trascendental la explicación de un concepto como principio a partir del cual puede entenderse la posibilidad de otros conocimientos sintéticos a priori". Esta exposición trascendental del concepto de espacio se refiere por simpleza la Geometría. Y dice, dice, que solo ¡solo!: "nuestra explicación hace comprensible la posibilidad de la geometría".

Presenta unas consecuencias de estas dos exposiciones de Espacio: "el espacio no representa ninguna propiedad de las cosas, ni en sí mismas ni en sus relaciones", "nuestra exposición enseña, pues, la realidad... del espacio en relación con todo lo que puede presentársenos exteriormente como objeto, pero establece... la idealidad del mismo", "afirmamos... la realidad empírica del espacio... pero sostenemos, a la vez, la idealidad trascendental del mismo", que el espacio "no existe si prescindimos de la condición de posibilidad de toda experiencia. Dice que la cosa en sí, los objetos en sí, aquello que existe aparte de la sensibilidad es un simple correlato del espacio que no puede sernos conocido por medio de representaciones.

Ahora expone el Tiempo. Advertir aquí que en Kant el espacio y su idea queda un poco degradado y como de segunda categoría y que todo su viaje estético y metafísico lo hará a lomos del caballo alado del Tiempo.

Hace la exposición metafísica del concepto de Tiempo: "el tiempo no es un concepto extraído de alguna experiencia", "es una representación necesaria que sirve de base a todas las intuiciones". El Tiempo siempre viene dado a priori. Los fenómenos, -otro portentoso invento kantiano, aquí asociados a "objeto dado", y de los que tendremos ocasión de hablar- pueden desaparecer... "pero el tiempo mismo... no puede ser suprimido", "el tiempo no es... sino una forma pura de la intuición sensible", "la originaria representación tiempo debe estar...dada como ilimitada". Y en la exposición trascendental aparece: "el concepto de cambio, y con el el de movimiento... solo es posible en la representación del tiempo". Y ¡atención!: "Solo en el tiempo, es decir, sucesivamente, pueden hallarse en una cosa las dos determinaciones contradictoriamente opuestas".

Pero señores, esto aquí, entonces, debe ser otra barbaridad de aquellos chicos del norte. El filósofo nos trae a cuento la lógica del principio de no-contradicción. Ya lo habíamos dicho esto en algún otro lugar. Entonces sí, dos contrarios no pueden ser verdad a un mismo tiempo, pero dos contrarios podría ser verdad en tiempos sucesivos. ¡Ja!

Presenta como antes unas consecuencias a esas dos exposiciones de Tiempo. Dice: "el tiempo no es algo que exista por sí mismo", "el tiempo constituye una condición a priori de todos los fenómenos en general, a saber, la condición inmediata de los internos... también la condición mediata de los externos", "sostenemos... la realidad empírica del tiempo, es decir, su validez objetiva", pero "negamos...a éste toda pretensión de realidad absoluta".

Al final hace unas observaciones generales cobre estética trascendental. Aquí aparece: "es claro que, partiendo de puros conceptos, solo se obtienen conocimientos analíticos, no sintéticos", "tenemos... que darnos el objeto a priori en la intuición y basar en el nuestra proposición sintética".

Hay que establecer aquí la vieja distinción entre los objetos y las cosas que están ahí, fuera de nosotros, y las cosas y los objetos de la mente que se obtienen por intuición sensible. Se va creando ahí, o se ha creado ahora en Kant y de forma magnífica esos dos tres mundos imbricados: el mundo exterior a nosotros, la traslación de ese mundo a nuestro interior para que este funcione de forma parecida y cuya idea es la esencia de las cosas y ahora el mundo de la idea pura, razón pura, cuya idea y existencia no es la esencia de lo exterior, acaso ni siquiera de lo interior.

Dice Kant: "todos los objetos de los sentidos son puros fenómenos", "este sentido -el externo- solo puede contener en su representación la relación de un objeto con el sujeto, no lo interno, lo que pertenece al objeto en sí mismo". Las cosas en si, como tales cosas nunca se dan a través de los sentidos, las cosas en sí son las cosas en sí, nada más. Cuando se consideran los objetos en sí mismos, no es posible, creo yo, el fenómeno trascendental. Pero esto habría que preguntárselo a Kant.
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Kant. Estética Trascendental. 08 Dic 2022 09:50 #74096

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Pero señores, esto aquí, entonces, debe ser otra barbaridad de aquellos chicos del norte. El filósofo nos trae a cuento la lógica del principio de no-contradicción. Ya lo habíamos dicho esto en algún otro lugar. Entonces sí, dos contrarios no pueden ser verdad a un mismo tiempo, pero dos contrarios podría ser verdad en tiempos sucesivos. ¡Ja!

