bolindre escribió:
Quería conocer desde qué concepción de la ciencia partíamos para saber si hablamos de lo mismo o teníamos distintos puntos de vista. Puse el ejemplo de Popper y Feyerabend porque tienen distintas concepciones. Podría haber puesto también el ejemplo de Kuhn y otros, pero no trataba de hacer ningún discurso filosófico ni nada parecido. Siento un profundo respeto por todos estos autores, coincido en algunas cosas con cada uno de ellos, difiero en otras, e incluso no tengo ninguna postura en algún aspecto que me haga inclinarme por ninguna de ellos. No creo que digan estupideces, las cosas hay que entenderlas dentro del contexto en que se dicen.
La concepción de Feyerabend me parece que contradice la experiencia diaria más evidente. Utiliza argumentos muy sutiles basándose en cosas como que el significado de un término teórico no tiene sentido fuera del contexto de la teoría y que por tanto no hay conexiones lógicas entre teorías distintas que permitan compararlas. Todos esos argumentos demuestran su ingenio, pero una teoría que contradice lo que todos observamos no es más que una extravagancia. En un pasaje poco citado de Contra el método afirma que si la ciencia ha tenido todos esos grandes éxitos en el ámbito tecnológico no es porque use un método correcto sino por pura casualidad. Eso es una estupidez, basta con preguntarse cuáles serían las probabilidades de que se diera tal casualidad para darse cuenta. Con respecto a Kuhn, no tengo nada malo que decir de él. No estoy de acuerdo con su teoría pero es un gran filósofo. En cambio, si Feyerabend ha tenido éxito es porque su teoría es provocativa y llama la atención, no porque esté bien fundamentada.
He releído algún mensaje anterior y me ha parecido entender que cuando hablas de ciencia hablas de ciencia empírica. Disculpa si he entendido mal.
Sí, he utilizado la palabra "ciencia" para referirme a la ciencia empírica (tal vez abusando del uso coloquial del término).
Me llamó mucho la atención el hecho de eliminar directamente la filología y la historia, por eso te puse el ejemplo de Chomsky.
La filología es el estudio de las ciencias del lenguaje, lingüística es el término que se aplica en la actualidad a "ciencias del lenguaje". La filología no solo abarca el estudio de la lingüística, sino que se ha ampliado. No se aplica el método hipotético-deductivo a todos los saberes que incluyen. La lingüística se estudia también a través de la biolingüística y la neurolingüística, tienes muchas ramas: psicolingüística, lingüística aplicada, sociolingüística, pragmática, etc. Cada una de ellas utiliza diversos métodos.
Ya te digo que hablé desde una total ignorancia en materia de filología. Si la lingüística es parte de la filología y usa el método de las ciencias empíricas, pues hay una parte de la filología que es una ciencia empírica.
No tiene ninguna importancia si es una ciencia empírica o no. Lo que quería señalar es que desde mi perspectiva es una ciencia, palabra tomada del latín scientia 'conocimiento', deriv. de sciens, -tis, participio activo de scire 'saber'.
Bueno, para mis argumentos sí que tiene importancia. Lo que argumentaba es que el psicoanálisis pretende basarse en el tipo de apoyo que corresponde a las ciencias empíricas pero no lo hace adecuadamente, de modo que actúa como si fuera una ciencia empírica sin serlo. En este contexto, la cuestión de si es una ciencia empírica tiene toda la importancia.
En cualquier caso, no nos enredemos en discusiones sobre el significado de las palabras. Si tú entiendes como ciencia cualquier disciplina que proporcione conocimiento de algún tipo y yo entiendo como ciencia la ciencia empírica, lo mejor será que a partir de ahora utilice la expresión "ciencia empírica". Puesto que los dos entendemos lo mismo por "ciencia empírica", si uso ese término se acaban los malentendidos.
Alma dijo:
Me parece que estamos dando vueltas en círculo.
Cierto, sobre el tema del psicoanálisis creo que no tengo mucho más que añadir.
me ha sorprendido un poco tu afirmación sobre el dualismo. Por lo que recuerdo de filosofía de la mente, se distingue entre el cerebro, como órgano del cuerpo humano, material, estudiado por la neurología, y la mente, es decir, la actividad derivada del funcionamiento del cerebro, inmaterial (por más que conduzca a actos materiales, que en modo alguno deben ser confundidos con la actividad mental en sí misma, de la que tienen su origen) y estudiada por psiquiatras y psicólogos (y psicoanalistas, claro). Precisamente es esta inmaterialidad la que dificulta el conocimiento científico. Recuerdo que mi psiquiatra me dijo en una ocasión que estaba en gran desventaja con el neurólogo, que poseía técnicas de exploración (tacs, resonancias...) de las que el psiquiatra no disponía.
En filosofía de la mente hay un acuerdo bastante general en que el dualismo de sustancias es una teoría errónea. Solo la siguen defendiendo algunos teólogos (creo que incluso entre los teólogos hay cada vez una mayor tendencia a algún tipo de emergentismo) y algún filósofo dado a defender teorías extravagantes (como Peter Unger, que antes de defender la existencia del alma defendió, entre otras cosas, que nada existe). Siguen existiendo otras formas de dualismo menos radicales que aún son defendibles, como el dualismo de propiedades (defendido por David Chalmers) o el epifenomenismo, pero son posturas minoritarias y no creo que el psicoanálisis pueda encajar en ellas. La mayor parte de teorías que se barajan hoy en día son monistas, ya se trate de la teoría de la identidad, el funcionalismo (tal vez con lo que has comentado pensaras en el funcionalismo, que entiende lo mental como algo abstracto; en ese sentido la mente no sería material pero tampoco inmaterial, sería una estructura funcional abstracta que solo tendría realidad ontológica en cuanto que está implementada en el cerebro, es decir, en un soporte material; en cualquier caso, el funcionalismo hace tiempo que entró en decadencia, junto con la metáfora del ordenador), el materialismo eliminativo, el monismo anómalo, las distintas teorías del doble aspecto (como el monismo neutral) o el monismo emergentista (materialista o no), siendo esta última muy popular últimamente.
De hecho, muchos psicólogos cognitivos suelen suponer que los estados mentales son en algún sentido estados cerebrales y que ellos los consideran desde un mayor nivel de abstracción.
Ksetram dijo:
Rdomenech, ¿cómo tiene la psicología acceso a su objeto de estudio? Ahí creo que está la cuestión.
Pues a partir de la conducta del sujeto y de los informes subjetivos de este (aunque sobre todo a partir de la conducta, cuando ello es posible) se infieren los estados y procesos mentales del mismo. No se trata de que la conducta sea lo único que existe (eso lo creían los conductistas radicales), sino de que cualquier ciencia empírica tiene que recurrir a aquello que puede ser observado. También la física nos habla de cosas no observables, pero tiene que recurrir a lo observable para contrastar sus afirmaciones. El que en el caso de la mente exista la experiencia subjetiva no es una desventaja sino una ventaja, ya que además de la conducta, podemos contar con aquello que nos dice el sujeto (podemos diagnosticar depresión no basándonos solo en la conducta, sino también en el hecho de que el paciente ha informado de que siente una gran tristeza). Las dificultades para la psicología no proceden de que estudie algo de lo que hay experiencia subjetiva (o interna o como se la quiera llamar), sino de la enorme complejidad de su objeto de estudio.