Gatita mía, eso no sería un intercambio de favores ni nada que se le pareciera. Si te sientes incapaz de escribir un buen relato, cuando yo estoy segura de que lo harías la mar de bien, reforzar en ti esa idea sería una p..... por mi parte.

Quando ti sento dire "la mia gattina" cado a

............................p
......................e
...............................z
.....................z
...................................i

Penso di essere caduta nella tua ragnatela

Извини, я не понимаю тебе.

Когда я слышу, как ты говоришь "мой котенок", я теряюсь. Кажется, я попал в твою паутину.

Edito: esta palabra "теряюсь" debería estar escrita así

...т
.....е
...р
..........я
................ю
...с
.......ь

Ну, почему? я люблю кошки, ты знаешь.
Но хорошо, как ты хочешь, дорогая

El translator es una caca.

Cuando te oigo decir “mi gatita”, me
….d
……..e…
…s
……………h
…..a
:……………….g
…o

Creo que he caído en tu red de tela de araña


En italiano queda mejor porque deshacerse es “cadere a pezzi “, y “pezzi” es pedazo. Aquí es complicado jugar con las letras, no es como el word.

¿Nadie tiene ganas de explicar qué tenía de raro el sobre recibido por Juan Valdés? Vengaaaa, sólo unas líneas. Podéis escribir borrachos, cuando regreséis de juerga esta noche

Alma escribió:
Decimos que es extraño porque conocemos su contenido, pero Juan no vio nada raro en él al encontrárselo. La cosa cambió cuando lo abrió y se percató de que en su interior no había una carta, sino un papel con un extraño dibujo. Decimos que era extraño porque...

P.D.: He hecho trampa, ya lo sé.

Permitid que me inmiscuya...
rdomenech31 escribió:
Decimos que era extraño porque ese dibujo coincidía con una marca de nacimiento que Juan Valdés ocultaba en el talón; una marca que había heredado de su padre y este, a su vez, del suyo; una marca de cuya existencia, le dijeron, nunca nadie habría de tener noción. Al verla, Juan Valdés sintió...

Al verla, Juan Valdés sintió como si el suelo se abriera bajo sus pies. Se quedó parado en el umbral, examinando fijamente el dibujo, cuando el teléfono móvil que llevaba en el bolsillo izquierdo de su americana empezó a vibrar. Sin pensar en lo que hacía, lo cogió, pulsó el botón de llamada entrante y oyó la voz de su hermana Cecilia, que sonaba entrecortada y angustiada.
"Juan, ¿estás en casa? ¿Puedo venir a verte? Ha sucedido algo raro. Acabo de encontrarme un sobre en el buzón...