¿Por qué ves aquí un problema? Algo no puede ser una cosa y su contraria al mismo tiempo. Pero en el tiempo las cosas a menudo se dan la vuelta. Por ejemplo, al mismo tiempo no pueden estar ganando los dos oponentes de una partida de ajedrez. Pero al pasar el tiempo, se puede dar que ambos oponentes estaban ganando la partida (en momentos distintos, sucesivos: depende del instante en que miremos la partida). Algo puede ser una cosa y su contraria. Pero no al mismo tiempo y en el mismo sentido.
Última Edición: 08 Dic 2022 09:52 por ksetram.
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Kant. Estética Trascendental. 08 Dic 2022 18:32 #74099

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Lo que dice Outsider no es que ahí haya un problema, sino que Kant pretende solucionar con la sucesión en el tiempo la elementalidad de la razón lógica propuesta desde Aristóteles. No habría sino que aplicar a esa elementalidad el principio de individuación de Suarez, según entidad, para que la cosa hiciera y descubriera fisuras en la propia manera del razonamiento kantiano.

Según el ejemplo de la partida de ajedrez, es muy probable que no sea posible que ambos jugadores ganen la partida a un mismo tiempo, pero que ambos piensen que la están ganando y a un mismo tiempo es altamente probable. La partida de ajedrez es una prueba de algo, un juego, algo que impone un quehacer dialéctico que se soluciona con el resultado o síntesis final de la partida. Pero a mi parecer ese resultado dialéctico no infiere, digamos, en la resolución lógica en sí: "dos contrarios no pueden ser ambos verdad a un mismo tiempo".
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Kant. Estética Trascendental. 08 Dic 2022 19:37 #74100

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No habría sino que aplicar a esa elementalidad el principio de individuación de Suarez, según entidad, para que la cosa hiciera y descubriera fisuras en la propia manera del razonamiento kantiano.
Lo siento, Outsider, no sé aún nada de Suarez y no te comprendo.

Outsider
Según el ejemplo de la partida de ajedrez, es muy probable que no sea posible que ambos jugadores ganen la partida a un mismo tiempo, pero que ambos piensen que la están ganando y a un mismo tiempo es altamente probable.
Bueno, en las partidas de ajedrez, no es subjetivo quién va ganando. Por ejemplo, todas las piezas tienen un valor, mayor o menor que otras.
Ambos jugadores no pueden ganar “una partida de ajedrez” al mismo tiempo. Esa contradicción no es superable, tienes razón.

Outsider
La partida de ajedrez es una prueba de algo, un juego, algo que impone un quehacer dialéctico que se soluciona con el resultado o síntesis final de la partida. Pero a mi parecer ese resultado dialéctico no infiere, digamos, en la resolución lógica en sí: "dos contrarios no pueden ser ambos verdad a un mismo tiempo".
Exacto, dos contrarios no pueden ambos ser verdad a un mismo tiempo, hemos dicho lo mismo.

Creo que depende del grado de definición de la premisa. Si la concretas realmente como has hecho, no puede haber dos contrarios sucesivos: esa partida no la pueden ganar los dos jugadores al mismo tiempo.
En cambio deja de haber contradicción como en el ejemplo que ponía, cuando la sucesión supera la contradicción. Es decir, a veces la sucesión, nos lleva a lo contrario de lo que había:
Ksetram
Por ejemplo, al mismo tiempo no pueden estar ganando los dos oponentes una partida de ajedrez. Pero al pasar el tiempo, se puede dar que ambos oponentes estaban ganando la partida (en momentos distintos, sucesivos).

