ksetram escribió:
Tienes razón ksetram, porque te dicen que es de Borges pero no es el tipo de relato que te esperas. El narrador no me parece nada fiable. El narrador a veces lo sabe todo, otras veces duda... Lo interesante es que deja abierta varias interpretaciones. ¿Cuál es la verdad? ¿Y si el padre le engañó a la hija?
El narrador construye un relato en el que se lee una posible verdad, incluso el narrador conjetura sobre lo que pudo suceder, pero deja claro al final que quienes saben la verdad son uno o dos nombre propios.

Edito: Me ha recordado en un momento a Relato soñado de Arthur Schnitzler. La descripción que hace de Emma hasta llegar a la habitación donde pasa un rato con un marinero. No digo más por no hacer spoiler.

ksetram escribió: bolindre escribió:
A mí sí me parece un cuento notable, quizás porque lo que no es tan bueno en Borges sigue siendo mucho mejor que la mayoría de cosas que leemos, pero es cierto que en mi opinión tiene un gran defecto. El narrador, como dice bolindre, es muy poco fiable (recurso muy bueno, pero no sé si bien utilizado). Por otra parte, está muy bien que las obras tengan un final abierto y huecos que el lector pueda interpretar. Por ejemplo, hay un gran hueco en la relación entre Emma y su madre, y está muy bien. ¿Puede ser ella la causa del desorden patológico de Emma? ¿La ventana que menciona en los recuerdos de Emma puede ser el lugar a través del que vio algo que no debió ver y ha sido causa de su horror a los hombres? Una buena laguna. Ahora bien, después de releerlo, el narrador nos enmaraña en un montón de pistas que son difíciles de hilar y creo que no conducen a ningún sitio, sobre todo porque de las múltiples interpretaciones que se pueden obtener no hay ninguna clave que permita decantarnos por una o por otra. Pongo un ejemplo: los nombres. Nombres germano-judíos mezclados con otros judíos (Emmanuel, Aaron), de gran potencia en el judeocristianismo, que a su vez se acopocan (Emmanuel-Emma) o son parecidos (Emma-Elsa), etc. No llego a encontrar una coherencia. No sabemos si Emma miente, si el narrador miente, si el padre miente y creo que no hay claves que nos permitan deshilachar la madeja. Ni siquiera hay una pista que nos permita inferir que el cuento es una paradoja y que la verdad es imposible de encontrar. Más bien nos lleva a la conclusión contraria, que hay verdades alternativas con independencia de las circunstancias en que se produzcan los hechos concretos. En definitiva, me parece un cuento con una intriga muy interesante pero con ese defecto de construcción, que no es menor.

Como vuestros análisis son tan sesudos, he vuelto a leer Emma Zunz. En mi humilde opinión, no podemos dudar de Emma. Ella ha vengado a su padre, pues éste le dijo que el robo lo realizó Aarón Loewenthal. “He vengado a mi padre y no me podrán castigar…”. Una chica de diecinueve años, a la que como señaláis no parecen gustarle los hombres. Que se sale con la suya tras realizar una estrategia reflexionada, que le permite lograr matar a su enemigo y salir indemne; un enemigo que además resulta ser poderoso dueño de la fábrica en que trabaja. El débil sale victorioso, por su inteligencia y pese a la aparente candidez de Emma, triunfa por su sangre fría. Lo que me habéis hecho ver, es que se trata de una construcción hecha sobre el aire, es verdad, el padre le puede haber mentido, y no tenemos detalles apenas; en mi humilde opinión esto lo hace más verosímil, es decir, más similar a la vida real, en la que las cosas ocurren sin que tengamos más que fragmentos de realidad. O como dices Bolindre, lo interesante es que deja abiertas varias formas de interpretar lo ocurrido.

