Hola:
Me permito compartir con vosotros unas impresiones sobre una combinación de lecturas en las que estoy inmerso en estos momentos, y que sin tratar de que fuera así, ni mucho menos, se está convirtiendo en una comparación enriquecedora y estimulante:
Antes de acostarme, las Meditaciones de Marco Aurelio, alabadas en más de una ocasión por el compañero Marcoaurelio, a cuya valoración me sumo. Es su segunda lectura después de bastantes años. Y por la mañana, cuando me levanto, ahí va eso, no seáis crueles: 365 ideas para una vida plena. Del Dr. Mario Alonso Puig. Recomendado, apunto aquí, por alguien de quien me fío. Como las Meditaciones, está escrito en forma de reflexiones y sentencias breves.
Lo interesante del asunto, a mi modo de ver, es cómo diecinueve siglos después, la base de la "terapia" de Mario Alonso es estoica. Libertad como forma de aceptación del destino, una autonomía del individuo en base a una aceptación serena que permita una nueva representación. Y el logos universal como modus vivendi al que plegarse para ser, de verdad, libres. Pero la diferencia es que el cuerpo, problemático en grado sumo para los estoicos, aparece ahora como revelador y fuente de sabiduría, tan estimable como la de la razón. Unos ejemplos:
Marco Aurelio 32. "Soy la unión de un cuerpo insignificante y un alma. Para el cuerpo todo resulta indiferente, pues no tiene capacidad de distinguir. A la inteligencia, en cambio, le es indiferente aquello que no es su propia actividad; en cambio, cuanto le es propio cae bajo su dominio. Se ocupa, sin embargo, sólo de las cosas presentes, pues el futuro y el pasado le son igualmente indiferentes."
Mario Alonso 158. "Si no te sientes a gusto con tu cuerpo puedes hacer dos cosas: rechazarlo o amarlo. Si lo amas lo cuidarás y, si lo haces, te indicará un camino que la mente no puede mostrar."
Mario Alonso 180. "Si tienes una corazonada, escúchala, apréciala y explora en la dirección que te señala. La razón es más limitada de lo que parece.
Como en el yoga, lo interesante sería para Mario Alonso, entiendo, una armonía dialogante entre el cuerpo y la mente, más quizás, que entre la mente y el mundo. Al menos, como primer nivel de consciencia.
Saludos.