La sucesión ha superado una contradicción que parecía absoluta: sólo A o sólo B pueden estar ganando esa partida. Pero ah, en distintos momentos tanto A como B estaban ganando esa misma partida. La sucesión venció la contradicción.
(Por otro lado sólo la ganará uno, como tú dices, y eso no puede arreglarlo la sucesión porque seguiría siendo contradictorio).
Última Edición: 08 Dic 2022 19:38 por ksetram.
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Kant. Estética Trascendental. 09 Dic 2022 11:32 #74106

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Ya que estamos comentando lo que cuenta Kant sobre el principio de no contradicción... A ver qué pensáis de esto, que me desconcierta un poco: leyendo la Crítica me lo he encontrado más allá de la Estética, al arranque de la Analítica de los principios, concretamente en la sección "El principio supremo de todos los juicios analíticos". Allí enuncia el PNC como "a ninguna cosa le conviene un predicado que le contradiga", y dice que es un criterio (aunque solo negativo) de verdad lógica. O sea, que independientemente del contenido de un juicio, si no cumple el PNC es con seguridad falso... Y si cumple el PNC, puede ser empíricamente verdadero o falso, depende. Así que el PNC es "el principio universal y plenamente suficiente de todo conocimiento analítico".

Y enseguida critica explícitamente la formulación de Aristóteles del PNC, a la que viene a llamar cutre y descuidada. Cito: "existe una formulación del principio de contradicción que incluye una síntesis que, descuidadamente y sin necesidad alguna, ha sido mezclada con tal formulación. Es la siguiente: 'es imposible que algo sea y no sea a la vez'. Aparte de que se ha incluido superfluamente la certeza apodíctica (mediante la palabra 'imposible'), que debe suponerse automáticamente a partir del principio, este se halla afectado por una condición temporal. (...) Por ejemplo, una persona joven no puede ser, simultáneamente, vieja, pero sí puede ser joven en un tiempo y vieja en otro tiempo. Ahora bien, en cuanto meramente lógico, el principio de contradicción no debe limitar sus aserciones a circunstancias temporales".

La lógica general aplicable a los juicios analíticos debe ser independiente del tiempo, y la formulación aristotélica está contaminada por esa temporalidad que irremediablemente tiene algo de sensibilidad en ella.

Dice luego, un tanto atropelladamente: "el malentendido viene del simple hecho de separar primero del concepto de una cosa un predicado de la misma y de ligar después a este predicado su contrario, lo cual nunca origina una contradicción con el sujeto, sino únicamente con ese predicado que hemos ligado sintéticamente al sujeto, y ello sólo en el caso de que afirmemos los dos predicados al mismo tiempo".

Y pone este ejemplo:

- "Una persona inculta no es culta" es un juicio sintético al que hay que añadir la condición temporal de simultaneidad ("al mismo tiempo"), ya que una persona puede ser inculta en un momento, luego estudiar un montón y volverse culta. Aplicando el párrafo confuso anterior: se separa primero del sujeto S "persona inculta" un predicado P1 "esta persona es inculta", y luego se le añade sintéticamente el predicado contrario P2 "no es culta" referido al predicado sintético P1, no al sujeto S... Y por eso no es una contradicción entre un sujeto y un predicado que contradice una nota definitoria del sujeto, sino una contradicción entre un predicado y otro predicado.

- "Ninguna persona inculta es culta" es un juicio analítico, verdadero en cualquier tiempo, no hace falta añadir la condición de simultaneidad. La propiedad de la incultura forma parte del sujeto, y el predicado "es culta" entra en contradicción con ese sujeto.


Y aquí me rasco la cabeza y me pregunto: ¿realmente en "ninguna persona inculta es culta" no se está añadiendo implícitamente ningún elemento temporal? Vale, no añadimos simultaneidad, pero... ¿Acaso "en cualquier tiempo" o "en todo tiempo" o como quiera formularse no es en cierta manera un enunciado temporal? ¿El esquema de la categoría modal de "necesidad" no es precisamente "existencia de un objeto en cualquier tiempo"?
Primum vivere deinde philosophari
Última Edición: 09 Dic 2022 11:36 por Lapidario.
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Kant. Estética Trascendental. 09 Dic 2022 20:21 #74107

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Lapidario
- "Ninguna persona inculta es culta" es un juicio analítico, verdadero en cualquier tiempo, no hace falta añadir la condición de simultaneidad. La propiedad de la incultura forma parte del sujeto, y el predicado "es culta" entra en contradicción con ese sujeto.


Y aquí me rasco la cabeza y me pregunto: ¿realmente en "ninguna persona inculta es culta" no se está añadiendo implícitamente ningún elemento temporal? Vale, no añadimos simultaneidad, pero... ¿Acaso "en cualquier tiempo" o "en todo tiempo" o como quiera formularse no es en cierta manera un enunciado temporal? ¿El esquema de la categoría modal de "necesidad" no es precisamente "existencia de un objeto en cualquier tiempo"?

