Al Shefer Yetshiráh volví éste año, tengo el de un tal Ariel Kaplan (puedo mirar la edición y asegurarme de que el nombre se escriba así). El Zohar no lo he leído, prefiero el Yetshiráh.
No he leído ni conocía doña Lio portapapeles y Bollete.
El tres representa la fuerza activa de todas las cosas, y la síntesis, pero digamos, que no está manifiesto en la materia. El yin – yang expresa el número tres, porque representa al yin, al yang y realmente a los dos juntos, realmente se llama Tao. El tres es la síntesis del dos (como en Hegel ocurre con la síntesis de la dualidad, y también en el hinduísmo y en la mitología egipcia, pues lo muestran por ejemplo en tripletes de dioses). En la cábala tenemos las tres letras madre (Alef, Mem y Shin. El Alef es el Aire, letra muda, es la síntesis de Shin y Mem, o sea la síntesis del fuego y el agua). En el esoterismo se habla directamente de la “ley de tres”, para expresar lo mismo, que todo son síntesis sucesivas como dijo Hegel.
El cuatro sí, a partir de él comienza lo real y manifiesto. En el centro de los cuatro elementos, o de los cuatro evangelistas está el espíritu, el cinco (nuevamente impar). En el cinco surge el espíritu en la materia (el Tarot también es una ejemplificación simbólica en imágenes de la cábala, los arcanos mayores son las letras del alfabeto hebreo). Como dice Futaki el cuatro es talismán para los junguianos. Jung no desplegó realmente la cábala, sólo estudió el tres y el cuatro muy principalmente (y lo aplicó a los sueños y estructuró la psique humana en cuatro partes).