Hola,
Efectivamente, las interpretaciones de Marx que hacen están muy bien fundamentadas, pero es necesario someterlo a crítica, como todo pensamiento filosófico. En este caso, se abarca el análisis desde una posición posterior al autor lo que da lugar a una lectura que, en gran medida, difiere de lo que se quiso decir. En parte es la problemática que se planteaba al inicio de este hilo.
Marzoa analiza a Marx desde Heidegger, esto es, desde una nueva metafísica que el autor no pudo conocer. Se comete una especie de anacronismo filosófico. Creo que es mejor realizar una lectura desde los autores con los cuales un filósofo se confronta, es decir, leer a Marx desde Hegel, por ejemplo, que es con quien establece su diálogo filosófico y no con Heidegger.
Como la filosofía no es ciencia, tan legítimo es una lectura como otra, pero se corre el riesgo de tener ciertas lagunas. La tesis fundamental de Marzoa en su análisis de Marx desde Heidegger es que la mercancía, como ente, se caracterizaría ontológicamente por su valor de cambio. Esto, en mi opinión, no caracteriza al ente en su totalidad. Pongo un ejemplo (asumo que no hay "spoiler" es porque la película "Citizen Kane" es muy conocida).
La última palabra del magnate Kane fue "Rosebud". Los periodistas se afanan en descubrir qué o quién era "Rosebud", lo cual sirve como argumento para ir narrando la vida de Kane. Al final de la película se descubre que era el trineo con el cual jugaba de niño y acaba pasto de las llamas sin que nadie hubiera desvelado el misterio.
Kane tenía millones de mercancías, todas con su valor de uso y cambio. El trineo también requirió un trabajo, unos materiales, etc para producirlo y generar un valor. Como toda mercancía, se relaciona con otra a través de su cambio, ¿cuántas obras de arte, mansiones, animales exóticos, empresas o bancos habría costado "Rosebud" para Kane?
Marx trata el asunto con el concepto del fetichismo de la mercancía: sentimos pasión por la mercancía porque contiene trabajo abstracto, vida muerta. Pues bien, resulta que "Rosebud" contenía vida muerta, mucha, pero la de Kane, no la de quien la fabricó que apenas dedicó unas horas de su vida.
La ley del valor no describe el ser de "Rosebud". Se puede alegar que si un avispado periodista lo hubiera encontrado y lo vendiera se establecería un valor. En ese caso, el comprador, como cualquier fetichista, lo haría por tener la vida muerta de Kane. Incluso en ese caso, ¿podríamos decir que este valor de cambio agota el conocer a "Rosebud"?
Si uno lee a Marx directamente, encuentra que toda la teoría del valor es un análisis que busca descubrir el origen del capital, el cual es fruto de la explotación del hombre por el hombre. Es un descubrimiento el que realiza que saca a la luz algo que nos está oculto.
Antes comentaba que se puede leer de otra manera a Marx desde Hegel. Éste último dice que del ser no se puede decir nada porque entonces deja de ser. La dialéctica es la realidad misma porque el ser se enfrenta a la nada en el devenir. De la nada y el ser tenemos su constancia por esa relación dialéctica. Según Hegel la dialéctica va cerrando en la totalidad en una última tríada que es la religión, la filosofía y el arte.
Pues bien, en toda esa ontología tan racional que despliega Hegel hay algo que no puede explicar: la existencia del proletariado. Por ejemplo, Hegel afirma que nuestra libertad lo es en tanto y en cuanto nos apropiamos de la naturaleza y la transformamos. El proletario, dice Marx, no es propietario y aquí la dialéctica falla.
Marx afirma el carácter dialéctico de la realidad, igual que Hegel, pero critica que ese análisis tan pormenorizado pase por alto la mayor contradicción de la era moderna. En mi opinión, Marx desarrolla una ontología, pero es la dialéctica que sí que podría explicar la relación de Kane con "Rosebud", pero esto lo dejamos mejor para otro mensaje que ya es muy tarde y tampoco quiero ser pesado.
Saludos y buenas noches
Abel Sainz-Serrano