Pues ya que estáis compartiendo aquí joyas musicales, me veo obligado a traer mis dos mayores amores musicales. Bueno, hoy uno, más adelante si queréis el segundo. Descubrí a Nick Cave hace mil años, allá por 1999 en el primer Doctor Music Festival de los Pirineos, y desde entonces me ha acompañado en la salud y la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, etcétera etcétera.
Tiene varios modos de funcionamiento y dosificación. El vigoroso y cañero de sus primeros discos, ideal para momentos enérgicos... Aquí "The Mercy Seat", un crescendo repetitivo e hipnótico del que hizo versión Johnny Cash:
También tiene mil canciones más líricas y relajadas: esta es ideal para cualquier momento romántico o emocional. A mis brazos, Nick:
En su antepenúltimo disco, "Push the sky away", hay un montón de canciones inolvidables... Tuve la suerte de que la revista para la que escribo de vez en cuando me enviara hace siete años al concierto de estreno en Londres. Aquí escribí mi nada imparcial reseña:
Destacaré por ejemplo otra canción con crescendo final, "Jubilee Street". Y voy a autocitarme del artículo de arriba:
"Jubilee Street es una canción extraña, mi favorita del disco: ya he perdido la cuenta de cuántas veces he visto el videoclip dirigido por John Hillcoat. Al primer vistazo parece una historia corriente: un personaje público enamorado de una prostituta ve destruida su vida al ser expuesto. Lo interesante en el contexto del disco empieza después, cuando solo y abandonado en una habitación vacía, iluminado por el Sol, el pobre hombre muta, brilla, se transforma, vuela.»¡Mírame ahora!”, grita, libre tras perderlo todo. Algunos han dicho ya que el videoclip da una idea romántica de la prostitución… Tonterías: la muestra como algo a la vez sórdido y sagrado. En un fotograma bellísimo del vídeo, el actor Ray Winstone se postra a los pies de la prostituta-diosa, adorándola entre sollozos. “Yo soy la primera y la última, soy la amada y la odiada, soy la prostituta y la santa”, se lee en el Nag Hammadi: es este fuego sagrado el que destruye y transforma. En el concierto, Cave convierte Jubilee Street en el corazón de la velada. A partir de la mitad de la canción el grupo empieza a acelerarla, de forma primero muy sutil y cada vez más evidente: un crescendo aprovechando la naturaleza rítmica y repetitiva del loop del estribillo para lanzar un trance demente y explosivo. El clímax de la transformación se alarga varios potentísimos minutos, con Cave aporreando los cascabeles y gritando “Look at me now!” una y otra vez… Este inacabable y enérgico paroxismo es lo más parecido a un orgasmo musical que he experimentado en la vida, lo que convierte el resto del concierto en un relajado cigarrillo poscoito."
Pero ay, hete aquí que la desgracia se abatió sobre Cave, y de una forma horrible: uno de sus hijos adolescentes murió en un accidente, al caer de un acantilado. Y tras un tiempo de silencio, sacó un disco absolutamente estremecedor, "Skeleton Tree", con los temas del duelo y el dolor por la pérdida saliendo a relucir en casi todas las canciones. Elijo una preciosa, "Girl in amber", tan circular como el vídeo que muestra cómo una idea (una angustia, en este caso) puede dar vueltas y vueltas sobre uno mismo.
Sobre esta canción Cave escribió un texto en su web The Red Hand Files:
Y en general todo el blog de The Red Hand Files es una absoluta maravilla: allí Cave contesta preguntas bastante aleatorias de sus fans sobre un montón de temas, no solo musicales sino también filosóficos y emocionales. Me encantan la claridad de pensamiento que muestra en sus respuestas y su muy cuidado lenguaje...
Repasando mis clásicos en estos dias de confinamiento quiero compartir con tod@s este tango de Rodrigo Leaho y Luna Pena que me está alegrando la tarde. A ver si mi pareja se anima , jeje..
Como no se oye muy bien os dejo el estribillo, que viene muy bien ahora que tenemos que restringir tambien los abrazos....
"Ay
Abrázame esta noche
Aunque no tengas ganas
Prefiero que me mientas
Tristes breves nuestras vidas
Acércate a mí
Abrázame a ti por dios
Entrégate a mis brazos"
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Hola, aun voy, escuchado, por el 26 de marzo y se van sumando propuesta, este confinamienro promete.
Zolaris, me gusta Espiritual Unity, potente, qué diversidad de sonidos se perciben, se oyen paisajes urbanos, estructuras de acero, un muelle que asoma al río, aire frío en el rostro, un cigarro encendido, rincones que son ángulos oscuros, ambiente de humo espeso, miradas vidriosas, gargantas que se inclinan para reir, una mesa bajo la luz tenue, carmín en un vaso, un sombrero de fieltro, notas en una servilleta, trazos de un rostro, aspas en el techo que no mueven una brizna de aire, medias de seda negra, toses, ay, perdón son mías, este "bicho" que no me deja.
Ayer escuchaba sobre Beethoven y la posibilidad de pensar en música. Recuerdo aquello que escribí sobre que lo mismo era pensar que hablar y ahora voy y me desdigo, porque, no podría ser la música una suerte de Filosofía sin concepto?
De Beethoven decían que cambió la forma de escuchar de sus auditores,que logró despertar en ellos vivas emociones, deseos de libertad, que tocó sensibilidades, llegándoles dentro sin intermediación de las palabras, transmitiendo ideas sin conceptos.
Os dejo algo de Beethoven, a ver si en vosotros ocurre eso
Una declaración de amor: a la persona amada, a la naturaleza, a la vida
Letra de la canción:
You fill up my senses
Like a night in a forest
Like the mountains in springtime
Like a walk in the rain
Like a storm in the desert
Like a sleepy blue ocean
You fill up my senses
Come fill me again
Come let me love you
Let me give my life to you
Let me drown in your laughter
Let me die in your arms
Let me lay down beside you
Let me always be with you
Come let me love you
Come love me again
You fill up my senses
Like a night in a forest
Like the mountains in springtime
Like a walk in the rain
Like a storm in the desert
Like a sleepy blue ocean
You fill up my senses
Come fill me again