Bueno, ¿qué queréis que os diga?... Coincido en que si el artículo de marras fuera mi única fuente de información, y en base a ello tuviera que forjarme un elegante criterio sobre el tema, pues ¡iría bien arreglado, pobrecito de mí!. Pero como no se trata de eso, afortunadamente dispongo de otros recursos, y también de las valiosas aportaciones a este foro. Por ejemplo, justo el día previo a la invasión tuvo lugar este seminario en el canal UNED:
canal.uned.es/video/621722cab609237f3d6b8874
Pues entonces, me ha venido muy bien (será que soy masoquista, je,je) toda la carga de cinismo, mala leche, irreverencia, humillación, desprecio, etc que destila hacia mí (y hacia nosotros, habitantes del gallinero) el
articulito. Me ha conmocionado como ningún otro (que es de lo que se trataba, supongo), me hace sentir ridículo, manipulable, indefenso,
incómodo, imbécil,...como figurante insignificante de una partida de juegos de poder entre titanes insensibles y cínicos. Me facilita una visión de gran angular, parcial -sin ninguna duda-, complementaria, desde otro ángulo, como si fuera una mirada desde la cara oculta de la luna. Y sospecho que esa perspectiva también tiene su parte de verdad dentro de la complejidad de la situación. Lo dicho, me ha abierto los ojos como ningún otro, porque me hace consciente de que yo soy (puedo ser) el siguiente plumífero a servir en el restaurante de los poderosos e insaciables señores de la guerra. Precisamente por eso es útil este artículo, no por su ecuanimidad, que no creo que en ningún momento haya sido el objetivo de su autor.