Es que estás llamando “elemento temporal”, justo a lo que en sentido estricto significa: no sometido a la temporalidad.
Lapidario: “¿Acaso "en cualquier tiempo" o "en todo tiempo" o como quiera formularse no es en cierta manera un enunciado temporal?” Creo que más bien aparece un engaño lingüístico. Traes la palabra “tiempo”, pero el significado es lo importante, no las palabras. El significado es justamente el contrario: no sometido al tiempo, sino ajeno al él: "no afectable temporalmente".
Es decir, si incluso cuando hablásemos de aquellas cosas que no están sometidas al tiempo ni pueden ser afectadas por la sucesión temporal, dijésemos que “se da también un elemento temporal”, diríamos forzósamente que: todas las cosas están sometidas a elementos temporales. Caeríamos en una contradicción de base. Habríamos perdido la capacidad de distinguir lo sometido y lo no sometido a la temporalidad y así daríamos un paso atrás. En ésta le doy la razón a Kant, jejej.

P.d Me extraña que Kant haya podido rebatir a Aristóteles en ese punto. Pero no puedo juzgar la frase exacta de Aristóteles, la recuerdo vagamente como: Una cosa no puede ser y no ser, al mismo tiempo y en el mismo sentido.

P.d. 2 Mola mucho que hayas traído los ejemplos reales de Kant, Lapidario, al reflexionarlo los eché de menos.
Última Edición: 09 Dic 2022 21:04 por ksetram.
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Kant. Estética Trascendental. 09 Dic 2022 23:15 #74110

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Francisco Suarez y la Última Escolástica Española son algo esencialísimo para la comprensión de todo el pensamiento alemán y protestante desde Lutero y la Reforma hasta el mismísimo Kant. En realidad esas palabras desabridas que pone ahí Kant no son referidas al principio lógico aristotélico, que sin duda respeta, sino referidas a la manera que la Última Escolástica Española hizo uso del principio elemental aristotélico. En concreto las palabras de F. Suarez y que aparecen en la Disputación III de sus Disputaciones Metafísicas son así: "Es imposible que una misma cosa sea y no sea a un mismo tiempo".

Si usamos mejor la frase kantiana: "es imposible que algo sea y no sea a la vez", en esa frase el algo o la cosa sería el sujeto y el que sea o no sea serían los dos predicados. Pero es que en el caso del segundo predicado, me parece, que no estoy seguro, y según consejos de la Lingüística habría que hacer implícito otro sujeto y entonces serían dos predicados y dos sujetos y la cosa quedaría: "es imposible que algo sea y que algo no sea a la vez", según normas de la Escuela, me parece. También según normas lingüísticas ese predicado doble debe considerarse como un sólo predicado.

En el caso de "una persona inculta no es culta" habría de ser "una persona inculta no es una persona culta" y en el caso de "Ninguna persona inculta es culta" tendría que ser: "ninguna persona inculta es una persona culta". Me da la sensación que esto del sujeto implícito sí es conocido por Kant, pero él lo usa de esa manera porque persigue otras cosas, la del elemento temporal, creo yo.

La cosa está o permanece en la inferencia kantiana del "elemento temporal" adosado al PNC. No habría que ver esa inferencia en el PNC según simultaneidad, sino verlo tan solo según el invento kantiano de la sucesión y como resolución del Principio.

Hay que diferenciar elemento temporal de simultaneidad de elemento temporal sucesivo (invento kantiano). Es este el nuevo aporte copernicano de Kant y es a partir de esto cuando la simultaneidad del PNC toma relevancia como elemento temporal.

La sucesión como elemento temporal (invento kantiano) y como resolución para el Principio de No Contradicción, es un mito en la Escolástica, nadie antes podría acaso, imaginarse una cosa así.
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Kant. Estética Trascendental. 10 Dic 2022 06:59 #74111

  • Rodrigo Roig
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Hola compañerxs
No soy muy dado a escribir por aquí sobre estas cuestiones, porque me da un poco de vergüenza. Pero creo que en este caso puedo intentar una labor de “clarificación conceptual” si me lo permitís, porque creo que estáis hablando de cosas diferentes, al menos a raíz del mensaje de Lapidario. Por favor, si creéis que no os he interpretado bien o si hay algún error, no dudéis por favor en decírmelo. Creo que la problemática viene dada a raíz de los conceptos de “tiempo” y de “causalidad”, puesto que se está tratando del problema de la sucesión.

