Xna,
Se está hablando de un asunto que no es serio porque alguien haya decidido tomárselo en serio, sino que es serio porque todos, y en esto creo que sin excepción, percibimos, quizás sin haberlo confesado propiamente, que tal, la guerra en Ucrania, es un verdadero punto de inflexión.
Alguien me dirá: no lo es; no dramatices, ya había decenas de guerras en marcha. Cierto, pero pensemos en que esta es la primera vez desde la segunda Guerra Mundial que la disuasión se incumple, que un imperio decide abierta y públicamente atacar a los intereses de otro. Hasta aquí toda guerra se vivía o bien como un abuso incontestable, como en Irak, o bien como una guerra híbrida, proxy, como fue de hecho la guerra del Dombás del 14, que si recordamos ni Europa ni la Otan ni Rusia se pronunciaron abiertamente acerca de su participación ahí (cosa de civiles y de, quizás, mercenarios rusos. "Proxy"), aunque todos supiéramos, pero sin poder dar prueba ni por lo tanto inquietar a la opinión pública ni al mundo, que las protestas del Euromaidan eran agencia otanista y que la anexión del Dombás no era sino por la fuerza de la agencia rusa. (Cuando un imperio se extiende, aunque sea "democrático", hay fuerza y punto o, dicho con el debido rigor, ello se da en un ámbito extrajurídico, ¡extrajurídico!, ¡extrademocrático! Esto son los EEUU ¿Acaso son democráticos los EEUU fuera de los EEUU?, ¿luego a quién de afuera habrá de importarle tal democracia? Y eso es también nuestra bien amada Atenas y, quien haya leido a Tucícides lo sabe, o ya quien sepa de la historia de Atenas). Aquella guerra, la del 14 del Dombás respetó la disuasión, tal cual la respetan las decenas de guerras que se libran hoy en el mundo porque los imperios en liza no declaran públicamente que ellos son el brazo ejecutor. Eso ha cambiado y es de lejos el evento político más relevante que, creo, viviremos en términos de análisis político puro y duro a largo plazo.
Y a la sazón se me ocurre pensar porqué está cada cual en este foro y porqué deja de estarlo. Y entonces veo, lo siento, ese ocasional cuñadismo por el cual nos entretenemos dirimiendo quien es más bueno y quién lo es menos sin preocuparnos ni en una sola línea de nuestro discurso por definir, delimitar, esas palabras, ni establecer si quiera el sentido de aplicarlas de cara a ese somero análisis que en definitiva es cualquier entrada en este foro. (¡Y entonces cómo te distingues, filósofo!). Como si no hubiésemos leído los diálogos de Platón; como si Platón no nos importase; como si cumplir académicamente fuera el éxito y el filosofar en la vida cotidiana insignificante y, ¡mira, Sócrates, qué tributo te brindan tus alumnos!
Pero por otro parte asoman quejas, que podrían ser incluso gritos o llantos y vosotros, nosotros, filósofos, que pudiéramos, que debiéramos suponernos capaces de ordenar este maremagnum de información que nos llega en categorías precisas y justificadas que arrojasen alguna luz, digo, en lugar de eso venga que si Rusia es mala o que si la OTAN estupenda o lo contrario o alguna mezcla prodigiosa pero nada de historia, nada de geoestrategia (y a mi enfado no le vale el colgar artículos; solo construir uno mismo el argumento que se quiere hacer valer, así, personalmente), qué sé yo, nada de un planteamiento moral de verdad, que hable al respecto de en qué consiste eso mismo, su posibilidad en el mundo de los hombres, ningún intento de discusión jurídica tampoco, solo la huella del querer cada cual dejar bien expresado su sentimiento: que si esto me parece mal, esto bien... (Acaso no hacéis trabajos de decenas de páginas sobre el bien, el mal, lo bello, lo verdadero, etc. y, aquí, ¿tan huraños?, ¿aquí?, ¿en vuestro tiempo libre, en vuestra ágora? ¿Por qué?)
En fin, a veces debe haber enfados, en este foro y en todas partes, en la pareja, en la familia, sin necesidad de que el mismo alcance la tentadora huida ni la indeseada herida en el corazón ajeno, que ya basta en el propio. Yo no quiero irme de aquí pues juro, y no perjuraría, que media vida me la he pasado buscando otros filósofos con los que sostener discusiones al límite mismo de las cosas. Pero, Xna, que quieres que te diga, estoy muy enfadado y sin embargo no quiero dejar de participar aquí incluso en unos, ahora, muy cuestionables términos, por sentimentales, digo, dado que exclamaría y exhortaría que: por favor, filósofos, no hiléis con la rueca de la opinión pública y haced filosofía.