Els angles morts de Borja Bagunyà (en catalán, creo que no está traducida al castellano).
Finalicé su lectura hace unos pocos días. Creo que es una muy buena novela. Reconozco que me rompe un poco los esquemas, me deja un retrogusto raro, especial, pero sé que es buena. Lleno de dudas y de interrogantes, después de leerla, al dirigir la mirada sobre mí mismo. Otra cosa es saber analizar porqué creo que es buena. El estilo tiene sus particularidades: el tipo de narrador, las oraciones subordinadas, infinidad de paréntesis junto a más paréntesis (cuyo contenido matiza o directamente contradice lo expuesto), notas a pié de página como si se tratara de un texto académico,.. Los protagonistas explícitos son tres personajes: un profesor de literatura de la UB, su pareja (una obstetra de un hospital de Barcelona) y un sobrino americano superdotado –hijo de un padre idem- que viene a conocer Europa (y a intentar adoptar una distancia adecuada de su progenitor). Representan tres formas de conocimiento de la realidad (el académico, el científico y el analógico-poético-creativo) que se ven interrogados por un hecho inusual (el nacimiento de un bebé con una deformidad craneal impresionante pero que no es disfuncional aparentemente). Quizás el protagonista real –oculto- de la narración sea este nacimiento malformado con todas las consecuencias que acarrea y que se reflejarán en los demás protagonistas. Otro protagonista silencioso puede que sea la universidad como institución académica –duramente criticada por el autor- y, en menor grado, la dinámica hospitalaria. El profesor (más bien a la antigua), a contrapelo de los modernos procedimientos de acreditación docente, obsesionado por su falta de creatividad como posible síntoma de su mediocridad (no hay nada más mediocre que estar obsesionado por la duda sobre la propia mediocridad). La doctora, en estado de manía pseudo-psicótica (bipolar) investigando la malformación del recién nacido. El sobrino genial, en erupción post-adolescente, salpicando todo aquello que recibe su ácida mirada. La novela, su estructura, su estilo, juega también con la deformidad, intenta explorar el impacto de la deformidad a partir de una estructura (literaria) también premeditadamente deforme.
No sé, me da la impresión de frescura, como de algo muy actual, distinto. También fue una recomendación de Sam (que comentaba que todas las críticas le eran favorables pero que leyéndolas con atención uno se percataba de que los críticos no sabían definir realmente el motivo de porqué decían que era buena: ¡pues a mí me ocurre lo mismo!).