Que una cosa y otra no puedan ser lo mismo salvo fuera de determinadas coordenadas temporales es un principio conocido desde antiguo, y suele referirse al principio de tercero excluido. Para lo que hablamos de Kant, nos puede valer esta explicación de Metafísica:

Además, será (el principio de tercero excluido) será intermedio entre los contradictorios, o bien como entre lo negro y lo blanco es lo gris, o bien entre hombre y caballo lo que no es ni lo uno ni lo otro. Ciertamente, si lo fuera de este último modo, no habría cambio (pues se cambia de no-bueno a bueno, o de esto a no-bueno); ahora bien, que hay cambio es perfectamente manifiesto (desde luego, no hay cambio a no ser a los términos opuestos o a los intermedios). 1011 b35

Es decir, Kant no es novedoso en este aspecto. En lo que sí es novedoso es en eliminar, por decirlo de algún modo, las “notas específicas” de tal o cual concepto en sí mismo de las cosas, y de trasladar este principio a los juicios. Por eso el principio de no contradicción es formalmente válido para los juicios analíticos y sintéticos, pero solo en los primeros puede ser también criterio para distinguir lo verdadero de lo falso (que es lo que viene a significar “principio supremo”). Pero, en este caso, la afirmación es trivial, porque no produce ningún tipo de conocimiento. Cuando este principio es investigado para los juicios sintéticos, se deshecha como tal. Esto no quiere decir que Kant “tire a la basura” el PNC, y se ponga a pensar lo que le venga en gana. Lo que quiere decir es que el principio de no contradicción es un principio formal que no se puede “pegar” a la existencia como condición suficiente de su posibilidad. La esencia no le precede como condición necesaria a la existencia, sino más bien al revés. De las cosas existentes introducimos, a través de los juicios, notas sintéticas que nos permiten el aumento del conocimiento. Esto es, por cierto, lo que en la estética trascendental permite considerar a los juicios matemáticos (que son juicios de igualdad de primer orden) como juicios de tipo sintético. En magnitudes rales, el PNC solo puede tomarse como indicativo formal, pero si se toma como principio supremo de un juicio sintético, lleva al error.

El asunto está en que el PNC está presente también en los juicios sintéticos, pero en su vertiente afirmativa, o sea, como “principio de identidad”: “Por consiguiente, el principio supremo de los juicios sintéticos consiste en que todo objeto se halla sometido a las condiciones necesarias de la unidad que sintetiza en una experiencia posible lo diverso de la intuición (B197, A158)”. O sea, que las categorías son, y esto es lo “espinoso”, formas por las cuales se distribuye la unidad originaria de apercepción, o sea, el Yo pienso no como un mero sentido interno, sino como un principio formal que pretende unificar las reglas del pensar con los fenómenos o “lo diverso de la intuición”. Esta es la labor de los principios. Los que unen a las categorías con un “fenómeno general”, es decir, con toda experiencia posible, son matemáticos, mientras que los segundos refieren a la existencia de tal o cual fenómeno concreto, son dinámicos. A estos últimos pertenecen los principios de la modalidad, que Kant da el nombre de “postulados del pensar empírico general”.
Esto en lo relativo al PNC. Kant no se lo “salta”. De hecho, no se entendería el “tocho” de Ciencia de la Lógica si lo hiciera, porque algunos piensan (yo mismo entre ellos, aunque esto es muy discutible) que es básicamente una radicalización del pensamiento kantiano hasta hacerlo “hegeliano”. Lo que pasa es que el principio de no contradicción está en su vertiente afirmativa, o sea, como principio de identidad. Para ver con esto con claridad, fijémonos en un juicio de tipo hipotético cualquiera, por poner el mismo ejemplo que Kant

“Si existe la justicia, entonces se castigará al malo obstinado”