También la figura ausente de su madre crea un vacío significativo, y tú Futaki señalas que ¿quién sabe si se relaciona con la inestabilidad psíquica de Emma? Vale, es otra manera de verlo.
Sobre la aparición de nombres judíos mezclados con otros germano-judíos, indagando un poco he encontrado ésto tan curioso que nos dejó escrito Borges; es además de un blog, por lo visto ampliamente dedicado a Borges:
borgestodoelanio.blogspot.com/2016/03/jo...borges-yo-judio.html
Es la Respuesta de Jorge Luis Borges a la Revista Crisol (publicación argentina de las primeras décadas del siglo XX identificada con el nazismo) que insinuaba que ocultaba su ascendencia judía.

No me resisto y pongo esta entrevista, que he estado escuchando bastante rato. Me falta acabarla aún. Ahí se puede descubrir a un Borges que aprende alemán para poder leer “El mundo como voluntad y representación”, un Borges que asegura que nos malforma leer la literatura que no deseamos. Defiende que debemos atender a aquellas lecturas que verdaderamente nos llegan. Nos muestra además su idea de Dios, bastante panteísta. Un Borges que ya ciego, visita Egipto y nos asegura haber “sentido” las pirámides. Del mismo modo que siente en esta misma entrevista, la afabilidad de los entrevistadores a distancia. Señala que puede sentirlo más allá de lo que oye o toca. O sea, en cierta curiosa medida, incluso aparece un Borges místico, un Borges en el que, una vez ciego, realmente aparece algo “vital y mágico” (si se me permite formularlo “asíiiin”).

Gracias Kse, a ver si abro hueco para la entrevista.

Nueva recomendación en tu línea

ciudadseva.com/texto/las-ruinas-circulares/

No lo he leído pero cuando lo haga (antes del viernes) haré algún comentario.

ksetram escribió:
Te podría responder porque el sábado analizamos el cuento en clase pero falta por aquí alguien que todavía no ha abierto la boca y cuyo nombre empieza por "A" y termina por la misma letra.

Hola gatita, hola Ks,

aún me estoy recuperando del Ensayo sobre la ceguera y además este tiempo tan cambiante me tiene rara

Leeré vuestros mensajes con detalle cuando me despeje un poco. ¿Ese cuento nos lo ha mandado Hugo? No he recibido nada.

