Deinotes: Yo no diría que la retórica sofista «adolece de falta de contenido», ni que esto sea por no ponerse al servicio de la dialéctica. Bajo mi punto de vista esto es caer en una visión platónicamente sesgada de la sofistica. Y si, como dices, queremos rescatar a autores (y autoras) de la historia a veces hay que desconfiar de los títulos nobiliarios que encabezan los manuales de filosofía. Si rescatamos a los sofistas, como empezó a hacer Hegel, vemos que más allá de sus sofismas los hay quienes presentan una lógica más estricta que la platónica o que fueron pioneros en la reflexión estética como es el caso de Gorgias. No podemos olvidar que Isócrates consideraba a Platón un sofista y se declaraba a sí mismo filósofo; lo mismo hacía a la inversa aquel otro, ambos en disputa por la Paideia en un momento en el que "sofista" ya sí tenía connotaciones negativas. Como bien dices, Platón trata de reunir bajo sí esa “retórica de noble estirpe”, lo mismo que hace con poesía, ilustrándolo performativamente en la escritura de sus diálogos. Pero el mito no es algo ni meramente retórico ni, por supuesto, propio de los sofistas (quienes lo que hacían era analizarlo racionalmente, críticamente). El mito encierra el mismo profano misterio que los diálogos: no solo una propedéutica para “hacer entender” sino que constituye un impulso por decir lo metafilosófico, un relato dentro del relato mismo. El mito, como lo es la tragedia, no es un simple melodrama de buenos o malos, es algo siempre vivo, siempre rescatable y reinterpretable. La caverna va desde Platón hasta Saramago.
Uf, no sé, me has retorcido un poco en esas dos primeras líneas. No voy a abundar más en lo acertadamente recogido en el texto de Bolindre, creo que refleja bastante bien lo que yo pretendía expresar, y sí en agradecerte la aproximación que nos haces respecto de la figura de algunos sofistas. Es esencial compartir el conocimiento filosófico, es vivir la filosofía de forma afirmativa. En cuanto al mito, me he ajustado a una utilización que de él se hace y, como apuntas también con acierto, se sigue haciendo a día de hoy, por tanto, no aprecio que haya paso del mito al logos con el nacimiento de la filosofía.
Deinotes: Como dices, el vacío femenino es desolador pero quizá el vacío esté más lleno de lo que parece si rompemos los márgenes de categorías como la de “filósofas”, por eso creo que se hace bien en señalar la figura de Aspasia. Lo interesante, sea con Aspasia o con cualquier otra, sería adentrar lo máximo posible en los testimonios —que perfectamente pueden ser de segunda mano, igual que los presocráticos— y así poder decir algo más que lo que nos enseña una rápida lectura de Wikipedia (en el caso de Cleobulina). Seguro que una vez pasada este marco introductorio, la cosa se pone interesante. Las que estuvisteis ayer quizá nos podéis decir vuestras impresiones sobre Gargi Vachaknav, pensadora de la que no tenía ni idea.
No me refería a “filósofas y pensadoras” como categoría, sino que escribía literal el título del curso. Creo que lo podían haber enfocado no solo a la filosofía y abrirnos un mayor espectro de la figura de la mujer en el mundo antiguo, pero no ha sido ese su diseño. Si subrayé el título no fue, en ningún caso, para sancionar negativamente tu propuesta, sino para recalcar algo que vengo observando a lo largo de mis estudios del grado y que, como dije, me resulta “desolador” y es que, en lo que llevamos de curso, las mujeres filósofas y pensadoras se han reducido a tres en el espacio de cuatro horas. De hecho, en tanto nos cuentan más cosas, nos hemos hecho el hilo charlando y debatiendo sobre mito y logos, retórica y demás, para que no se vieran solo las bolas de paja rodando, movidas por el viento. Igualmente, te compro que los presocráticos nos llegan de “segunda mano”, pero voy a descartar, por ese aspecto feillo, la apreciación de que los enigmas de Cleobulina vengan de “lo que nos enseña una rápida lectura de Wikipedia”. Te invito a un viaje alucinante por la Sabiduría Griega de Giorgio Colli, tomo I, en su último capítulo sobre el Enigma (Aeneimata) algo fascinante. En los apartados 7[A3], [A4] y [A5], (página 349 de la edición de Trotta) encontrarás los tres enigmas que os regale de Cleobulina, aunque del primero, Diehl dude de su autoría. Aparecen en griego y en castellano (una pena desconocer el griego aunque por poco tiempo) Me encantan los enigmas, su significado sapiencial, el juego de palabras que indican el objeto de forma velada, el desafío, la competición y el riesgo de muerte en el caso de no acierto en esta fabulosa lucha por el conocimiento, hasta me he animado a hacerlos, pero me salen fatal.