Se distinguen dos tipos de juicios diferenciados (hoy diríamos que es una proposición molecular compuesta de dos proposiciones atómicas: -la justicia existe- y -se castigará al malo obstinado-). La relación entre ambos no es más que la aplicación escrupulosa de la relación causal, que sintetiza lo diversa en un principio sintético del Yo. Si no, tendríamos que decidirnos otra vez por Wolff o por Hume: o hay un principio formal que tiene “propiedades ónticas” para afirmar que no solo la existencia de dicha relación, sino también su necesidad, que en el caso del juicio hipotético y disyuntivo es el “principio de razón suficiente” (y, si me permitís el spoiler, como dicen los jóvenes: Kant acaba admitiéndolo a regañadientes en B246); o admitimos que son dos juicios diferentes cuya relación es “ficticia”. Dicho más sencillamente: Kant deshace la relación metafísica que desde la escolástica se había aparejado a la causalidad. Un ser no le da a otro su “razón de existir”, o le da “en algo a su ser”, o como lo queramos decir, sino que se trata de relaciones consecutivas.

La distribución temporal en este tipo de casos, la expone así Kant:
Si hay pues una ley necesaria de nuestra sensibilidad y, consiguientemente, una condición formal de todas las percepciones, consiste en que el tiempo precedente determina necesariamente el tiempo siguiente (…) Así pues hay también una indispensable ley de la representación empírica de las series temporales consciente en que los fenómenos del tiempo anterior determinan toda existencia en el tiempo siguiente u en que los fenómenos del tiempo siguiente no tienen lugar, en cuanto sucesos, sino en la medida en que los fenómenos del tiempo anterior determinan su existencia temporalmente, es decir, la establecen de acuerdo con una regla. En efecto, sólo en los fenómenos podemos captar empíricamente esta continuidad en la conexión de los tiempos (B 244, A 199).

Como resumen de todo esto: creo que conviene, antes que decir que es la categoría trascendental de tiempo la que permite “desechar” el principio de no contradicción, decir, como dirán después un Heidegger o un Derrida, que la coordenada temporal de Kant es esencialmente “presentista”, que la concepción del tiempo conlleva a una segmentación infinita de esta categoría en conexiones sucesivas (de ahí que haya una relación tan grande entre tiempo y aritmética). El problema de la sucesión temporal no se “pega” al PNC, sino que es lo que le permite ser un principio formal en los juicios sintéticos. Si no, como he dicho antes, no se podría solucionar el problema de la causalidad. Lo que sigo de Outsider es que el problema de la causalidad se fundamenta en la sucesión, a diferencia del pensamiento aristotélico y de la escolástica.

Y por ello no acabo de entender bien lo del problema de la individuación del ente. Primero, porque creo que este tema aun se está discutiendo en Suárez. Y, en segundo lugar, porque el problema entre causalidad y sucesión está separado en este autor (como en toda la escolástica, por otra parte) en lo que toca a la división del ente finito e infinito. La primera se estudia en las disputas XVI-XXVII, mientras que el “problema de la sucesión” está en relación con la división entre el ente infinito y el ente finito, y es la disputa XXVIII. Aunque esto me pilla más lejos que Kant, creo recordar que la postura del principio de individuación está presenta en los argumentos de la univocidad del ser. El ser (ente en las traducciones de Gredos hechas por Rábade) se predica de igual modo de Dios y de las criaturas, pero entre ellas no hay grado alguno de relación que permitan “distribuir análogamente el ser”. Por ello dice Suárez que

A la razón del ente se la concibe en la criatura de manera completamente absoluta e intrínseca y propia; más aún, si nos referimos a nosotros mismos, es cocida por el hombre en el ente finito antes que en el infinito; por consiguiente de ningún modo se hizo la aplicación de este nombre por la analogía de Dios a las criaturas (XXVIII, secc. III, 2).

Esta es la explicación de Suárez a la univocidad del ser, pero no es su postura. La crítica después así:

Puede afirmarse (…) que animal en cuanto incluye a sus inferiores no es unívoco, esto es, en cuanto se subordina a los conceptos propios y distintos de los inferiores, puesto que en cuanto tal no tiene un concepto único; pero ésta es una respuesta inútil y sin sentido, porque ni dichos conceptos corresponden al término animal en cuanto tal, ni animal es solamente animal, sino que es también hombre, caballo, etc… (Ibd. 18)

O sea, que no puede haber individuaciones que no se hagan por analogado (del género a la especie y de la sustancia a los accidentes), siendo entonces los “individuos” accidentales en relación con su análogo. Por tanto, no veo principio de individuación en Suárez.