Ksetram, tu mensaje ha avivado mi interés por este cuento y lo he vuelto a releer, tras tus valiosas aportaciones. He aquí mis pesquisas (pido perdón por adelantado por la extensión del texto).
a. Ciertamente, Emma no es ninguna pamplinas; de hecho, comete el crimen perfecto.
b. Puede ser que su padre mienta, pero hay un fragmento en el que tal vez se insinúa lo contrario, cuando el narrador describe a Loewenthal de la siguiente manera: "Era muy religioso; creía tener con el Señor un pacto secreto, que lo eximía de obrar bien, a trueque de oraciones y devociones". Por tanto, puede pecar como quiera, pero no sé si es concluyente para negar la mentira del padre.
c. El narrador es enigmático. Por una parte, actúa como narrador omnisciente. Sabe lo que piensan y sienten los personajes, tanto Emma como Loewenthal. Pero por otra parte salpica el texto de dudas con algún "quizás", algún "acaso", "Yo tengo para mí que pensó una vez...".
d. Hay un juego de tiempos, espacios y de causas-consecuencias que escapan de la lógica, entre ellos: "la muerte de su padre era lo único que había sucedido en el mundo, y seguiría sucediendo sin fin.", "Referir con alguna realidad los hechos de esa tarde sería difícil y quizá improcedente. Un atributo de lo infernal es la irrealidad, un atributo que parece mitigar sus terrores y que los agrava tal vez." "¿En aquel tiempo fuera del tiempo, en aquel desorden perplejo de sensaciones inconexas y atroces, pensó Emma Zunz una sola vez en el muerto que motivaba el sacrificio?". "Los hechos graves están fuera del tiempo, ya porque en ellos el pasado inmediato queda como tronchado del porvenir, ya porque no parecen consecutivas las partes que los forman."
d. El lugar en el que mantiene relaciones con el marinero posee atributos coincidentes con la casa de la infancia: "El hombre la condujo a una puerta y después a un turbio zaguán y después a una escalera tortuosa y después a un vestíbulo (en el que había una vidriera con losanges idénticos a los de la casa en Lanús).
¿Qué conclusión saco de esto?
1. Desde un punto de vista argumental, la obra funciona como un reloj: el crimen perfecto.
2. La protagonista posee una animadversión a las relaciones sexuales, que afirma de modo explícito e implícito ("Pensó que la etapa final sería menos horrible que la primera"). Tiene alguna tendencia hacia el trastorno, que conserva en la actualidad ("cómo recuperar ese breve caos que hoy la memoria de Emma Zunz repudia y confunde"). Además, se cree elegida para la justicia divina ("la intrépida estratagema que permitiría a la "Justicia de Dios triunfar de la justicia humana").
3. Me parece muy importante el uso de la palabra "losanges", no muy habitual. El recuerdo que le despierta cuando muere su padre y el hecho de que reaparezca este vocablo cuando copula con el marinero lleva a una interpretación regresiva. A través del tortuoso camino por el que conduce al marinero se produce una revisión del pasado o, si se prefiere, un ritual que rememora aquello que sucedió en el pasado (¿acaso lo que vio a través de la ventana?).
4. El perro. Se cita en varias ocasiones. Ladra y parece advertir a la protagonista. Por una parte, en su lado más argumental, defiende la propiedad de Loewenthal. Pero sus constantes ladridos "avisan" también a la protagonista. ¿Se puede interpretar como una parte de su conciencia? ¿Una especie de superyó freudiano? ¿Una interpretación mitológica remite al Cancerbero?
En definitiva, para no enrollarme más, sugiero que Borges aúna la narración del crimen perfecto con una recreación a la par psicológica (incluso psicoanalítica) y mítica de un conflicto no reparado que exige el sacrificio.

Vuestros comentarios sobre el relato de Emma son interesantísimos. A mí me ha gustado mucho y no veo errores en su construcción (aunque tendría que volver a leerlo), sí es cierto que el narrador a veces adopta un aire de "no sé" que me parece muy adecuado, por un lado huye de las verdades absolutas y por otro da al cuento un aire de intriga, a mí eso me parece un gran acierto.
La verdad es que a mí no se me había ocurrido dudar de la versión del padre de Emma, ¿por qué iba a mentirle? En cuanto a Loewenthal, el párrafo, muy sarcástico e ingenioso, que cita Futaki en la letra b. de algún modo diría que corrobora lo dicho por el padre de Emma.
A mí Emma me ha recordado un personaje, el de una virgen justiciera cuyo nombre no recuerdo, que aparece al final de Resurrección de Tolstói, también alguna diosa mitológica, la Diana cazadora, por ejemplo, o las Valkirias, también vírgenes y combativas. En efecto, Emma odia el sexo y cree ser la encarnación de la justicia, y Freud podría deducir mucho del hecho de que presenciara una escena entre el padre y la madre, y un posible complejo de Edipo, un amor inconfesado, entre ella y su padre, que podría explicar esa aversión hacia los hombres. Tal vez su padre sea el único hombre al que ha querido (otra pista es que la madre ahí no pinta nada, o la veía como rival o ni la veía), y el resto son concupiscentes y sucios, como el marinero, o malvados, como Loewenthal. Lo que es paradójico es que el instrumento para su venganza sea precisamente el sexo, lo que odia es lo que le sirve para hacer justicia. Gran cuento que mejora con las relecturas y que es muy fecundo para varias interpretaciones, a veces opuestas y otras complementarias.

www.literatura.us/cortazar/elidolo.html

Este es otro de los relatos del curso. Me ha dejado algo perpleja, la verdad. Si queréis echarle un vistazo y darme vuestra opinión, os lo agradeceré. Es corto y se lee relativamente bien.