No creo ser la única de este sitio que a estas alturas está llorando por alguien cercano a quién ésta enfermedad se ha llevado sin despedidas, sin compañía. No creo ser la única de este sitio que a estas alturas no esté temblando por una persona cercana que ha tenido que ser ingresada por fiebre en su patología previa (cáncer, leucemia). Tampoco creo ser la única persona que tiene cerca a alguien dedicado a la profesión médica que se está jugando literalmente su vida por ayudar a los pacientes que le llegan. No dudo que vaya a ser la única que tenga personas cercanas que estén deseando dar un beso de mil horas a sus familiares. Tampoco dudo que voy a ser la única que está muy preocupada por el estado psicológico de su ser más querido como puede ser un hijo, una hermana, un amigo.
Ni que decir de la mujer que está aguantando maltrato continuado sin saber salir de esa situación. No puedo ni imaginarme todo el drama de niños maltratados, mujeres maltratadas en esta situación de confinamiento. Nos dicen que tenemos que ser fuertes. Como si no pasara nada. Todos estamos como si no pasara nada.
La gente ya se lanza (donde puede, en Madrid aún no) a las terrazas de los bares a tomarse una cerveza, un café, como si no pasara nada. Venga, vamos a hacer como que no pasa nada y entramos en tiendas donde parece que no pasa nada. Unas risas y ya volvemos a ser los de antes. Pero va a ser que no.
En lugar de alegrarme por la evolución positiva de esta pandemia cada vez estoy más sumergida en un pozo. Un pozo sin fondo. Cada vez tengo menos por lo que alegrarme. Pero el mundo sigue. Los que tengan que caer que caigan. Los elegidos seguirán/seguiremos haciendo como que no pasa nada. ¿Seguro que sí?. Para mí no. Lo tengo muy claro. Y a partir de aquí me voy a reinventar. Sin alegrías. Consciente de lo que está pasando. Tampoco me voy a amargar. Los humanos somos incombustibles. Y lo sabemos. Cuidemos al resto de la naturaleza. Ella es muy generosa.
Traigo de nuevo esta canción de Leonard Cohen y con unos intérpretes que me encantaron desde el primer momento que los escuché. Aunque la versión original, la de su autor,Leonard, nada que envidiar a nada. La pongo debajo.
Ésta es la maravilla de Leonard Cohen, que me tiene totalmente enamorada. En youtube hay mil explicaciones, mil versiones. Sigo quedándome con el original.
Y ya que estoy. Pongo mi canción fetiche de tantos años…..20 de Abril. Siempre me recordó situaciones. Y me la encuentro aquí, con el problema. Que grandes. Me apunto que tengo que ir a uno de sus conciertos. Ya.
Por aquí algunos estrenaremos el lunes fase 1 de desconfinamiento, cómo será ahora "posar nuestros ojos" en otros y decirles tanto desde el otro lado de una mascarilla? Qué arda Madrid de deseo y no a golpe de cacerola.