Hay por favor. Nos hemos hecho la prueba y hemos dado negativo. ¡Mañana nos vamos a Las Palmas!. Esto casi nos cuesta un divorcio. No la pandemia, no el confinamiento, sino esa sensación de que estamos luchando contra el mundo negacionista, que nos ha estado poniendo caramelos en la boca tipo "no te preocupes, yo puedo visitaros, no tengo ningún miedo, ya ves, yo no me he vacunado y aquí estoy, vivita y coleando", o ese otro negacionista que te espeta "es genial que hayáis dado positivo, eso quiere decir que ya nunca más vais a tener que vacunaros". En fin, un mundo de despropósitos a los que hemos tenido que hacer frente y que nos han generado más de una discusión del tipo tu familia-mi familia.
Finalmente ha primado "nuestro" sentido común y hemos acabado con bien. Estamos sanos y pletóricos y con ganas de mucha marcha. Ahhhh, que estamos en pandemia. Bueno, con ganas de marcha de a poquitos y con el círculo más pequeño que podamos. Pero eso sí, dale, dale marcha ya.
Para esto, mi Sabina es el mejor.
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Marcoaurelio, no sabes cómo he disfrutado con los "consejitos" que te ha ido dando, aunque estoy segura que tú has sido muy capaz de conseguir lo que querías. Pero no me resisto. Algo que nos vuelve locas es mirarnos directamente a los ojos con una disposición de aquí-me-tienes, tipo Heidegger. En general, si se le da tiempo a ella irá a buscar una de esas canciones para bailar, y un baile trae otro baile. Es fácil.
Pues Anuska, últimamente, cada vez que tengo que hablar con algún escéptico/negacionista siento que estoy cada vez más cerca de perder la paciencia, Les escucho y por mi mente no paran de pasar imágenes de un hacha vikinga que vi una vez en un museo...
Aviso spoiler: no ver el vídeo si no has visto la última temporada de Vikingos y piensas verla
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A pesar de su sufrimiento, Luis ha sido capaz de despedir a su amor, su Almudena. Mi chico nunca será Luis, yo nunca Almudena, pero sí tengo bien claro que nuestro amor sí que es muy parecido al de ellos. Pasada la etapa de enamoramiento alocado, nos ha quedado la del amor pausado, el respeto infinito y las ganas de envejecer juntos. Por eso me ha dado tanta pena que se haya ido tan rápido Almudena.
Y luego, pues luego hay una parte de nuestra España que es bastante mezquina por cómo se despide de los grandes, sean de la bandera o el color que sean. Luis lo explica muy bien aquí abajo. ¡Qué de alma hay en esta entrevista!. No se puede ser más humilde, lo que le honra.
Y su precioso poema de despedida.
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