Me ocurre, como sugiere Serchlobar89, que mis lecturas sobre Grecia no incluyen, hasta la fecha, estos autores. En su día, por inclinaciones personales, me decidí a leer las cumbres literarias desde Homero hasta Eurípides y Aristófanes en cierto orden cronológico, y me he dejado a los historiadores para más adelante. Ausencia suplida, dentro de lo posible, con manuales y algo de indagación. Imagino, como indica Alma, que leer fuentes originales no sólo acerca a la información de primera mano, ya de por sí razón más que suficiente para dedicarse a leerlos, sino que, de algún modo, ayuda a sintonizar con el espíritu griego y regula nuestro propio raciocinio para reducir paulatinamente la occidentalización de Grecia o, en su caso, para que dicha occidentalización no sea demasiado burda, y pueda ir apareciendo una Grecia verosímil, a pesar de ser creación nuestra.
No puedo más que estar de acuerdo en que es necesario acercarse a Grecia a través de diferentes disciplinas, familiarizarse con los períodos históricos tanto precedentes como posteriores y focalizar con suficiente precisión como para empezar a ver la heterogeneidad panhelenica, el mapa cuarteado de pueblos, lenguas y movimientos en burbujeo constante, en contraste con la visión unitaria de un pueblo relativamente homogéneo ejemplificado en el paradigma de Atenas.
A Aida Míguez la descubrí, entre otros, en la conferencia que impartió sobre la Antígona de Sófocles en un largo y denso ciclo acerca de la Tragedia, y tras leerle algunos artículos y visionarle un par de conferencias en la UNED, me fui directo a su bibliografía y me hice con estos dos libros.
Gracias Julián por la recomendación. Ahora me parece que voy a sumarle la edición Abada bilingüe, jónico-español, al historial de libros pedidos, que este año curso griego precisamante para poder disfrutar de estas cosas.