Sí, naturalmente me ha llamado la atención el estallido final de furia, pero no me he fijado en el detalle de que sea a continuación de esas palabras del sacerdote. Le ves relación directa, o sólo la gota que colma el vaso? Yo lo he tomado por esto último, está claro que la presencia del capellán le irrita, pero como le irritaría, en esas circunstancias, cualquier visita de un desconocido que va a soltarle sermones. Probablemente haría lo mismo con el abogado, por ejemplo. Le veis un significado explícito (o implícito) de negación de la salvación?
Tal vez lo sea, ahora que pienso. Camus escribió una obra teatral, "Los posesos", adaptación de "Los demonios" de Dostoievski. En la obra teatral (no en la novela original) el protagonista, un nihilista consciente y deseoso de serlo (algo así como un Mersault con plenas, y aun excesivas, dotes de raciocinio), rompe un crucifijo tras una conversación con un monje.