El otro problema, menos “filológico”, es a lo que nos referimos con “cosa”. Desde un sistema como el kantiano las cosas no tienen ni notas “esenciales” a la manera escolástica ni tampoco se predica de ellas unívocamente nada. La relación entre cosas se hace a través de juicios, y no de “las cosas mismas”. Por ejemplo, “siete más cinco es igual a doce” es verdadero en la medida en que se relacionan mediante un predicado hipotético siete y cinco, pero en ninguno de ellos le es consustancial el ser doce, como tampoco sería el dos si dijéramos “siete menos cinco”. Dependiendo del tipo de juicio que hagamos, le son esenciales unas notas u otras. Lo único que cabría pensar como “esencial”, en el sentido clásico del término, son los juicios que sirven de principios supremos sintéticos.

Espero que pueda ayudaros. Os pido disculpas de antemano por los errores que haya podido cometer. Si veis que no aporta nada o que genera mucha confusión, por favor, no dudéis en decírmelo y borro el post. Un abrazo y muchas gracias por el aporte
Rodrigo
Última Edición: 10 Dic 2022 07:01 por Rodrigo Roig.
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Kant. Estética Trascendental. 12 Dic 2022 12:51 #74114

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Bien, bueno, estupendo. Pero lo que es realmente importante ahora es la apercepción de la simple idea kantiana del uso de la sucesión en el tiempo para resolución de algún aspecto del principio de contradicción.

No se sabe si esto es algo tan bien conocido desde la antigüedad, me parece que en la misma Escolástica no se usa de manera tan elemental esa sucesión en el tiempo como resolución de cosas.

Aristóteles dixit: "tampoco puede haber un término medio entre afirmaciones contrarias".

Tampoco se sabe si el PNC lo explicita Kant junto a los juicios sintéticos a priori, al menos en la Crítica no aparece de esa manera y lo que si aparece es un desarrollo bastante aparente de ese elemental principio de sucesión cuando expone la Tabla de los Principios, pero en particular al exponer las Analogías de la Experiencia según permanencia, sucesión y simultaneidad. Y es con afinidades de no contradicción.

De cualquier forma y una vez repasado el perfunctorio voy a quedarme con un par de cosas que me interesan: dice R. Roig: "En lo que sí es novedoso -Kant- es en eliminar, por decirlo de algún modo, las “notas específicas” de tal o cual concepto en sí mismo de las cosas". Lo cual sería mejor decir "eliminar notas específicas de tal concepto de las cosas en sí mismas". "El cómo son las cosas en sí mismas...es algo que se halla completamente fuera de nuestra esfera de conocimiento" dice el filósofo.

Otro asunto curioso: dice R. Roig: "O sea, que las categorías son, y esto es lo “espinoso”, formas por las cuales se distribuye la unidad originaria de apercepción". No me parece que las categorías sean formas sino que han de ser conceptos, "conceptos puros a priori referidos a objetos en la intuición", dice Kant. Pero ese aspecto trascendental o mejor trasdescendental, me recuerda un poco la luz que se emana del Uno en Plotino. Es en cosas como esa donde yo le veo, sin duda un cierto exotismo y cosa exuberante a las doctrinas kantianas y al estilo sin duda del filósofo alejandrino. Aunque de cierto no se sabe si los conceptos pueden ejercer de elementos distributivos de algo.

Otra cosa es que me parece algo raro la asociación en Kant de Esencia y existencia. Kant solo habla de sustancias.

Y ¡anda qué bien! que Suarez no le parece a R. Roig, es decir "que no le ve" a Suarez principio de individuación. En realidad me atrevería a decir que si se fabricase un compuesto de materia y entidad, un contubernio entre Suarez y San Tomás tendríamos sin duda la esencia del pensamiento al respecto sobre ese principio. En la modernidad, desde Hume y Kant, todo es decadente o un irse por las ramas. Y en la actualidad todo explota contra las teorías de Alteridad.

También y por último es esencialísimo diferenciar en Kant lo que es concepto de lo que es fenómeno. Fenómeno lo entiendo yo como "objeto dado", sin embargo concepto lo entiendo como construcción.
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Kant. Estética Trascendental. 12 Dic 2022 16:08 #74115

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Hola Outsider

Lamento que te haya parecido un perfunctorio. Espero que no hayas perdido mucho tiempo con él.

Un abrazo

Rodrigo
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