Estamos intentando el confinamiento. Madrid intenta blindarse. Pero no dejo de pensar en aquéllas que están conviviendo con su maltratador. Sé lo que se siente. Sé cómo se puede evitar la agresión. Y aún sabiéndolo a veces hay un elemento disruptivo que hace estallar el drama.

Mi mensaje va dirigido a las que estáis día y noche en estado de alerta y no sabéis muy bien si para vuestro caso hay solución. Sí lo hay. Siempre lo hay.
www.rtve.es/alacarta/videos/la-manana/vi...coronavirus/5542695/
Y si esto no os vale, siempre tendréis vuestra vecina, hermana, prima, amiga, compañera de trabajo. Siempre hay una pequeña puerta abierta.

Y si aquello tampoco os vale siempre tendréis un vecino, hermano, primo, amigo o compañero de trabajo que pueda brindaros ayuda. Bueno, salvo que en un delirio fanático se piense que los hombres, y ya sea porque constituye un imposible metafísico o una condición contra-fáctica, no pueden ayudar a una mujer maltratada o ya sea porque sea más importante defender una ideología, y por tanto, sea más valioso no tentar a la tozuda realidad no sea que ésta desmienta nuestra ideología.

Maldita sea, pero cómo puede ser posible que una persona con cierta formación diga o de a entender que en caso de maltrato únicamente hay que pedir ayuda a otras mujeres. Lo que tendría que hacer una mujer que está siendo maltratada y que por sus propias fuerzas no es capaz de escapar de tal situación es pedir ayuda a otra persona que esté dispuesta a ayudarla.

elías escribió:
Lo que dices, Elías, parece tan elemental como inapropiado es aprovechar esta plataforma para expeler un panfleto y promocionar ideología.

Dígase lo que plazca, pero apoyado siquiera en algún argumento.

elías escribió:
Tienes razón Elías.

No se porqué me salió el femenino. Por supuesto que incluyo a los hombres. Quizá una explicación a mi favor es que estaba tan metida en la problemática que era como si le estuviera diciendo a esa mujer que necesita protección: "echa mano de mí". Estaba pensando en alguien en concreto y eso me llevó a generalizar en mujeres, las mujeres de su alrededor. Pero está claro que tanto en este problema como en cualquier otro, hombres y mujeres tenemos que ser una piña.

Te pido disculpas Elías y a todo el que se haya sentido señalado. No era mi intención. Aquí sólo estoy dando esa clave para quién lo necesite en tiempos de confinamiento.

No sé si tendré razón, Anuska, pero en cualquier caso, me equivoqué. Y en mi descargo decirte que tanto tiempo de confinamiento me tiene un poco crispado. Es decir, ni aunque esa hubiera sido tu postura, ello no me justifica el haberte respondido de la forma (aún manteniendo el fondo) en que lo hice. Así, y en justa reciprocidad, decirte que soy yo ahora quien te pide disculpas.

Un saludo

Te aseguro que no es falsa modestia Elías, pero cuando leí tu contestación y volví a lo que había escrito para ver qué podía ser tan grave para leerte tan ofendido, te entendí perfectamente. Fui poco delicada haciendo creer que estaba excluyendo a los hombres. No es mi criterio en absoluto. Tengo que reconocer contigo, que me encuentro en una situación de reclusión y preocupación tal, que provocó que no prestara suficiente atención a lo que estaba escribiendo. Mea culpa.

En todo lo que conlleva esta crisis mundial de salud me siento privilegiada, por eso quise poner un granito de arena para los que van a salir perdiendo, expuse el caso de las que viven con su maltratador día tras día sin un minuto de descanso, pero también estaba pensando en los mayores y ese drama de las Residencias; los que se han quedado sin trabajo con una edad complicada; los que han tenido que cerrar sus pequeños negocios hasta nueva orden, y cómo no, los sanitarios que están jugándose la vida sin pedir nada a cambio, pero también todos los que siguen trabajando intentando mantener una cierta normalidad en la marcha del día a día. No me enrollo. Todos estamos suficientemente sensibilizados con la situación como para saber muy bien quién se va a perjudicar con todo lo que está pasando.

Un saludo Elías y espero que tanto tú como a tu alrededor todo esté bien. De esta saldremos, seguro, aunque aún no llego a calcular bien a qué precio.

Decía Zubiri que la fe no consiste en creer lo que se dice sino en creer en quien lo dice. O dicho de otra forma, uno no cree en unas palabras y por eso tiene fe en la persona que las dice sino que es justamente al contrario; es porque se tiene fe en una persona por lo que se creen sus palabras. Al final todo es cuestión de fe ya se trate de adherirse a una persona, a una concepción filosófica o científica.

Imagínate que le dices a un amigo que por favor no comente un secreto que le vas a confesar y al cabo de una semana te enteras de que dicho secreto es conocido. Vas a tu amigo y le dices: " Oye, te dije que no comentaras el secreto y lo has comentado". Imagínate que tu amigo te contesta algo como "Si, lo comenté aún sabiendo que me habías dicho que no lo hiciera pero fue sin querer; se me escapó" ¿Creerías o no sus palabras? Si tienes fe en él las creerás y si no tienes fe en él no lo creerás aunque las palabras sean exactamente las mismas.

Anuska, es porque tengo fe en ti por lo que creo tus palabras. Por favor, sé que no es falsa modestia. No hace falta que te disculpes.

Por ahora las cosas están bien salvo por un íntimo amigo que tiene el dichoso coronavirus aunque ya se está recuperando satisfactoriamente pese a perder 6 kilos en menos de una semana. Espero que tanto tú como los “tuyos” estéis bien.

Un saludo