zolaris escribió:
Hola Xplitter:
Acabo de verla. Ciertamente se trata de un espectáculo visual apabullante. El trabajo de un superdotado. Este joven director ha tragado cine a base de bien. Hay ecos de Won Kar Way, Ridley Scott, Tarkovski... Una puesta en escena con un trabajo de decorados dignos de estudio. Los movimientos de cámara, los encuadres, la banda sonora, todo trabajado de forma minuciosa y con una cierta elegancia. Es difícil no caer en la desmesura visual y no cae. Pero creo que una cosa es la excelencia visual y otra la excelencia cinematográfica. He disfrutado mucho y pienso verla otra vez porque sobre todo me ha quedado una pega: creo que todas esas virtudes no acaban por formar una buena película. Y es que no es lo mismo un superdotado que un sabio. Pero ya digo que tengo que volver a verla...
Un saludo.
Yo salí obnubilado del cine, la verdad. Sin embargo, considero que es una película para verla varias veces y sacarle todo el jugo, ya que con un solo visionado uno se puede dejar llevar por la pasión (como en mi caso).
La reproducción de los símbolos de la primera parte en la segunda es uno de esos factores por los que deseo volver a verla. El hijo, el ping pong, la amada, la fotografía, la casa giratoria...
Pero como te digo, sé que me gustó, pero tampoco quiero llevarme por una primeriza impresión. Por lo que me agenciaré el dvd cuando salga a la venta para poder exprimirla al máximo.
Con respecto a las influencias cinematográficas, la omnipresencia de Kar Wai es absoluta. Parece ser que el visionado de
Stalker de Tarkovski fue para Bi Gan una revelación, según leí el otro día buscando por la red. Te diría que también observé ecos del húngaro Béla Tarr en ese serpenteante deambular del protagonista por la ciudad, al estilo de la soberbia
Armonías de Werckmeister.
Una pena no haber podido ver todavía su ópera prima,
Kaili Blues, ya que durante toda la película se hace mención al pueblo y quién sabe si hay algún tipo de relación entre estos personajes y lo que ocurre en su primera película...